Bloomberg — Bloomberg - El gobierno de Venezuela negoció su participación en una refinería en República Dominicana para liquidar bonos, convirtiendo este en el primer paso concreto del presidente Nicolás Maduro para reestructurar una de las mayores pilas de deuda en mora del mundo.
En el marco del canje de deuda por acciones, Patsa Ltd, un vehículo de inversión propiedad de la familia Rizek con sede en República Dominicana, canjeó bonos soberanos y de PDVSA en incumplimiento que tenían a cambio de una participación de 49% de Venezuela en la refinería Refidomsa, a las afueras de Santo Domingo, de acuerdo con el Ministerio de Hacienda dominicano y dos personas con conocimiento directo de la transacción.
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El gobierno dominicano, que poseía 51% de la refinería, pagó a los Rizeks 74 millones de euros (cerca de US$86 millones) para adquirir la participación.
Es el primer acuerdo de deuda por activos para Venezuela que enfrenta problemas de liquidez desde al menos 2017. El gobierno está actualmente bloqueado para acceder a los mercados de EE. UU. por las sanciones que prohíben efectivamente cualquier posibilidad de reestructuración de la deuda. A pesar de las restricciones, el gobierno de Maduro se ha acercado a los a los inversores, ofreciendo suspender las cláusulas de prescripción en algunos bonos si los acreedores se comprometen a no demandar.
Aunque la oferta no logró alcanzar un acuerdo decisivo, algunas partes aprovecharon la oportunidad para buscar hacer tratos alternativos con Caracas, que ha incumplido con alrededor de US$60.000 millones en bonos soberanos y corporativos en medio de la peor recesión económica de su historia.
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El gobierno recurrió al exministro de Finanzas de Ecuador, Patricio Rivera, como asesor para inversionistas extranjeros.
Tras el acuerdo con la familia Rizek, el gobierno dominicano posee una participación de 100% en la refinería Refidomsa, que tiene el potencial de mejorar el suministro de combustible al país. El acuerdo permite a Maduro monetizar un activo que se deprecia, en tanto que las sanciones de EE.UU. le impiden cobrar dividendos y muestran a los acreedores la voluntad del gobierno de liquidar los pagos de la deuda.
En un comunicado, el Ministerio de Hacienda dominicano dijo haber notificado con anticipación la estructura de la transacción al Gobierno estadounidense.
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