Ciudad de México — Un crecimiento económico de 6% todavía es factible para México al cierre de 2021, siempre y cuando la actividad económica en el segundo semestre del año domine la incertidumbre que generarán los posibles nuevos contagios de COVID-19 por el inicio del ciclo escolar, el dinamismo del consumo interno y nuevos ‘cuellos de botella’ en la cadena de suministro mundial.
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), publicado el 25 de agosto por el Inegi, retrocedió 0,9% respecto al mes previo, lo que implicó un desacelere en el ritmo de recuperación económica y representó la mayor baja mensual desde mayo de 2020.
El reporte: Economía mexicana retrocede en junio y desacelera ritmo de recuperación
También se reportó el dato revisado del Producto Interno Bruto, el cual arrojó un crecimiento de 1,5% en el segundo trimestre del 2021 respecto al trimestre inmediato anterior con cifras desestacionalizadas, en línea con la estimación oportuna del pasado 30 de julio, mientras que en su variación anual, registró un alza de 19,5% en el periodo abril-junio.
Analistas coinciden en que la desaceleración de la economía en junio de 2021 es reflejo del rezago en la recuperación y de la incertidumbre por el impacto económico de la tercera ola de COVID-19.
Pero aun con esta antesala, estiman que el país puede crecer alrededor del 6%, un nivel que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) considera como el piso de crecimiento para este año.
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El académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y exfuncionario de Hacienda, Víctor Gómez Ayala, indicó que la actividad económica mantuvo cierto crecimiento en la primera mitad del año, sobre todo en abril y mayo, sin embargo, el dato de junio revela que la economía se quedó un poco rezagada frente al proceso de recuperación económica.
“Si domina el efecto de la derrama económica sobre la incertidumbre, probablemente veamos un crecimiento de 6%, pero si el efecto de la incertidumbre es el que domina a la derrama económica que venga, por ejemplo, del sector educativo con el inicio de clases, probablemente veremos revisiones a la baja”.
El analista dijo que los mayores riesgos para la actividad económica hacia el cierre de año provendrán del mercado interno y del dinamismo en el consumo, por lo que el motor externo que representa Estados Unidos será el contrapeso a la debilidad que pudiera presentar la economía mexicana.
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El Economista en Jefe de BX+, Alejandro Saldaña, dijo que el IGAE de junio mostró que la actividad económica se deterioró en el último mes del segundo trimestre, lo que se explica por la contracción mensual de los sectores agropecuario, industrial, manufactura y comercio.
“La movilidad social mejoró y siguió normalizándose, el gasto en consumo presentó cierta normalización, eso pudo haber ayudado a sectores como transporte, preparación de alimentos y bebidas, hospedaje y transporte, pero, por otra parte, también hubo gente que pudo haber dejado de gastar en algunos bienes, lo que pudo haber generado cierta debilidad en el comercio al menudeo”.
Saldaña señaló que entre los riesgos para alcanzar un 6% de crecimiento se encuentra una posible aceleración de los casos positivos de COVID-19, lo que puede modificar el consumo de las personas al decidir tomar distancia social para evitar contagiarse.
Además, los nuevos ‘cuellos de botella’ en puertos chinos afectan la cadena de suministro mundial, lo que pone en riesgo la recuperación global de la economía y pone presión a los pecios de los productos.
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