EN EXCLUSIVA: Matías Kulfas afirmó que ‘hay sectores de ingresos medios que no están muy alejados de la línea de pobreza’

En una entrevista con Bloomberg Línea, el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas sostuvo las medidas focalizadas no alcanzan con altos índices de pobreza, sino que las transformaciones deben ser estructurales y de fondo.

Por

Buenos Aires — Matías Kulfas, el ministro de Desarrollo productivo de la Argentina, entiende que las transformaciones estructurales, aquellas que permiten generar movimientos importantes, solo son posibles a través de modificaciones de fondo. Uno de sus grandes objetivos pasa justamente por llegar a ese punto.

Sin embargo, luego de 18 meses en el cargo, y pese a no querer que lo venza el corto plazo, buena parte de ese tiempo lo destinó a idear fórmulas para contener precios, ordenar las exportaciones de carne vacuna y enfrentar los conflictos con el campo, siempre con la pandemia de por medio. Su tarea más ardua fue la de administrar el ahora. La pérdida de la capacidad de poder adquisitivo y un índice de pobreza que avanza es su causa más urgente.

Pese a esto, en entrevista con Bloomberg Línea se animó a trazar algunos de los proyectos para la próxima década: cannabis, litio y electro movilidad, son algunos de los sectores que impulsarían una nueva era industrial para la Argentina.

This browser does not support the video element.

Bloomberg Línea: ¿Cómo es la foto actual de una Argentina que venía de una fuerte crisis económica y que fue atravesada por la pandemia del Covid-19?

Matías Kulfas: Es la de una Argentina que hoy funciona a dos velocidades, que tiene sectores que están recuperándose, o que incluso ya han recuperado y superado los niveles previos a la pandemia. Sobre todo el sector industrial que hoy ya está produciendo 4 puntos promedio por encima de 2019, al igual que la construcción que está muy bien también, la economía del conocimiento o el sector energético. Esa es parte de una Argentina que está creciendo y recuperándose. Pero, eso convive con un sector muy golpeado: la actividad turística, la cultural, el comercio minorista, la actividad informal. Esta es la foto al día de hoy, obviamente con toda la expectativa que la segunda ola vaya cediendo espacio. Hay una recuperación y una mejora muy clara en lo sanitario, que nos permitirán ir en la búsqueda de encontrar esa velocidad única para que los sectores golpeados encuentren esa recuperación que ya otros empiezan a evidenciar.

Pese a esas esperanzas el consumo se recupera a tasas más lentas...

Los sectores más golpeados claramente vieron afectada su capacidad de consumo. Además, tuvimos un momento muy difícil en mayo donde hubo medidas más fuertes de confinamiento, por la expansión de la segunda ola. Eso también retrajo el consumo, pero en junio y julio comenzó a mejorar. Luego tuvimos el problema de que los salarios reales venían muy golpeados desde 2017 y 2018 y esto se agudizó con pandemia y con el aumento de la inflación que se produjo entre fines del año pasado y principios de este, debido a un shock de precios internacionales que tuvo su momento cumbre en marzo con un salto de inflación y un 52% de aumento de los commodities que Argentina comercializa. Entre septiembre de 2020 y junio de este año se dio casi una devaluación. En una Argentina tan golpeada y con inercia inflacionaria obviamente esto golpeó con mayor inflación. Lo que vemos ahora es una conjunción positiva entre reducción de la inflación y al mismo tiempo una reconversión de los salarios por más empleo y reingreso a las paritarias. El consumo va a ir recuperándose por esta conjunción.

Ver más: La inflación de julio fue del 3% y el acumulado supera la meta del Gobierno para todo el año

En el medio se generaron tensiones con algunos sectores como el agro o el de la carne

El diálogo no se rompió, seguimos teniéndolo con toda la cadena agroalimentaria. Estamos de acuerdo hacia donde queremos ir con una Argentina con una agroindustria pujante que exporte y que abastezca el mercado interno. El problema que tenemos es que estamos con una crisis muy significativa como la del coronavirus que dejó sectores muy golpeados y venimos de una economía con 40% de pobreza y eso nos hace tomar medidas que no son focalizadas. Se pueden tomar medidas focalizadas cuando tenés una pobreza del 10%. Las medidas tienen que ser más generales, porque además hoy hay sectores de ingresos medios que no están muy alejados de la línea de pobreza. En todos los casos apelamos al diálogo, tal el caso de la cadena de maíz o trigo, donde generamos mecanismos de coordinación que nos permite tener un sistema de precios más ajustados.

