Bloomberg — Las empresas europeas se apresuran a cotizar en Estados Unidos al ritmo más rápido de las últimas dos décadas, justo cuando una ofensiva regulatoria liderada por Pekín detiene abruptamente el auge de las ofertas públicas iniciales (OPI) chinas.
La marca suiza de zapatillas On Holding AG, respaldada por la estrella del tenis Roger Federer, dijo el lunes que cotizará en Nueva York, mientras que la minera de criptomonedas Argo Blockchain Plc presentó el viernes una oferta pública de venta en EE.UU. La empresa británica de tecnología financiera Wise Plc planea vender ADRs.
Se sumarán a los US$9.500 millones recaudados por empresas europeas a través de ofertas publicas iniciales en Nueva York este año hasta el lunes, la mayor cantidad para este periodo desde el año 2000, según muestran datos compilados por Bloomberg. La tendencia se ve impulsada por las vertiginosas subidas del primer día y la disposición de los inversores de Wall Street a gastar mucho en nuevas acciones, sobre todo en sectores novedosos o de moda.
“Las valoraciones en EE.UU. suelen ser más altas, especialmente para empresas tecnológicas jóvenes o no rentables”, afirma Gavin Launder, administrador de fondos de Legal & General Investment Management, quien también destacó el mayor número de analistas e inversores especializados de Nueva York.
La avalancha de salidas a bolsa es especialmente bienvenida, ya que los debuts de las empresas chinas se han agotado después de una investigación sobre la empresa de transporte Didi Global Inc. y de una represión regulatoria más amplia de Pekín. Otras firmas retiraron sus ofertas previstas y las acciones chinas que cotizan en EE.UU. se desplomaron, empañando lo que ya es un año récord para las OPI del país en Wall Street.
En el plano local
Las bolsas de toda Europa están intensificando sus esfuerzos para hacer más atractiva la cotización local, especialmente para las nuevas empresas. Londres está estudiando una serie de cambios en las normas que favorecen a las empresas tecnológicas, como permitir que los fundadores conserven un mayor control de sus empresas después de la salida a bolsa y reducir los requisitos sobre el porcentaje de una empresa que debe cotizar.
Francia estableció el año pasado un fondo de rescate de 4.000 millones de euros (US$4.300 millones) para ayudar a las empresas tecnológicas locales a superar la pandemia, mientras que en Alemania algunos partidos políticos han propuesto una bolsa para las startups nacionales.
Aún así, es probable que el flujo a Nueva York no se detenga. Bloomberg informó el viernes de que PAI Partners está considerando la posibilidad de hacer pública la empresa de embotellado holandesa Refresco en EE.UU., mientras que la empresa aeroespacial italiana Leonardo SpA dijo que podría volver a estudiar la salida a bolsa en Wall Street de su unidad de electrónica de defensa DRS, que había sido cancelada en marzo.
Sin embargo, no todos los aspirantes a salir a bolsa en Nueva York logran hacerlo. Teads BV, el brazo de publicidad digital de la empresa de medios de comunicación y telecomunicaciones Altice, y el fabricante de audífonos Hear.com NV retrasaron sus salidas a la bolsa en EE.UU. en los últimos meses.
Y algunas de las nuevas acciones con sede en Europa no se han negociado bien en Wall Street. Tras subir inicialmente un tercio durante su sesión de debut en mayo, las acciones de la empresa sueca de bebidas vegetales Oatly Group AB cotizan ahora un 8,6% por debajo del precio de su OPI.