Bogotá — Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, presidente del Grupo Aval -uno de los conglomerados financieros más grandes de Colombia e incluso de la región- cree que el futuro de la banca se debe enfrentar con grandes inversiones en tecnología. “En este camino el reto es convertir más clientes físicos en digitales”, dijo el empresario.
Sarmiento, hijo de Luis Carlos Sarmiento Angulo, el hombre más rico de Colombia -cuya fortuna está en 8.400 millones de dólares-, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, no descarta que en un futuro pueda haber productos con criptoactivos en sus bancos, pero aclara que esto sucedería una vez la Superintendencia Financiera de Colombia regule el mercado “de forma segura y confiable”.
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En entrevista con Bloomberg Línea, Sarmiento se refirió, también, al ‘boom’ fintech y de neobancos en el país y en los distintos mercados en los que opera, especialmente en Centroamérica, que se ha convertido en competencia en el mismo renglón. Solo por dar algunos datos, en Colombia ya hay más de 200 fintech; han llegado nuevos jugadores al país como el brasilero Nubank, de David Vélez, o como la reciente presentación de Lulo Bank, el banco digital de la familia Gilinski.
Si bien los bancos de Aval fueron a los que mejor les fue en medio de la pandemia en el país, el adaptarse a la tecnología ha sido uno de los principales retos del conglomerado para posicionarse con la misma contundencia que sus competidores. “Algunos de sus pares fueron los primeros en moverse y ahora los bancos de Aval están tratando de alcanzarlos. Lanzaron dale! con 60 mil clientes, una proporción de los 12 millones de Daviplata o 6 millones de Nequi (Bancolombia)”, señala un informe de JPMorgan del pasado 10 de junio que analiza los retos del conglomerado.
Sobre este tema, Sarmiento dice que el objetivo de dale! “es más la de la creación de una plataforma de pagos digitales P2P y P2B totalmente interoperable y posiblemente en e-commerce”.
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El directivo habló también sobre qué necesita el país para la reactivación; la necesidad de que se amplíe la base de tributación con el fin de hacer sostenible las finanzas; de ajustar los costos para incentivar el empleo formal, de cómo se imagina el futuro de la banca, a qué nuevos negocios le apuntará y sobre cuáles son las lecciones que le ha dejado la emergencia sanitaria.
Bloomberg Línea: En el último año, Colombia y el mundo han vivido una de las peores crisis en un siglo, tanto sanitaria como económica. ¿Cuáles cree que son las palancas que se deben mover para lograr la reactivación del país? ¿En dónde se deben hacer los esfuerzos para lograr la recuperación?
Luis Carlos Sarmiento: Resumiría las palancas así: la primera, es que el país debe entender que si no ponemos el bien común delante de los intereses personales, difícilmente saldremos adelante. Lo segundo es que debemos aplanar la curva de contagios. Para esto, el Gobierno Nacional puso en marcha, desde febrero de este año, un agresivo plan de vacunación que empieza a rendir frutos. En las últimas semanas nos hemos unido a éste varios empresarios privados quienes hemos empezado a vacunar a nuestros propios colaboradores. Tercero es que mientras se logran los objetivos anteriores, con cuidados especiales, debemos reabrir el país. Y cuarto: si se logra todo lo anterior, se consolidará la reactivación económica del país, se incentivará el consumo de los hogares y se recuperará el empleo. Se necesita todo lo anterior para generar un aire de optimismo para los colombianos.
El Gobierno y algunos organismos internacionales prevén que Colombia tendrá un crecimiento superior al 7 %. ¿Cree que es posible?
Al ser el año 2020 la base de comparación para el crecimiento de 2021, y si en efecto se dan las palancas que mencionaba antes, seguramente se podrá logar un crecimiento como el que usted dice. De hecho, febrero, marzo y abril mostraron tendencias que nos llevarían a esos niveles. Después vinieron las protestas, asonadas y actos vandálicos de mayo que en algo limitaron este impulso. Pero confío en que ya estemos saliendo de ese bache.