¿Qué pasó específicamente con el sector cárnico que aún hoy reclaman más cupo de exportaciones?

En octubre del año pasado comenzó a subir el precio. En general, en la Argentina hay estacionalidad, entre octubre y noviembre hay algún aumento y después se estaciona. Los aumentos siguieron hasta mayo y la verdad que fueron desproporcionados y sin ninguna lógica. En el medio detectamos que había un negocio de exportación que se había desordenado, con exportadores no tradicionales, que en muchos casos estaban sobre facturando las y que habían distorsionado el mercado. Lo que hicimos fue parar la pelota y ordenar. Generamos precios de referencia más claros, y al mismo tiempo fuimos trabajando en un Plan Ganadero, que es la solución de verdad. Las soluciones de fondo es que Argentina aumente su producción de carne, y este no es un problema de este Gobierno, ni del anterior, ni del anterior. La producción de carne argentina está estancada en torno a los 3 millones de toneladas desde hace cuatro décadas. Hace 40 años éramos 25 millones de habitantes y ahora somos 45 millones y la cantidad de carne que se produce es la misma y si además se quiere exportar se generan muchos inconvenientes para el mercado interno. Hoy, la exportación se restableció con un poquito más de la mitad que el año pasado, y estamos generando un mecanismo para aumentar la producción con más abastecimiento para el mercado interno y para poder exportar.

¿Cómo se hace ese balance entre el corto y el largo plazo cuando Argentina tiene prioridades todo el tiempo?

Argentina es un país que ha vivido de crisis en crisis. En cuatro décadas hubo siete crisis macroeconómicas de distinto tipo. Ahora bien, si no nos ocupamos del largo plazo el cambio estructural no va a llegar nunca. Por eso realizamos el Plan Ganadero con diferentes sectores de la industria cárnica y con el Ministerio de Agricultura para incentivar el engorde, la faena, nuevas inversiones, líneas de financiamiento, etc.. En este camino, la preocupación central es estabilizar el precio y generar las condiciones de confianza. Hemos anunciado una resolución con el Ministro de Agricultura y el del Trabajo que dice que el año que viene se acaba el racionamiento de mercado cárnico con media res. Argentina es el único país del mundo junto con Paraguay que todavía comercializa con media res, lo cual es antihigiénico e ineficiente. Yo entiendo las necesidades del corto plazo, pero en la Argentina también hay mucha gente que su problema no es si vendió un peso de más o de menos, sino que está con dificultades para obtener una canasta básica de consumo. Este es el equilibrio que queremos trabajar.

¿Cómo va a repercutir la reapertura de paritarias en las góndolas?

Los salarios vienen desfasados. No se puede generalizar, las empresas tienen realidades particulares. Muchas recompusieron su margen de rentabilidad y tienen todo el espacio de ganar más plata en base a mayor volumen de venta, no a mayores márgenes de rentabilidad. Rechazamos la idea de que la suba de salarios va a ser inflacionaria. Es necesario recomponer salarios y eso puede ser perfectamente absorbido por la suba de costo de las empresas.

¿Por qué cuesta tanto que los argentinos inviertan en Argentina?

En Argentina está habiendo un proceso de inversiones. No voy a anunciar ninguna “lluvia de inversiones”. La realidad es que en el primer trimestre de este año la inversión aumentó un 14% con respecto a 2019. Eso habla de una leve recomposición en construcción, obras civiles, compras de maquinaria y equipo, etc. Desde que comenzó el gobierno de Alberto Fernández hubo 900 anuncios de inversiones, muchos ya concretados, muchos en proceso por US$35.000 millones, unos 45 o 46 son de firmas extranjeras. Estamos muy lejos de la idea de que nadie invierte o de que hay un éxodo de inversiones. Por supuesto con todas las complicaciones que tiene el mundo en pandemia y una Argentina que le ha costado encontrar un sendero que le de mayor certidumbre. En esto está trabajando mucho el ministro de Economía. Se dio un paso importantísimo en reestructurar la deuda con los acreedores privados, se está trabajando con el FMI lo cual también va a ser una palanca para generar mayor certidumbre y trabajamos codo a codo con Martín Guzmán en generar inversiones que den mayor sostenibilidad macroeconómica.

¿Qué le pasa al Gobierno cuando ve a Lacalle Pou llamando a los argentinos a invertir en Uruguay?

