Hay más defensoras que delanteras. Esa es una de las frases que utiliza el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con las que resume los hallazgos de su estudio sobre equidad de género en las empresas de América Latina y el Caribe. El informe encontró que las mujeres solo ocupan el 25% de las posiciones más altas al interior de las compañías y que tan solo en el 11% de las empresas ocupan el puesto de gerente general.
Los menores niveles de desarrollo económico de la región, junto con la baja participación femenina en el mercado laboral, están entre los factores que inciden en esta realidad, dice el estudio del organismo con sede en Washington. “Los estereotipos relegan a las mujeres a realizar la mayor parte del trabajo de cuidado no remunerado en el hogar y dificultan su acceso a nuevas oportunidades de trabajo. La segregación laboral, además, las desplaza a empleos de baja calidad los cuales limitan su crecimiento profesional”, plantea Milagros Rivas Saiz, jefa global del Departamento de Soluciones de Asesoría del BID Invest.
Ver más: Especial: cómo las mujeres luchan para recuperar la fuerza económica perdida por la pandemia
La encuesta, que consultó a 1.015 empresas de 20 países de la región, también encontró que los directorios cuentan con 15% de participación femenina y que solo 14% de las compañías son propiedad de mujeres. “Enfrentan sesgos regulatorios, culturales y un acceso limitado al capital e información que impiden su desarrollo como emprendedoras”, añade Rivas. Los hallazgos van en línea con informes anteriores, como el del Global Entrepreneurship Monitor que encontró en 2019 que la participación de las mujeres como emprendedoras es de 17,3%.
Pero la segregación no solo es vertical, sino también horizontal. Las mujeres predominan en las áreas consideras blandas y representan 64% del total de empleados en recursos humanos, 63% en comunicaciones y relaciones públicas y 53% en responsabilidad social. En áreas como comercio exterior, informática u operaciones el porcentaje no llega a 35%.
Además, entre las empresas de la región, 28% de la fuerza laboral utiliza tecnologías avanzadas (relacionadas con la cuarta revolución industrial) y de este porcentaje 35% son mujeres. “La igualdad de género contribuye a la reducción de la pobreza y mejora la calidad del capital humano para las generaciones futuras”, dijo Fabrizio Opertti, gerente del Sector de Integración y Comercio del BID.
El informe también encontró que seis de cada 10 empresas no brindan ningún tipo de licencia materna más allá de lo que determina la ley, pues solo 4% da días adicionales por maternidad y 3% por paternidad (excluyendo el caso de adopción), y que 15% de las empresas analiza si existen brechas salariales dentro de su organización.
Las recomendaciones
Para el BID, hay cuatro aspectos que son determinantes para promover la equidad género al interior de las compañías: que haya presencia de mujeres en posiciones jerárquicas; capacitación de la fuerza laboral y uso de tecnologías avanzadas; mejorar la cultura empresarial y las características intrínsecas de cada compañía.
En estos dos últimos puntos, dice el informe, se pueden poner en práctica horarios más flexibles y utilizar programas de los gobiernos para la equidad de género. Por ejemplo, participar en los proyectos que ayuden a disminuir la segregación horizontal y capacitar en habilidades faltantes a las mujeres. “Invertir en el liderazgo femenino y promover empresas propiedad de mujeres es fundamental para impulsar un crecimiento sólido y sostenible en toda América Latina y el Caribe”, dijo el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone.
Ver más: Video: referentes regionales de género, en entrevista con Bloomberg Línea
El banco multilateral también recomienda implementar legislaciones de cupo de género, facilitar el balance entre el trabajo remunerado y no remunerado y la publicación transparente de información salarial.