Lima — Un total de 5.145 millones de soles (aproximadamente US$1.254,8 millones) es el monto que está destinando el Gobierno del Perú al nuevo programa de bonos ‘Yanapay Perú’, una palabra en quechua que puede traducirse al español como el acto de brindar ayuda, favorecer o solidarizarse con el otro.
La titular del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), Dina Boluarte, remarca que el objetivo de este subsidio económico es brindar apoyo para financiar la canasta básica familiar, afectada por el alza de distintos precios; y dinamizar la economía en el proceso.
Según el Midis, son más de 13,5 millones de personas las que podrán acceder de forma individual a esta ayuda monetaria que asciende a 350 soles, monto que equivale a un aproximado de US$85,4. El alcance proyectado es de 7,9 millones de hogares.
Yohnny Campana, analista de Macroconsult, resalta que la cifra de 13,5 millones de ciudadanos tiene correspondencia con el número de personas en el Perú que gana por debajo de 3.500 soles al mes, que son poco más de US$853 mensuales.
“En cada hogar se asignarán los 350 soles a cada una de las personas que tengan la mayoría de edad, sean una, dos, tres o más. Si el hogar cuenta con un solo padre o madre y tiene a cargo al menos un menor de edad, recibirá S/350 por adulto y otros S/350 por el total de niñas o niños”, precisa el Midis en un comunicado de prensa. Como mínimo, de hecho, un hogar recibirá 700 soles.
Por su lado, Boluarte explicó el pasado viernes en una conferencia de prensa que en los hogares donde puede haber hasta dos o tres familias incluidas, el monto económico a ingresar en el hogar no debe exceder los 3.000 soles.
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A su turno, Pedro Francke, ministro de Economía y Finanzas, aseguró que el costo del subsidio económico está “plenamente justificado” dentro del balance y espacio fiscal que tiene el país para este 2021.
“Las últimas proyecciones apuntaban a un déficit de 5,4% para este año, y nosotros proyectamos un déficit significativamente menor a ese. Dentro del marco de reducción fiscal se puede incorporar este gasto en recursos; no significa un aumento del déficit fiscal”, afirmó.
LA ESTRATEGIA DE REPARTICIÓN
De acuerdo al Midis, en los próximos días estará disponible la plataforma oficial para que las personas consulten si accederán a Yanapay Perú, así como las fechas y modalidades de pago. En concreto, el bono se canalizará a través del Banco de la Nación y otras 17 entidades financieras en todo el país; mientras que se realizarán operativos de pago por grupos y mediante once modalidades: cuentas bancarias, billeteras digitales, banca celular, carritos pagadores, ventanillas en agencias del Banco de la Nación y ventanillas extendidas, cuenta DNI, pagos a domicilio en casos específicos, entre otras.
El cronograma progresivo de Yanapay Perú contempla cuatro grupos. El primer grupo estaba previsto para iniciar este 8 de setiembre con los beneficiarios de programas de apoyo del Estado ya existentes dirigidos a personas en situación de pobreza y pobreza extrema: Pensión 65, Juntos y Contigo, que según Boluarte abarca a un 8% de la población beneficiaria del subsidio económico.
Sin embargo, la fecha se ha movido para iniciar este 13 de setiembre.
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Norma Correa, antropóloga de la Universidad Católica del Perú (PUCP), explica que así se empezará con una base ya identificada en los programas de transferencias liderados por el Midis, por lo cual no deberían haber mayores complicaciones en la primera etapa. “En Pensión 65 son 556 mil usuarios; en Contigo son 74 mil usuarios y en Juntos son 679 mil hogares. Ese es tu público más identificado, es cuestión de colgarse de la base existente”, añade la especialista.