No me genera ningún problema. Me han preguntado varias veces por Marcos Galperin que se fue a vivir a Uruguay. Dicen que hay éxodo de empresas y hasta se llegó a decir que está exiliado. MercadoLibre en el último año invirtió US$1.000 millones en la Argentina. Creó una cantidad impresionante de nuevos empleos. Si eso es un éxodo o un exilio, quiero muchos de esos… Me parece poco relevante donde viven los empresarios argentinos, mientras inviertan acá y sus empresas sigan creciendo, no me parece un problema, es una decisión personal. Les gustará más el parque Rodó. Es hermoso Montevideo, pero me interesa que las empresas locales e internacionales inviertan más acá.

Pero Lacalle Pou llamó a invertir en Uruguay…

Estamos a favor de que el Mercosur se integre más. A mí me encantaría que las empresas Argentina inviertan más acá, en Uruguay, en Brasil. El gran tema pendiente que le quedó al Mercosur es la integración productiva. Se hizo una muy buena integración comercial que llegó a su momento cumbre en 2011, pero necesitamos más integración productiva. Sin ir más lejos, hoy Estados Unidos está hablando de lo mismo, de cadenas de valor más cortas y resilientes. La pandemia con un Mercosur más fuerte podría haber generado más industrias de equipamiento médico, proyectos de vacunación y a lo mejor muchos de los problemas que tuvimos podrían haberse enfrentado de otra manera. Que Lacalle Pou invite a invertir en Uruguay me parece bien. Alberto invitará a invertir en Argentina a uruguayos, brasileros, paraguayos. Queremos un Mercosur más integrado.

Ver más: “Aquí se puede pensar a largo plazo”, Lacalle Pou invitó a los argentinos a mudarse a Uruguay

-¿Cómo avanza el proyecto sobre la producción de cannabis?

Estamos en un proceso fundacional. Elaboramos un proyecto de ley con un trabajo intenso de este Ministerio con muchos sectores de investigación y de producción de cannabis. Presentamos el proyecto en junio y el Senado en julio le dio la media sanción. Estamos esperando que la Cámara de Diputados lo convierta en ley. Una vez que tengamos eso arranca el interesante proceso de implementación que va a requerir la conformación de una agencia de regulación. Es una actividad muy regulada que va a requerir otorgar licencias a cada emprendimiento, vamos a dar un peso importante a aquellos de cooperativas y pymes y también a la calidad. Trabajar en un producto diferenciador en calidad es lo que le da un valor de exportación importante. Tenemos estimaciones muy preliminares y conservadoras. Es un sector nuevo y es difícil pronosticar, pero creemos que serán unos US$100 millones de inversiones que generarían unos 10.000 puestos de trabajo, ventas por US$500 millones y US$50 millones de exportación en el mediano plazo. Es un sector que va a tener un desarrollo interesante en la próxima década.

Ver más: Alberto Fernández a favor del cannabis: ¿cuántos millones generaría la industria en Argentina?

El litio en Argentina es otra industria con gran potencial...

Argentina tiene hoy unos 20 proyectos dando vueltas. Hay un terreno fértil y enorme para avanzar. Hoy Argentina es un jugador relativamente pequeño a nivel mundial, pero esto recién empieza. Más aún después del anuncio que hizo el presidente Joe Biden de acelerar esta carrera por la electro movilidad y de salir del escenario de emisiones contaminantes. Es algo que yo vengo haciendo desde hace mucho tiempo. Hace diez años parecía que esto iba a ser lento, hace dos la gente ya estaba muy escéptica y decían que había que volver a pensar en vehículos a GNC. La verdad es que lo que se ve hoy es una aceleración, aún más con la pandemia, tanto con el litio como con las energías alternativas, como con el tema del hidrógeno verde. Queremos que Argentina sea protagonista en la cadena productiva de la electro movilidad.

Ver más: Oro blanco: Argentina podría convertirse en potencia mundial del litio

.¿Cómo proyecta el escenario post elecciones?

Estamos muy bien posicionados para hacer un buen papel. Lo que se está jugando hoy es este sendero de una política productiva, de tener una política de desarrollo. Hemos incorporado nuevas agendas que la Argentina no tenía, que habían quedado relegados en el Gobierno anterior, quien que se había focalizando en la esfera financiera y había desatendido la economía real; y no por casualidad terminamos con una crisis. Me imagino un escenario donde se reafirma la confianza en el Presidente y donde el avance de la vacunación nos permita poner en marcha todo el aparato productivo para poder desplegar estas políticas de mediano y largo plazo. Tengo un optimismo muy grande para esta década.