Caracas — El líder opositor Juan Guaidó -reconocido como presidente encargado de Venezuela por decenas de países del mundo- lo reconfirmó en la tarde de este jueves: el proceso de negociación entre el Gobierno y la oposición venezolanos finalmente iniciará este viernes 13 de agosto, en México.
“Los objetivos están claros: la búsqueda de una solución a la crisis”, dijo, al culminar una asamblea de ciudadanos en Caracas, que se efectuó en respaldo al denominado Acuerdo de Salvación Nacional. Guaidó lo propuso el pasado mes de mayo, y dijo que debía ser la conclusión de un proceso de negociación, al que el presidente Nicolás Maduro accedió pocas horas después.
Exactamente tres meses han transcurrido desde entonces, hasta ahora. En el ínterin, aunque ambos bandos manifestaban estar “listos”, no se definían los términos de las conversaciones. “Lo que estamos, no esperando, sino produciendo, es precisamente este espacio y las mayores garantías de cara a un proceso serio”, explicó Guaidó a Bloomberg Línea el pasado 27 de julio, luego de que Maduro expresara nuevamente su voluntad de dialogar.
Dos semanas antes de eso, sin embargo, el proceso había estado en riesgo. “No vamos a ir a ninguna mesa de diálogo, ni negociación para que estos asesinos, delincuentes, terroristas, salgan en libertad, para que otra vez intenten perpetrar un hecho de violencia”, dijo el líder de la Asamblea Nacional electa en 2020, Jorge Rodríguez, el 13 de julio, tras un nuevo episodio de represión contra la oposición.
Ahora, Rodríguez será precisamente quien encabezará la delegación del chavismo en México, según confirmó este jueves Maduro, al anunciar que su hijo, igualmente diputado electo en 2020, Nicolás Maduro Guerra, también viajará a la nación azteca. “Van para México al diálogo con la oposición extremista de derecha, gobernada desde Estados Unidos”, dijo Maduro desde el Palacio de Miraflores.
Bloomberg había adelantado que, además, representaría al Gobierno el actual gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez.
Guaidó informó este jueves que la delegación de la oposición partiría al país azteca el mismo viernes. Según la información de Bloomberg, dicha delegación estaría integrada por el exlegislador y exalcalde de Baruta, Gerardo Blyde, junto con un representante de cada uno de los principales partidos.
Este miércoles, el dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles Randonski, informó que Tomás Guanipa, de Primero Justicia, sería uno de ellos. Él lo confirmó, al apartarse de su cargo. Capriles también dijo que la propia delegación había solicitado la presencia del dirigente Stalin González. Este último, en fórmula con Capriles Radonski, consiguió, en 2020, la liberación de decenas de presos políticos por parte del régimen de Nicolás Maduro, una movida que la oposición mayoritaria tildó de “inconsulta”.
Antes, en 2019, González fue emisario de Guaidó en el fracasado diálogo de Barbados, también con el auspicio de Noruega.
“Mañana (viernes 13) habrá mucha más precisión”, se limitó a decir el líder opositor, quien hizo referencia a las declaraciones que Noruega había hecho el día anterior, confirmando que el Gobierno y la Plataforma Unitaria estaban “en la fase final” de las conversaciones exploratorias, con el objetivo de iniciar negociaciones en México facilitadas por ellos.
En la noche de este jueves, se divulgó la invitación de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México a la inauguración del proceso, a las 4:30 PM (hora mexicana), aunque sin detallar el lugar, algo que aseguraron harían en el transcurso de la mañana.
Luego de que se rumorara por meses, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó el 5 de agosto que el país fungiría de sede para las negociaciones. “Me acaba de informar el secretario de Relaciones Exteriores (Marcelo Ebrard) que Noruega propone que México sea sede para llevar a cabo estas negociaciones. Y nosotros aceptamos”, expresó. “Lo que buscamos es que haya diálogo y acuerdos entre las partes. Ojalá se logre un acuerdo”, agregó el mandatario mexicano, en sintonía con la postura que han expresado la mayoría de países del mundo.
En la región, también Perú se pronunció en favor del proceso. El canciller Héctor Béjar dijo este lunes que su país estaba a favor de toda acción dirigida a contribuir al diálogo necesario entre el gobierno de Venezuela y la oposición, “con la finalidad de que se pueda llegar a un acuerdo para la convocatoria de elecciones libres, justas y democráticas”, indicó en un comunicado, en el que además, consideró que el diálogo debía servir, además, para “crear las condiciones del levantamiento de las sanciones económicas que sólo afectan las condiciones de vida del pueblo venezolano”.
Estas son precisamente, las principales demandas de cada bando. Estados Unidos, principal aliado de la oposición venezolana, se pronunció nuevamente este jueves, a través del portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Ned Price: “Hemos sido claros en que el régimen de Maduro puede crear un camino hacia el alivio de las sanciones permitiendo a los venezolanos participar en elecciones presidenciales, parlamentarias y locales libres y justas que deberían haberse celebrado hace tiempo”.
El fin de semana pasado, Maduro adelantó que la negociación ya tenía “un documento redactado”. “Hay siete títulos en la agenda que están debatiéndose”, detalló.
“Una de las grandes incógnitas es si podrán superarse los obstáculos que impidieron avanzar en la consecución de acuerdos en las anteriores oportunidades de negociación que ocurrieron en 2014, con la mediación de la Unasur y el Vaticano; en 2017-2018, en República Dominicana; y durante 2019, en Oslo-Barbados, con la mediación del Reino de Noruega”, publicó el politólogo venezolano, Benigno Alarcón, en su columna para el Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello.
La suya es la duda que tienen muchos venezolanos venezolanos hoy.
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