El segundo grupo iniciará el 23 de setiembre y alcanzaría a un 57% del total de beneficiarios. De acuerdo al Midis, lo integrarán personas con cuentas bancarias, billeteras digitales, banca celular y cuenta DNI del Banco de la Nación. La entidad bancaria estatal anunció que abrirá hasta cuatro millones de cuentas DNI en los próximos días, para que las personas que las requieran puedan activarlas y cobrar los bonos a través de sus cajeros automáticos, la billetera móvil BIM o la red de comercios VendeMás.
Alexandra Ames, jefa del Observatorio de Políticas Públicas de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico (UP), remarca que la cuenta DNI se podrá habilitar gracias a una norma aprobada durante el gobierno anterior, y saluda que esto permita avances en la inclusión financiera y en una entrega más eficiente del subsidio económico.
No obstante ello, la experta advierte que un pago individual a tal magnitud de la población que requerirá sobre todo el dinero en efectivo, ante de un ecosistema financiero poco desarrollado en la mayoría de zonas rurales e incluso algunas urbanas, se presenta como un riesgo a raíz de la pandemia y la posibilidad de contagios (sobre todo en un escenario en el que la llegada de una tercera ola del COVID-19 es casi inminente).
“Que el pago sea individual no debería significar que todos los miembros del hogar que sean adultos tengan que ir a cobrar. Ya los sistemas de datos en el Estado permiten que se generen los cruces adecuados para saber cuántos miembros están en un hogar; esto se debe aplicar para evitar el riesgo de enviar a todos los adultos al banco de la Nación cuando le toque cobrar a esta importante masa poblacional”, precisa.
En el tercer grupo de Yanapay Perú, que empezaría a cobrar desde el 28 de setiembre, se encuentran quienes viven en comunidades rurales sin acceso a la oferta bancaria, que representan a un 3% del total de beneficiarios. Ellos recibirían el dinero mediante carritos pagadores o a domicilio, según explicó Boluarte.
Finalmente, el cuarto grupo estará conformado por aquellos sin cuentas bancarias y sin líneas celulares a su nombre, quienes representan a un 32% del total de beneficiarios. Ellos empezarán a cobrar el bono desde el 23 de setiembre acercándose a las ventanillas del Banco de la Nación, según Boularte.
BONO DE 350 SOLES: ¿LA MEJOR ESTRATEGIA?
Durante la pandemia surgieron diversos mecanismos de apoyo del Estado peruano dirigidos a la población vulnerable y afectada económicamente por las cuarentenas y medidas de aislamiento social. Hasta la fecha se han implementado seis programas de bonos, entre los cuales destacaron las dos rondas del bono familiar universal de 760 soles.
En el primer trimestre de este año, además, una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) sugirió al Perú evaluar la implementación de otra ronda del bonos universales que apunten a una “drástica” reducción de la pobreza, señalando que habría espacio fiscal para otorgar un bono cuyo monto esté entre los US$425 y US$767 por hogar (entre 1.530 a 2.760 soles), equivalente al 1,3%-2,3% del PBI.
Esta alternativa planteada por el organismo, no obstante, se dio antes de que iniciara la incertidumbre económica en el país, con un nivel más alto de reservas internacionales y un precio del dólar que se encontraba por lo menos 20 centavos por debajo de los 4 soles por US$1; así como una inflación que aún no se veía impactada por el alza de precios de alimentos y combustibles.
Más allá del escenario vigente, los especialistas consultados por Bloomberg Línea Perú coinciden en que era previsible que se dé una ronda adicional de un subsidio económico al ser una promesa de campaña de la gran mayoría de partidos políticos que postularon a la presidencia del Perú. En el caso del gobierno actual liderado por el presidente Pedro Castillo, este planteamiento se concretó con la alianza que hizo Perú Libre con Juntos por el Perú (JPP) antes de la segunda vuelta electoral, pues era una de las principales propuestas económicas de la excandidata presidencial Verónika Mendoza.