¿Cuál ha sido el balance del papel del sector financiero para el país en la pandemia? ¿Y cuál cree que será para los próximos años?
El sector financiero es la espina dorsal de un país y por lo tanto crítico para su funcionamiento. Durante la pandemia se volvió a comprobar esta hipótesis. No solo porque desde el primer momento los bancos buscaron la manera de brindar alivios a sus clientes, sino también porque se evidenció la bondad de los desarrollos de la digitalización de productos y servicios por los principales bancos del país en los últimos años. Precisamente estas herramientas digitales permitieron que los clientes financieros continuaran manejando sus inversiones y recursos con normalidad, que muchos de ellos descubrieran este apasionante mundo digital y que se distribuyeran con facilidad los apoyos del Gobierno a las familias más vulnerables.
Pero obviamente si al país le va bien, ocurre lo mismo con el sector, y viceversa. Por esta razón los resultados del sector se vieron muy afectados. Aunque nosotros, en Grupo Aval no fuimos la excepción, nuestra afectación fue proporcionalmente menor que la de nuestros colegas en Colombia y en la región debido a una gestión tradicionalmente conservadora, a una estrategia de diversificación entre líneas de negocio y geografías, así como a la adaptabilidad de nuestros colaboradores a la nueva normalidad.
Creo que a futuro el rol del sector financiero continuará siendo determinante, no solo desde el punto de vista económico, sino también desde la sostenibilidad. En Grupo Aval entendemos y estamos comprometidos con la importancia de los factores ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo). Tener en cuenta estos aspectos e incorporarlos dentro de la estrategia de negocio es fundamental para continuar garantizando no solo la operación, sino la prosperidad de los lugares en los que operamos y, por ende, el desarrollo y crecimiento de las empresas.
“La reforma propone diferenciar los impuestos al sector financiero de aquellos al resto de los colombianos. Esto, aunque popular, solo consigue castigar los esfuerzos de quienes trabajan para perfeccionar sus modelos de negocio”.
Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez
Se alistan en el Congreso reformas con el fin de contener los efectos nocivos de la pandemia. La más debatida ha sido la tributaria. En su criterio, ¿qué sí y que no debe tener dicha reforma? ¿Y qué otras reformas son, en su opinión, necesarias?
Por ahora, después de buscar consensos con los partidos políticos, jóvenes y sectores sociales, el Gobierno ha presentado una reforma que en algo aliviana el déficit fiscal, sobre todo la acelerada que sufrió por cuenta de la pandemia. Como se ha vuelto tradicional, la reforma propone diferenciar los impuestos al sector financiero de aquellos al resto de los colombianos. Esto, aunque popular, solo consigue castigar los esfuerzos de quienes trabajan incusamente para perfeccionar sus modelos de negocio. En ese sentido, el grito de alerta es a las industrias que hacia adelante se distingan por sus buenos resultados, porque seguramente entrarán a formar parte de este “club”.
En algún momento el país estará en capacidad de entender que una reforma tributaria que no expanda la base de contribuyentes difícilmente sacará al país de su nivel actual de desarrollo. Claramente este no es el momento para ello.
En cuanto a otras reformas, se debe buscar calidad antes que cantidad. El propósito no debe ser pasarlas por pasarlas sino asegurarse de que el resultado de nuevas reformas sea incentivar las empresas, la infraestructura, el pago asegurado de una pensión digna, la generación de empleo y, como resultado de todo lo anterior, el pago de impuestos.
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¿Qué cree que debe pasar para atacar el desempleo y la informalidad?
