(Bloomberg) — La aplicación de una tercera dosis de la vacuna contra el Covid ha suscitado un debate por motivos éticos y políticos, ya que una gran parte de la población humana aún no ha recibido ninguna inoculación. Pero los argumentos a favor de los refuerzos por motivos científicos son cada vez más sólidos.
La razón es delta. La variante de coronavirus más infecciosa que ha aparecido hasta ahora libra una carrera con el sistema inmunitario humano, y cada vez hay más pruebas de que delta está ganando, al menos inicialmente. Los individuos totalmente vacunados e infectados con la variante tienen niveles máximos de virus en las vías respiratorias superiores tan altos como los que carecen de inmunidad, se demostró la semana pasada en un amplio estudio del Reino Unido.
Esto sugiere que las personas con infecciones por delta también pueden ser capaces de transmitir el virus, frustrando los esfuerzos para frenar la pandemia de Covid. La disminución de los niveles de anticuerpos en algunas poblaciones altamente vacunadas, como la de Israel, ha hecho que se pidan refuerzos para frenar las nuevas oleadas de hospitalizaciones.
“La ciencia (dice) que los refuerzos funcionan, y definitivamente ayudarán”, dijo Shane Crotty, virólogo y profesor del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas y Vacunas del Instituto de Inmunología de La Jolla, en California.
En adultos sanos totalmente vacunados, las vacunas de refuerzo de Moderna Inc. así como de Pfizer Inc. y su socio BioNTech SE hacen que los anticuerpos vuelvan a alcanzar los niveles máximos, si acaso no los superan, dijo Crotty en una entrevista por Zoom el viernes. Estos anticuerpos probablemente sean más duraderos y capaces de combatir una gama más amplia de cepas de SARS-CoV-2, dijo.
Esto es especialmente útil en la lucha contra la variante delta. Investigadores en China descubrieron que la cepa es detectable en los pacientes cuatro días después de contraer el virus, dos días antes de lo que se había observado anteriormente, lo que indica que la cepa hace que los individuos puedan contagiar antes.
También se descubrió que las personas infectadas con delta tenían cantidades significativamente mayores de virus en las vías respiratorias superiores en comparación con las infecciones causadas por otras cepas.
“Es inherentemente más difícil de detener con anticuerpos porque hay más cantidad y es un desafío más difícil para el sistema inmunológico”, dijo Crotty.
Reforzar los niveles de anticuerpos con una dosis extra de la vacuna puede permitir que el sistema inmunitario bloquee rápidamente al delta a su llegada a la nariz y la garganta, impidiendo que el coronavirus no sólo infecte las células y provoque la enfermedad, sino que también impida su propagación, dijo. Una respuesta de anticuerpos más lenta, por el contrario, puede aumentar la capacidad de infección y empeorar los síntomas.
“Es una carrera entre el virus y el sistema inmunitario”, afirma Crotty. Cuanto más rápido se replique el virus, menos tiempo tendrán los anticuerpos para bloquear la infección.
Aun así, incluso cuando una respuesta retardada de los anticuerpos conduce a la infección, la inmunidad generada por la vacuna o por una infección natural suele ser suficiente para evitar que cause una enfermedad grave en una persona por lo demás sana, dijo.
La mayoría de los regímenes de vacunas pediátricas se administran en tres inyecciones, dijo Crotty. “Gran parte de ello tiene que ver con la mecánica de la generación de la memoria inmunitaria, que con frecuencia requiere tres exposiciones para conseguirla”, dijo.
Preocupación por delta
Tres estudios publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. la semana pasada mostraron que, aunque la variante delta puede estar acelerando el descenso de la eficacia de las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech en la prevención de las infecciones por SARS-CoV-2, incluso entre los residentes de residencias para ancianos, las vacunas siguieron siendo un escudo fiable contra la hospitalización durante un periodo de seis meses.
Delta puede causar infecciones y enfermedades en personas con niveles de anticuerpos más bajos, dijo Andrew Pekosz, profesor de microbiología molecular en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore.
“La buena noticia es que se mantiene la eficacia de la vacuna contra una enfermedad grave”, dijo. Además, las personas totalmente inmunizadas infectadas con el delta pueden ser infecciosas durante un periodo más corto en comparación con los individuos que carecen de inmunidad, lo que reduce su propensión a transmitir el virus, dijo Pekosz.
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Es posible que el nivel de infección de los individuos vacunados pueda reducirse aún más con terceras inyecciones utilizando una inoculación diferente, la entrega a través de un aerosol nasal, o utilizando cantidades más pequeñas de la misma vacuna, dijo.
“Todavía estamos trabajando en la mecánica de cómo utilizar mejor estas vacunas para obtener la máxima protección”, dijo Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota en Minneapolis. “Nuestro reto va a ser cómo seguir utilizando estas vacunas para maximizar el aspecto más importante de la salud pública: prevenir las infecciones”.
Frenar la propagación también es clave para prevenir la aparición de variantes aún más peligrosas que la delta, dijo.
Equidad en las vacunas
Ese objetivo debe buscarse globalmente con equidad y solidaridad, dijo Osterholm.
“Es una epidemia mundial que continuará hasta que se ocupe de ella en todo el mundo”, dijo. “Desde el punto de vista humanitario, esto es obviamente crítico”.
En EE.UU., las personas no vacunadas están abarrotando las instituciones médicas en grandes franjas del país, dijo Pekosz, de Johns Hopkins. “La vacunación mantendría a la gente fuera del hospital, y eso es lo más importante que pueden hacer las vacunas”.
Crotty, de La Jolla, estima que más del 90% de la transmisión del SARS-CoV-2 procede de personas no vacunadas. “En EE.UU., tenemos muchos de ellos”, dijo.
“Si tienes dos dosis de la vacuna, es mucho más valioso que esas dos dosis vayan a una persona no vacunada que las personas que reciben refuerzos si quieres hablar de transmisión”, dijo Crotty. “Pero si no puedes convencer a la gente de que se ponga esas malditas cosas y alguien más las quiere ahora, ¿realmente ayudará a la otra persona? Sí, les ayudará”.
-- Con asistencia de Lisa Beyer
