Bloomberg — El peso mexicano retrocedía ante la caída de las materias primas, después de que los datos económicos de China no cumplieran con las expectativas. La moneda ha estado rondando su promedio móvil de 100 días y el nivel de 19.80 por dólar durante meses con solo escasos intentos de ruptura.
Una combinación del ciclo de ajuste de Banxico y la baja volatilidad hacen que el peso sea la opción preferida para los operadores de carry de divisas latinoamericabas.
La volatilidad implícita de un mes del peso cayó por debajo del 10%, al nivel más bajo desde febrero de 2020, cuando comenzó la crisis del coronavirus.
Aunque la curva de TIIE ha disminuido tras el aumento de la semana pasada de la tasa clave en 25 puntos básicos en una decisión dividida, los swaps aún tienen una buena cantidad de prima y los operadores apuestan a que la tasa de política monetaria subirá por encima del 5.25% durante los próximos seis meses.
La estrecha conexión con los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos hacen que las declaraciones de Powell el martes y las minutas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) el miércoles sean los principales potenciales catalizadores del mercado de tasas esta semana.
Las ventas minoristas y la producción manufacturera de China, ambas cifras inferiores a las esperadas, causaron una caída de 1,5% en el crudo Brent y del 1,6% en el cobre en Londres. China enfrenta además el mayor brote de COVID-19 desde los primeros meses de 2020 debido al avance de la variante delta, y las nuevas restricciones están socavando las perspectivas de crecimiento.
Los índices bursátiles en Europa y los futuros del S&P se encuentran en territorio negativo, lo que podría afectar aún más a los activos mexicanos después de que el mercado estadounidense aumente su liquidez.
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