Santiago — El presidente Sebastián Piñera defendió la extensión del Ingreso Social de Emergencia hasta finales de este año después de distintos economistas cuestionaron la medida por el impacto que tendría sobre las arcas fiscales de Chile. “El gasto público en tiempos normales era alrededor de 60 mil millones de dólares. Este año va a ser más de 100 mil millones de dólares. ¿Por qué? Porque como gobierno hemos comprendido que en tiempos tan duros y difíciles es importante, necesario, apoyar a las familias”, dijo en una conferencia de prensa.
El mandatario respondió a las críticas de analistas que tildaron esta política como “grave” y “populista” por el costo al fisco de los subsidios y su impacto sobre la economía. “Estamos enfrentando también un proceso constituyente que busca una nueva Constitución para Chile, estamos enfrentando la mayor crisis sanitaria de los últimos 100 años por el coronavirus, y además hemos tenido que enfrentar una de las más profundas recesiones de la economía mundial que hemos tenido en 50 o 60 años y, por tanto, estamos tomando medidas extraordinarias para apoyar a las personas para enfrentar y superar estos tiempos de adversidad”.
Consultado por periodistas si el Gobierno priorizó el factor electoral sobre el impacto de los subsidios en la economía, Piñera argumentó que se viven “circunstancias absolutamente extraordinarias” por la pandemia. “Comparto la necesidad de recuperar los equilibrios fiscales, la responsabilidad en las políticas públicas, porque es verdad: creo que hay que terminar con el populismo, la demagogia, con la irresponsabilidad que significa pan para hoy y hambre para mañana”.
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Chile afrontará elecciones presidencial y parlamentarias este año, y a mediados de 2022 deberá ratificar una nueva Constitución. El candidato del oficialismo es Sebastián Sichel, exministro de Desarrollo Social, que está en una leve desventaja ante el aspirante de la izquierda y exlíder estudiantil, Gabriel Boric, en las últimas encuestas.
Piñera dijo que el gobierno estaba consciente de que no solo debían preocuparse de la siguiente votación, sino de la “próxima generación”. Y recalcó la recuperación económica de Chile, la más rápida de América Latina que estima cierre con dos dígitos este año. “Cuando se haga el balance de cómo los países enfrentaron estas crisis, esta adversidad, yo espero que Chile salga bien parado porque va a ser un país que enfrentó con seriedad y eficacia la pandemia”. Señaló que IFE es un beneficio adoptado en emergencia, solo la recuperación de empleos garantizará estabilidad económica.
Fue crítico con otras opciones, sin embargo. Cuando se discute un cuarto retiro de fondos de pensiones en el Congreso, el mandatario llamó a los chilenos a no dejarse “encandilar por los cantos de sirena, por los populistas, por los irresponsables y por los demagogos, que están dispuestos a cualquier cosa con tal de ganar un voto”.
El presidente sostuvo que “hay que terminar con el populismo, con la demagogia, con la irresponsabilidad que significa pan para hoy y hambre para mañana”.