Buenos Aires — Además de agravar la crisis política y social, y elevar la pobreza por encima del 40%, la pandemia desnudó el grado de informalidad de la economía argentina. Cerca de nueve millones de personas ─trabajadores informales o de casas particulares y monotributistas de las categorías más bajas─ recibieron en 2020 el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), ingreso que, según el presidente Alberto Fernández, le brindó al Gobierno una dura radiografía de los sectores “olvidados”.
En ese contexto, y ante la complejidad de equilibrar las cuentas públicas, durante los últimos días ha sido tema de debate y análisis la continuidad de los planes sociales. En el Gobierno señalan que el objetivo es reemplazar las asignaciones por trabajo genuino. Según Juan Grabois, influyente dirigente social, se trata de una “verdad de perogrullo”.
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Para evitar la discrecionalidad percibida en los distintos programas oficiales, como el Potenciar Trabajo, desde los movimientos reclaman una “asignación básica universal”, y así garantizar un ingreso a todos aquellos que trabajan en la informalidad o no perciben ningún tipo de aporte.
- ¿Qué es el Potenciar Trabajo? Es un plan por el cual 900.000 personas reciben un ingreso del estado, de $14.000, a cambio de una contraprestación laboral de 4 horas diarias.
El Potenciar Trabajo es una buena herramienta. Claro que como ingreso no alcanza, lo sabemos.
Cecilia Todesca Bocco, vicejefa de Gabinete de la Nación. (Diario Ar)
Las imágenes de las movilizaciones del miércoles, en las cuales quedó evidenciado que muchos de los participantes asistieron a cambio de un pago, retomaron la discusión sobre el devenir de estos planes y cuál debe ser la estrategia del Estado para atacar la informalidad y ayudar a los sectores más vulnerables.
Asignación universal
“La discrecionalidad que existe es consecuencia no de la bondad o maldad de un dirigente, sino de que hay una enorme demanda de trabajo, gente que necesita laburar, y que si no puede laburar al menos necesita un mango para morfar, y que hay una escasa oferta y que hay una sola ventanilla abierta, que se llama Potenciar Trabajo. A esa ventanilla, que es el Ministerio de Desarrollo Social, va desde el más maquiavélico dirigente que juntó 100, 200 personas desesperadas que van a pedir, y genera una intermediación negativa, pero también va hasta el más santo de los curas villeros”, dijo hoy Juan Grabois, del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), en declaraciones a Radio Delta.
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Según Grabois, en una Argentina que registra 45% de pobreza, y que está en una “lentísima recuperación económica”, la única solución para evitar la discrecionalidad y la conflictividad social es generar un “ingreso universal para todas las personas que no tienen ingresos”.
Debate
Esta semana, y antes de las declaraciones de Grabois, se reunieron por primera vez el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el flamante ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.
Trascendidos señalan que en la reunión se rechazó de plano avanzar hacia un ingreso universal. Sin embargo, fuentes de la cartera económica consultadas por Bloomberg Línea señalan que aún “no hay definiciones”, que hay “charlas con todos los sectores”, pero que la alternativa que hoy ven más viable es que las asignaciones reciban una determinada “contraprestación”, como ocurre hoy con el Potenciar Trabajo.
Grabois rechazó hoy esos trascendidos: “Lo desmiento. Hablo con Guzmán y con Zabaleta. Está en discusión, está en agenda. Ante semejante demanda social si no hay una política universal no hay forma de que la conflictividad se calme”. Sobre la contraprestación, el dirigente social dijo que lo que se puede evaluar es “un seguro de capacitación para los empleados, para que cobren un ingreso equivalente a la canasta alimentaria y como contraprestación termine el secundario, el primario, haga cursos de formación”.
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Cecilia Todesca, vicejefa de Gabinete, dijo días atrás que no cuentan “con un estudio que nos indique que el ingreso universal sea una solución”.
- ¿Cómo se generan los recursos para financiar un plan de ingreso universal? Según Grabois, la emisión monetaria no es una alternativa, pero sí una mayor recaudación y reasignación de partida, entre las que se encuentra “los subsidios a los ricos”.
El propio Guzmán ha reconocido que el sistema tarifario actual es “pro rico”, pero aún no se ha avanzado en una segmentación para reducir los subsidios a la energía, en un debate que generó un fuerte conflicto en el interior del Frente de Todos.
Con este trasfondo, el Gobierno encara las últimas semanas previas a las PASO, que serán el 12 de septiembre. Tres días después, es la fecha en la cual el ministro Guzmán deberá presentar el Presupuesto 2022 ante la Cámara de Diputados. Y en este semestre, además, se espera que se resuelva el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
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