El Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés) advirtió en un informe el lunes que el planeta se calentará 1,5°C en los próximos 20 años si no se implementan medidas inmediatas y drásticas para eliminar la contaminación por gases de efecto invernadero.
Los más de 200 científicos que participaron en su investigación pronosticaron que la tendencia al calentamiento se detendrá hasta que cesen las emisiones. El informe fue revelado a menos de tres meses de la COP26 de las Naciones Unidas, la conferencia que promueve las conversaciones sobre el clima, y sus conclusiones representan un riesgo para el Acuerdo de París, acordado a nivel mundial para mantener el calentamiento global por debajo de 2°C.
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El acuerdo fue firmado en 2015 y allí los países se comprometieron a presentar Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) para reducir sus emisiones. Luego, en 2020, decenas actualizaron sus objetivos, haciéndolos más ambiciosos. Pero ¿cuáles son esos compromisos de los países de Latinoamérica y cómo van con sus objetivos?
La iniciativa Adaptación Global de Notre Dame (ND-GAIN), de la Universidad de Notre Dame en EE.UU., evalúa a 184 países a través de un índice que mide cuál es la vulnerabilidad de un país frente al cambio climático en conjunto con su preparación económica, social y de gobernanza para hacerle frente.
La puntuación de estos países permite establecer un ranking de índice ND-GAIN, que se compone de una calificación de vulnerabilidad y otra de preparación. La evaluación más reciente fue en 2019 y posiciona a los países de Latinoamérica de la siguiente manera:
País | Vulnerabilidad | Preparación | Puesto global (Combina vulnerabilidad y preparación) |
---|---|---|---|
Chile | Es el 21° país menos vulnerable | El 37° más preparado | 28 |
Uruguay | Es el 77° país menos vulnerable | El 57° más preparado | 58 |
Costa Rica | Es el 45° país menos vulnerable | El 72° más preparado | 60 |
Panamá | Es el 66° país menos vulnerable | El 92° menos preparado | 80 |
Argentina | Es el 75º país menos vulnerable | El 86º menos preparado | 84 |
México | Es el 82° país menos vulnerable | El 85° menos preparado | 89 |
Colombia | Es el 84° país menos vulnerable | El 83° menos preparado | 91 |
Perú | Es el 79° país menos vulnerable | El 96° menos preparado | 91 |
Paraguay | Es el 79° país menos vulnerable | El 78° menos preparado | 91 |
Brasil | Es el 64° país menos vulnerable | El 67° menos preparado | 94 |
República Dominicana | Es el 85° país menos vulnerable | El 71° menos preparado | 103 |
El Salvador | Es el 78° país más vulnerable | El 64° menos preparado | 108 |
Ecuador | Es el 79° país más vulnerable | El 63° menos preparado | 108 |
Guatemala | Es el 72° país más vulnerable | El 46° menos preparado | 118 |
Nicaragua | Es el 74° país más vulnerable | El 25° menos preparado | 131 |
Bolivia | Es el 62° país más vulnerable | El 33° menos preparado | 133 |
Honduras | Es el 64° país más vulnerable | El 24° menos preparado | 136 |
Venezuela | Es el 69° país menos vulnerable | El 3° menos preparado | 138 |
Por otro lado, la herramienta Climate Action Tracker, que rastrea las acciones climáticas de los gobiernos con respecto a sus metas fijadas y ofrece un análisis científico de manera independiente, ha seguido de cerca las medidas tomadas por algunos países de la región y estas son sus conclusiones:
Brasil
Brasil presentó una CDN actualizada el pasado 9 de noviembre y, según Climate Tracker, esta nueva meta debilita sus “objetivos de acción climática para el 2025 y 2030” y hace que el país incumpla con el requisito del Acuerdo de París que exige que cada CDN sucesiva tenga que representar una progresión más allá de la actual.
Este CDN le permite a Brasil cumplir su objetivo para 2025 de lograr una reducción del 37% en las emisiones, por debajo de los niveles de 2005, y de lograr una reducción del 43% para 2030. Sin embargo, el gobierno aumentó las emisiones del año base que es usado como referencia, pero no adaptó sus objetivos a este cambio, lo que significa que Brasil tendrá “un amplio margen para aumentar sus emisiones durante los próximos años”.
Además, en esta nueva actualización se eliminaron los objetivos para detener la deforestación ilegal, y por ende las emisiones derivadas, así como las metas para restaurar los bosques y mejorar el manejo de los bosques nativos.
Un avance positivo en la presentación de la CDN de Brasil es que el gobierno incluyó un objetivo de neutralidad climática en 2060. “Si este objetivo se confirmara como una estrategia a largo plazo, Brasil se uniría a las filas de los principales emisores que se han comprometido a lograr emisiones netas cero alrededor de la mitad del siglo”, cita Climate Tracker. Sin embargo, esta meta está condicionada a la asistencia económica internacional.
Colombia
Colombia actualizó su CDN en diciembre de 2020 y, aunque es una meta más ambiciosa, no incluye políticas adecuadas para abordar las emisiones de los sectores de energía y transporte, los que más usan combustibles fósiles en el país. Según Climate Tracker, Colombia mejoró su objetivo al establecer en 2030 un límite absoluto de emisiones y reducir la tasa de deforestación a 50.000 hectáreas por año.
