Buenos Aires — La adopción de criptomonedas en el segmento minorista e institucional registró un crecimiento exponencial a nivel global durante el último año, y particularmente en la Argentina.
Pandemia de por medio e impulsados por los altos índices de inflación y la necesidad de resguardar el capital, los activos digitales se trasformaron en la nueva modalidad de ahorro de los argentinos.
El avance de la adopción es tal que Buenos Aires posee el segundo mayor ecosistema de monedas virtuales del mundo, mientras que se estima que aproximadamente el 1,5% de los argentinos ya invierte en criptomonedas, según Federico Ogue, CEO y co-fundador de Buenbit, una billetera cripto fundada en 2018.
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Expertos del sector como Ogue reconocen que el atesoramiento y la especulación siguen explicando gran parte del porqué del boom cripto en el país. “Vivimos en una región que padece a diario flagelos como la alta inflación, devaluaciones periódicas, altos costos transaccionales, inseguridad (policial y jurídica) o falta de herramientas de ahorro e inversión fácilmente accesibles”, explica.
“Las criptomonedas —en particular, las stablecoins— y el mundo DeFi (Decentralized Finance) contienen elementos de respuesta muy potentes a cada una de esas problemáticas”, agrega.
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Un escalón más arriba en este ecosistema cripto se encuentra la usabilidad diaria, que comenzó a ganar terreno en el último año. Desde compras en línea, obtención de franquicias, pagos en comercios físicos, hasta la compra de propiedades y de automóviles, las transacciones con criptoactivos se están volviendo cada vez más populares en la economía pospandémica.
“Argentina es un país bastante avanzado con respecto a la región en todo lo que respecta a la adopción de criptomonedas. Se puede comprar desde un café, hasta pagar un viaje en helicóptero”, cuenta Maximiliano Hinz, Latam Operations Director de Binance.
Para el ejecutivo, “el espectro es muy amplio. Hoy en día una persona podría vivir casi 100% pagando con criptomonedas en Argentina. Si bien aún quedan cosas que no se pueden pagar como por ejemplo los impuestos o un alquiler (salvo que se acuerde con el locador), el resto de las cosas están mucho mas desarrolladas de lo que uno intuye”.
La empresa cuenta con Binance Pay, que permite a los usuarios enviar y recibir pagos sin ningún tipo de costo adicional en la criptomoneda de preferencia. A través del servicio, es posible sacar un pasaje a cualquier país del mundo y pagar el mismo en criptomonedas, o también realizar compras en Amazon, eBay o hasta cargar el saldo del celular en Argentina. Para realizar estas operaciones, Binance cuenta con partners estratégicos que actúan como intermediarios.
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Las plataformas y billeteras juegan un rol determinante en esta escalabilidad del ecosistema. De la mano de la plataforma Bithan, hace tan solo unos días el Grupo Dietrich concretó la primera venta de un automóvil con bitcoins en la historia del país.
Se trató de la reserva de un VW Nivus Hero Tiptronic cuyo valor es de $3.87 millones de pesos, un poco menos que los aproximadamente US$48.000 en los que hoy cotiza un bitcoin. El grupo concesionario también ofrecen accesorios, repuestos y mantenimientos con criptomonedas.
“Donde más adopción existe es en los e-shops por su naturaleza propia”, indica Hinz. “En los últimos meses, sitios como MercadoLibre ha agregado la posibilidad de listar si el vendedor de un inmueble acepta criptomonedas”, ejemplifica.
Este es el primer paso que da MercadoLibre en esta materia. Osvaldo Giménez, CEO de MercadoPago adelantó a Bloomberg Línea que están evaluando su participación en el mercado cripto, lo que sin dudas podría llevar a la plataforma a ser uno de los jugadores más importantes también en ese sector.
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“La demanda de pagos en criptoactivos es cada vez más fuerte. No solo por la practicidad que genera para los usuarios que cuentan con fondos en distintas monedas digitales, sino porque también brinda una facilidad y mejora para los comercios: se trata de pagos que puede acreditarse instantáneamente y con la facilidad de mantenerlos en cripto o convertirlos a pesos de modo fácil, transparente y seguro”, detalla Andrés Ondarra, Country Manager de Bitso en Argentina.
Para el manager, la misión de la compañía “es justamente hacer cripto útil, y es por ello ya contamos con soluciones orientadas a responder a estas demandas”. La compañía cuenta con Bitso Transfer -que permite enviar y recibir pesos o criptos a cualquier contacto vía email, número de celular o código QR sin costo-.
“Anticipamos que era el futuro de los pagos digitales, y hoy podemos decir que ya está entre nosotros y que estamos listos adentrarnos en él”, agrega.
Un mundo ideal
Si de evolución se trata, la ciudad de San Martín de los Andes, en la Patagonia, es un ejemplo de usabilidad full. No solo se la conoce por sus maravillas naturales, sino por ser la primera ciudad 100% cripto del país.
Allí el 40% de los comercios aceptan pagos con Bitcoin y el 60% de la comunidad está familiarizada con esta moneda. Por todo esto, ya se la conoce como el Crypto Valley de Argentina.
Uno de sus impulsores es Lemon, la compañía creada por un grupo de emprendedores oriundos de esa localidad, que le dieron vida a Lemon Cash, una billetera virtual que permite comprar y vender criptomonedas, así como enviar y recibir dinero, y ahora pagar en los comercios de la zona.
“Para nosotros fue una suerte de experimento para demostrar que se puede ‘vivir en cripto’ en una ciudad”, cuenta Franco Bianchi, CMO de Lemon. “En San Martín podés comprar desde la comida del perro hasta ir al supermercado y pagar con bitcoins”.
La batalla final
El ejecutivo da cuenta de la alta demanda y el interés tanto para la tenencia como para efectuar transacciones. Sin embargo, aclara que hay una batalla grande a nivel educativo, que conllevará una gran tarea de evangelización en adelante.
Para Ondarra, es clave destacar que también entre los usuarios que se acercan a las criptofinanzas desde Argentina, predomina la notoria característica de ser perfiles muy informados y con los conocimientos necesarios para impulsar nuevas demandas de servicio en el ecosistema.
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Por ello, “llevar la usabilidad a la masividad es el segundo paso para que el ecosistema cripto crezca”, asegura Bianchi quien relata que son consultados por muchos otros municipios para llevar el modelo de Crypto Valley a otras ciudades.
El beneficio para los comerciantes es el de sumar un canal más de venta y pagos, sobre todo en aquellos bienes que se encuentran dolarizados, como los autos o las propiedades. “En ese sentido las criptos ofrecen más estabilidad financiera”, aduce Bianchi.
Claro está podría surgir la pregunta de si este tipo de usabilidad podría consolidar una “economía en negro”. Desde el sector creen que si está bien regulado, esto no debería suceder.
Lo cierto es que en la Argentina no existe una regulación en la materia y algunos actores de la industria abogan porque se copien modelos regulatorios de otros países para poder concretar el uso cotidiano de las criptos.
