Bogotá — Este lunes el Banco de la República espera que le sean acreditados en sus cuentas los US$2.800 millones de la emisión de Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional.
Los recursos entrarán directamente a las cuentas del Emisor y serán clasificados como reservas internacionales, no obstante, hay que recordar que la entidad multilateral aprobó que cada país decida el uso que les dará a dichos recursos.
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Hay que tener presente que el pasado 2 de agosto, la Asamblea de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la asignación general de Derechos Especiales de Giro (DEG), equivalente a US$650 mil millones (que son equivalentes a DEG456 mil millones).
El objetivo principal de esta asignación histórica, al tratarse de la asignación de DEG más grande de la historia del FMI, es impulsar la liquidez mundial, beneficiando a los 190 países miembros en la solución de las necesidades mundiales en medio de una crisis sin precedentes como la desatada por los efectos de la pandemia del Covid-19.
La directora Gerente del FMI explicó que esta asignación tiene varios objetivos: responder a la necesidad global de contar con mayores reservas internacionales, generar confianza y promover la resiliencia y estabilidad de la economía mundial.
Dicha asignación se realizará hoy. Los DEG, creados a través de esta operación, se acreditarán a los países miembros del FMI en proporción a sus cuotas en el Fondo.
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Colombia recibirá por este concepto, un monto equivalente a US$2,8 mil millones, es decir, DEG1,9 mil millones. En este sentido, la asignación de DEG es una medida que no incrementa el endeudamiento de los países y ofrece ventajas frente a fuentes alternativas de financiamiento en términos de menores costos y riesgos de refinanciamiento.
Con miras a contribuir en la lucha contra los efectos de la pandemia e incentivar una recuperación resiliente y sostenible, el FMI ha dejado a discreción de cada país la decisión respecto del uso que les dará a los recursos.
En Colombia, de acuerdo con el marco legal y arreglos institucionales vigentes, la asignación de DEG será recibida directamente por el Banco de la República como parte de las reservas internacionales administradas por este, al ser esta entidad la única autorizada para administrarlas.
Respecto del nivel de reservas internacionales del país, las autoridades consideran que incluso sin la asignación de DEG, el nivel de las mismas es adecuado para garantizar los pagos externos de la economía y apoyar el acceso del país al financiamiento externo.
Las reservas internacionales son reforzadas por la Línea de Crédito Flexible del FMI, que complementa los colchones de liquidez externa con las que cuenta Colombia para enfrentar choques externos adversos.
Por lo anterior, el Banco de la República y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público entrarán ahora en una etapa de estudio para definir cuáles son las alternativas para el uso que se les dará en Colombia a los recursos provenientes de la asignación de DEG.
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Estas alternativas serán evaluadas en la próxima sesión ordinaria de la Junta Directiva del Banco de la República, que deberá tomar la decisión final.
En una entrevista con Bloomberg Línea hace dos semanas, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, sostuvo que “lo que nosotros hemos señalado es que de todas maneras tiene que haber una entrada de esos recursos como una reserva internacional, es decir, lo que contempla el fondo monetario es que entra vía reservas internacionales. Cuál es el uso, es otra discusión, y en este momento en el trabajo con el Banco de la República estamos identificando el camino de cuál puede ser la utilización de esos DEGs en el país”.
El mercado sin embargo, está esperando que una porción significativa de esos recursos sea monetizada, lo que entre otras, tendría un efecto de apreciación del peso frente al dólar.
Hay que recordar que durante agosto el dólar alcanzó su máximo del año tras superar la barrera de los $4.000. No obstante, el anuncio de la venta de ISA a Ecopetrol, cuyo pago fue en dólares el viernes pasado, ayudó a frenar la subida de la tasa de cambio que ronda los $3.870.