Para Yohnny Campana, de Macroconsult, hay aspectos negativos y positivos en Yanapay Perú que son importantes de mencionar. En el ámbito positivo resalta que se haga un esfuerzo en identificar a madres o padres solteros que sean cabezas de familia, asegurando que estos hogares reciban mínimamente 700 soles. Pero considera que la población receptora de más de 13,5 millones de personas está sobredimensionada.
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“Se habla de alrededor de 7,9 millones de hogares y eso es un montón. En el Perú hay alrededor de 10 millones de hogares de acuerdo al INEI. Ellos van a llegar al 75% de estos hogares. La focalización como tal no existe porque es casi un programa universal. Cubre a un espectro enorme de la población del país y de la población laboral”, menciona Campana.
Desde Macroconsult, el economista señala que ante el impacto de la pandemia identificaron a dos segmentos de la población diferentes: quienes están en un estado de pobreza crónica y quienes se encuentran en un estado de pobreza transitoria. Para este último segmento, precisa, se pueden presentar otras estrategias de ayuda más allá de los subsidios económicos.
“Para los que tienen un estado de pobreza transitoria se debería buscar una atención temporal hasta que se reinserten al mercado laboral y salgan de esa situación, como suelen ser los programas de empleo temporal. Para quienes están en pobreza crónica si se les debería insertar a las redes de protección social que tiene el Estado en caso no se encuentren protegidos, como Juntos o Pensión 65″, añade.
Si bien el gobierno ya ha adelantado que está preparando un programa de empleo temporal, Campana considera que este debe ser particularmente ambicioso si realmente se apunta a brindar apoyo a los que siguen en situación de desempleo y a quienes se incorporan año a año al mercado laboral, que son por lo menos 350 mil personas anuales. Así, precisa que el programa debería sumar alrededor de 500 mil a 750 mil puestos de trabajo.
Alexandra Ames, de la UP, coincide con que se requieren estrategias de apoyo más sólidas. En esa línea, y más allá de los programas de empleo temporal, sugiere que los jóvenes que hoy no estudian ni trabajan ingresen a un sistema donde se puedan capacitar, impulsado por el Estado, para luego insertarse de forma más competitiva en la fuerza laboral y aumentar así las oportunidades de crecimiento profesional y acceso a mejores salarios.
“En el 2020 el bono me pareció una muy buena medida porque se necesitaba contrarrestar esos cierres de mercado y poder animar a personas que no iban a poder salir a su casa a trabajar. Ahora el objetivo es otro: no necesariamente sacar de la pobreza a una persona con un solo bono, sino dinamizar la economía. Las personas que no están en la situación de pobreza extrema están en una situación en la que tienen contracción económica. Se necesitan otras vías”. comenta.
Por su parte, Norma Correa, de la PUCP, precisa que es mucho más eficiente llegar a aquellas personas vulnerables en el espectro urbano, no necesariamente en estado de pobreza o pobreza extrema, mediante la oferta de empleos temporales que dinamicen el mercado de trabajo, en lugar de subsidios que puedan resultar irrelevantes para este segmento de la población peruana.
“Lo que se necesita ahora es un fuerte impulso alrededor del empleo, e instrumentos de empleo temporal hay varios. El Estado va a dar los bonos los bonos y la gente siempre los va a recibir, pero es un esfuerzo fiscal bien importante; y dada la coyuntura habría sido más relevante que se hubiera orientado el esfuerzo a generar un sistema de protección más fuerte para las personas que están en una verdadera situación de pobreza crónica y sobre todo extrema, como ampliar la cobertura de Juntos o de Pensión 65″, precisa Correa, en línea con la visión de Campana.
En ese sentido, Correa puntualiza que se debe “desbonificar” la respuesta a la pandemia y pensar de forma más estratégica desde ya en la protección social y reactivación del empleo en el país; así como en la generación de un sistema de protección alimentaria que apunte, sobre todo, a la población infantil y adolescente pobre, o hasta al desarrollo productivo en el mundo rural.
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