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Sin embargo, aunque el gobierno ha fijado objetivos para la energía renovable y el uso de vehículos eléctricos, no ha determinado metas claras para reducir la cantidad de combustibles fósiles utilizados o producidos. Tampoco ha incluido una fecha para la eliminación gradual del carbón o una fecha para finalizar las ventas de autos de combustibles fósiles. Debido a que casi el 4% del PIB de Colombia proviene del petróleo y el país usa el 77% de combustibles fósiles en su sector energético, se necesitan más medidas para ir eliminando gradualmente estos combustibles.
Costa Rica
El 30 de diciembre de 2020, Costa Rica actualizó su CDN e incluyó un objetivo de emisiones netas máximas absolutas y agregó un presupuesto de emisiones. El país es uno de los que clasifica con metas compatibles con el objetivo de 2°C. Además, en los últimos años, Costa Rica ha realizado esfuerzos para implementar políticas que apoyen la electrificación del sector del transporte, la mayor fuente de emisiones del país, mientras que el sistema eléctrico ya está descarbonizado al funcionar con casi un 100% de energía renovable.
Costa Rica también implementó un plan para lograr emisiones netas cero para 2050 a través de un Plan Nacional de Descarbonización 2018-2050 que incluye a todos los sectores de la economía. Este proyecto es más ambicioso que los objetivos del Acuerdo de París de Costa Rica para 2030 y 2050 y si el país implementa todas las nuevas políticas mencionadas en ese plan podría lograr la neutralidad de carbono para 2050.
Chile
Chile actualizó su CDN el 9 de abril de 2020 y aunque mejoró sus medidas de mitigación en comparación con su borrador de 2019, para Climate Tracker siguen siendo objetivos “insuficientes” para el límite de 1,5°C del Acuerdo de París. El análisis indica que al implementar sus políticas de mitigación el país podría reducir sus emisiones entre 99 y 101 MtCO2e (toneladas métricas de dióxido de carbono) para 2030 y alcanzar un pico de emisiones en 2025.
Perú
Perú presentó una actualización en diciembre de 2020 que, aunque fortalece un poco su objetivo para 2030, sigue siendo calificada como “insuficiente” por Climate Tracker al no ser compatible con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C.
Su nueva meta es alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, pero se alcanzaría con la implementación de políticas actuales y no considera políticas adicionales. “Esto destaca una oportunidad perdida para que Perú aumente su acción climática y establezca objetivos realistas, pero ambiciosos, que estén alineados con los objetivos de temperatura del Acuerdo de París”, cita el análisis.
México
México también presentó una CDN actualizada el 30 de diciembre de 2020. Sin embargo, sus objetivos no variaron y sus proyecciones de emisiones bajo la modalidad de negocio habitual continuaron aumentando. Climate Tracker calificó sus metas de “muy insuficientes” e indicó que sus medidas reducen su ambición climática, pues no cumplió el requisito del Acuerdo de París de que cada CDN debe representar una progresión o mejora.
Esta actualización no menciona un objetivo neto cero ni un compromiso de reducir las emisiones en un 50% por debajo de los niveles del año 2000 en 2050, como se mencionó en su primera CDN. Además, sus metas no son consistentes con mantener el calentamiento por debajo de 2°C y mucho menos limitarlo a 1,5°C.
Argentina
El gobierno argentino presentó su CDN actualizada en diciembre de 2020 y con ella estableció una meta absoluta y para toda la economía de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Luego de esta actualización, Climate Tracker cambió de “críticamente insuficiente” a “insuficiente” la calificación de sus esfuerzos.
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Según el análisis, sus objetivos aún no son compatibles con la meta de limitar el calentamiento global. En esta actualización, Argentina se comprometió a limitar sus emisiones a 313 MtCO2e para 2030, pero esta cifra es un 26% menos de la meta que se había impuesto anteriormente.
El objetivo establece que las emisiones para 2030 estarán al mismo nivel que las emisiones de los últimos años, lo que podría significar que Argentina buscaría generar más emisiones a pesar de ser un país en desarrollo. Sin embargo, cita el análisis, los objetivos deberían reflejar acciones concretas y por sectores a corto plazo para reducirlas, como incluir “la eliminación progresiva de la exploración y extracción de combustibles fósiles, la eliminación de subsidios a los combustibles fósiles o el hacerle frente a la creciente dependencia del país de la producción y exportación de carne”.
Panamá
El gobierno panameño actualizó su CDN el pasado 28 de diciembre de 2020. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), el país ha mejorado sus objetivos para los sectores de Energía y UTC y ha incluido compromisos para sectores estratégicos. En cuanto al de energía, su meta es reducir las emisiones en un 24%, al menos un 11,5% para 2030 (una reducción de unos 60 millones de toneladas de CO2e entre 2022-2050), y hasta 10 millones de toneladas de CO2e entre 2022 y 2030. El país también estableció como objetivo restaurar 50.000 hectáreas de bosques.
Pese a estos compromisos, Panamá no presentó un presupuesto de carbono y no mencionó una estrategia a largo plazo. WWF catalogó al país como “altamente vulnerable” y con baja responsabilidad dado que sus emisiones de carbono representan el 0,036% de las emisiones globales.
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