El sector privado debe ser el motor de empleo de un país con ilusiones de prosperar. Para que esto se materialice, se deben dar las condiciones para que las empresas necesiten más colaboradores. Esas condiciones deben incluir costos laborales razonables para el empleo formal e incentivos tributarios para quienes expandan sus bases de empleados y para quienes creen nuevas empresas. Lo anterior solo sucede cuando las economías crecen a un ritmo que lleve a las empresas a requerir mayores plantas de personal para satisfacer la demanda. El crecimiento de la economía debe ser de una importancia tal que genere una demanda laboral marginal aún después de tener en cuenta la natural pérdida de empleos que origina la automatización de procesos. Por lo anterior, en muchos casos los nuevos puestos laborales serán ocupados por colaboradores especializados en temas diferentes a los de aquellas posiciones que se eliminen. Los sistemas educativos del país deben tener esto en cuenta para incentivar a los planteles académicos a orientar a sus estudiantes hacia este tipo de especializaciones.
“En algún momento el país estará en capacidad de entender que una reforma tributaria que no expanda la base de contribuyentes difícilmente sacará al país de su nivel actual de desarrollo. Claramente este no es el momento para ello”
Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez
En medio de una de las peores crisis económicas y sociales, ¿cuáles cree que son las claves para que Colombia cree más empleo y reduzca la pobreza?
Más allá de la reducción de los costos de contratación y empleo formal, la clave está en un crecimiento sostenido de la economía y en la regulación amigable hacia el empleador. Colombia tiene grandes retos en esta materia y también un número importante de oportunidades.
¿Para usted, la pandemia qué cambió definitivamente en la manera de hacer negocios? ¿Qué cambió en la manera de trabajar?
Por parte de nuestro equipo humano, la pandemia modificó, sin duda, la manera de relacionarnos y la virtualidad tomó un impulso agigantado que llegó para quedarse. Con la pandemia tuvimos que activar nuestros planes de contingencia para operar el Grupo de manera remota. Por el lado de nuestros clientes, la pandemia aceleró la adopción de herramientas digitales y nuevas tecnologías. El reto ahora es continuar desarrollando herramientas digitales de fácil uso y acceso para que las personas puedan gestionar su dinero y sus productos desde cualquier lugar.
El Banco de Bogotá es una de las primeras entidades que se alió con una plataforma cripto para hacer pilotos de operaciones de depósito y retiro en el sandbox de la Superfinanciera. Varias firmas reconocidas internacionalmente le están dando el respaldo al Bitcoin. ¿Cuál es su visión sobre el mercado cripto y qué papel quiere que juegue el Grupo Aval en este en los próximos años?
Por ahora, solo decidimos participar con Banco de Bogotá en el piloto de criptomonedas. Una vez sea un mercado regulado por la SFC para operar de forma segura y confiable, estudiaremos la posibilidad de participar con más vigor. Bajo esas condiciones, los criptoactivos permitirán desarrollar nuevos productos y servicios que fortalezcan nuestra estrategia de pagos digitales. Se requerirán esfuerzos importantes en educación financiera para que las personas que decidan transar con este tipo de activos sean conscientes de las volatilidades de este mercado.
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¿Le preocupa la llegada de grandes jugadores fintech y neobancos a la industria? ¿Qué expectativas tiene del Grupo Aval en este segmento en los próximos 5 años?
La industria financiera colombiana es probablemente la más competida del país y lo ha sido a través de los años. Por décadas le hemos dado la bienvenida y la mano a competidores nacionales y extranjeros con nuevas maneras de afrontar el negocio. Seguramente la entrada de tantas fintechs y de varios neobancos dinamizará la industria, lo cual veo con muy buenos ojos. Mucho aprenderemos de ellos y una u otra cosa aprenderán de nosotros. Ojalá que no se presente un caso de asimetría regulatoria y que por el contrario la regulación a los servicios prestados sea igual para todos. De esa manera la competencia será más pura. En Aval nos trazamos un camino digital hace ya varios años, y lo hemos seguido con disciplina y atención a la rentabilidad. Seguiremos ejecutándola y adaptándola semana a semana en los próximos años.
“Seguramente la entrada de tantas fintechs y de varios neobancos dinamizará la industria, lo cual veo con muy buenos ojos. (...) Ojalá que no se presente un caso de asimetría regulatoria y que por el contrario la regulación a los servicios prestados sea igual para todos”.
Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez
En línea con lo anterior, el Grupo Aval ya cuenta con la Sedpe dale!. ¿Tienen planes de convertirla en neobanco para competir en esta industria de colocación y captación 100 % digital que cada vez tiene más tracción?
Los bancos de Aval actualmente están en plena capacidad de participar, y lo están haciendo a través de innovadores productos digitales en la industria de colocación y captación 100 % digital. La idea detrás de la Sociedad Especializada en Depósitos y Pagos electrónicos (Sedpe) es más la de la creación de una plataforma de pagos digitales P2P y P2B totalmente interoperable y posiblemente en e-commerce. Con dale! estamos incursionando en servicios de Banking as a Service, con la que buscamos acelerar la digitalización financiera, la innovación y la promoción de los pagos electrónicos.
¿Cómo proyecta que sea en el futuro del sector bancario?
Sin duda, la tecnología ha significado un antes y un después, y eso es lo que ha modificado la forma en que los clientes administran su dinero. Las oficinas bancarias se han estado transformando y me imagino que un futuro el concepto de oficina y de hall bancario será muy diferente. Seguramente pasarán a ser centros de comunicación, en los que uno llegue y pueda gestionar de forma autónoma sus solicitudes, pidiendo apoyo, a través de canales digitales presentes en las mismas oficinas, cuando sea necesario. Creo que puede existir un gran centro de operadores digitales, que optimice el tiempo gracias a la atención de muchas oficinas a la vez. En este camino está el reto para convertir más clientes físicos en digitales. Indiscutiblemente, será necesario continuar en la digitalización de los bancos existentes y eso implica que deben seguir las altísimas inversiones en materia de transformación digital para optimizar, cada vez más, la operación y los productos de los clientes.
¿Qué productos o alianzas clave se vienen en el Grupo Aval y en qué segmentos?
En línea con nuestra estrategia de sostenibilidad, quiero destacar que nuestras entidades están desarrollando líneas de crédito verdes para personas y empresas. Estas líneas se enfocarán en la financiación de: granjas solares, parques eólicos, pequeñas centrales hidroeléctricas, calentadores solares de agua, compra de vehículos eléctricos, entre otros. Asimismo, se está trabajando en la estructuración y emisión de bonos verdes y sociales para impulsar proyectos en pro del cuidado del medio ambiente y el bienestar de la sociedad.
¿Qué cree que debe hacer Colombia para que los casos de empresas colombianas que cotizan en las bolsas de Estados Unidos dejen de ser la excepción y se convierta en lo cotidiano?
Creo que, antes de pensar en más empresas cotizando en bolsas extranjeras como la de Nueva York, es muy importante que más empresas se listen en la Bolsa de Colombia. En este país existen muchas empresas muy fuertes que tienen todo el potencial de emitir valores, tanto bonos como acciones en el mercado local. Desafortunadamente el mercado local cuenta con muy pocos emisores comparado con otros países en la región aun cuando la Bolsa de Valores ha trabajado fuertemente para ampliar el mercado de capitales. Una vez el mercado de capitales colombiano logre tener más emisores y mejor liquidez, veremos más empresas participando del mercado de capitales extranjero.
¿Qué lecciones le ha dejado la pandemia?
La mayor enseñanza es que nunca es excesiva la preparación que se haga para eventos impredecibles y de muy baja probabilidad. El monto de las inversiones para prepararnos para eventos casi impensables quedó más que justificado al comprobar que ni un solo peso fue mal invertido. El covid me ha permitido reafirmar que, como empresas, nuestro rol es fundamental en la sociedad y que únicamente es posible salir adelante cuando se camina en la misma dirección y se trabaja por un objetivo común. En este sentido, toma aún más sentido que el liderazgo de las organizaciones continúe por el camino de la sostenibilidad, haciéndola parte de la estrategia de negocio pues, en definitiva, la gestión exitosa es aquella que, en un marco de ética y transparencia, contempla y nos permite responder a las necesidades y expectativas de los grupos de interés.
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