Empresas privadas ya desarrollan proyectos de hidrógeno verde en México

El país concentra inversiones por 1.300 millones de dólares para producir el combustible y amoniaco verde.

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Ciudad de México — A pesar de la apuesta del gobierno actual por combustibles fósiles, las empresas privadas ya desarrollan al menos dos proyectos para producir hidrógeno verde en México.

Los proyectos en el país concentran inversiones por 1.300 millones de dólares para producir el combustible limpio y amoniaco verde, detalló a Bloomberg Línea, Israel Hurtado, presidente de la Asociación Mexicana de Hidrógeno.

El representante energético reveló que la empresa Dhamma Energy se encuentra en desarrollo para un central solar en el estado de Guanajuato con la que producirá el energético para inyectarlo a un ducto que se dirigirá a un parque industrial.

Otro proyecto que mencionó es para producción de amoniaco ‘verde’, pero Hurtado declinó dar más detalles por cuestiones de confidencialidad.

En junio de 2021, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) recibió información de impacto ambiental de la empresa Neptuno Solar sobre una central solar en San Luis Potosí para producir hidrógeno verde.

La inversión total del proyecto es de 3,931 millones de pesos, el cual comenzaría a construirse en 2022 y entraría en operaciones hacia 2027, según un documento oficial.

La historia del gas como combustible no es nueva, esta se remonta a 1969 cuando se usó en la misión espacial Apolo XI que llevó a la humanidad a la luna por primera vez.

Hoy existen múltiples formas de obtenerlo. Las primeras fueron con carbón, gas y petróleo, incluso energía nuclear. La diferencia que le da el carácter verde es el uso de fuentes de energía renovable como la solar, eólica o geotérmica para su producción.

El elemento más abundante del universo se obtiene a través de un proceso químico llamado electrolisis, es decir, la separación de las moléculas de agua en oxígeno e hidrógeno, mediante electricidad renovable.

Las aplicaciones del hidrógeno verde se están reflejando en el transporte privado y público, incluso aéreo, respaldo de centrales intermitentes y para la producción de fertilizantes.

Tampoco es el energético perfecto. Los principales riesgos del hidrógeno son incendios y explosiones por su alta inflamabilidad, fugas, fallas en los tanques de almacenamiento y condensación el aire son algunos que suelen enlistarse sobre su manejo y uso.

El problema mexicano

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador critica el uso de energías renovables porque son caras y arriesgan la operación del sistema eléctrico nacional por su intermitencia, además de que afectan los ingresos de la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Aunque promueve algunos proyectos de energía solar mediante la compañía del Estado, sus mayores proyectos de infraestructura energética se concentran en la producción y refinación petrolera para lograr una autarquía de combustibles líquidos.

Ver más: CFE usará préstamo de US$200 millones para proyectos de energía renovable

Hurtado reconoce que el precio del hidrógeno verde oscila entre cinco y siete dólares por kilogramo, mientras que el hidrógeno de origen fósil cuesta 1.5 dólares, aunque estima que en 10 años el precio caiga a esos niveles.

Los costos actuales no impiden que países de primer mundo como Alemania y de América Latina como Chile inviertan en proyectos de hidrógeno.

El gigante energético BP desarrollará una planta de hidrógeno verde para alimentar su refinería de Lingen al noroeste de Alemania.

América Latina también está apostando por el combustible limpio. El gobierno de Chile anunció una estrategia para convertirse en uno de los principales exportadores de hidrógeno verde con una inversión de 200.000 millones de dólares en los próximos 20 años.

La normatividad del hidrógeno es una “zona gris” en México, por lo que debe trabajarse una regulación específica, ante el potencial de energías renovables, donde 75% del territorio es fértil para generación fotovoltaica.

Hurtado advierte el potencial de la segunda economía más grande de la región latinoamericana, la cual puede convertirse en un “hub” para la región y uno de los principales exportadores. “México podría tener más inversiones en ese sentido”.

La Asociación cuenta con 47 asociados como Iberdrola, Grupo México y Siemens.