El problema de la inflación en América Latina

Las expectativas están por arriba de las metas para 2021, lo que pone presión a los bancos centrales para actuar antes de lo esperado y, quizá, agresivamente.

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Ciudad de México — La recuperación de la crisis económica y sanitaria a consecuencia del COVID-19 dejó un problema de inflación en 2021 a América Latina que, si bien no es igual en todas las latitudes, coloca a los bancos centrales de las principales economías de la región en una ruta compleja de normalización de las tasas de interés.

El gran confinamiento y los cierres de sectores económicos frenaron el consumo de productos, bienes, servicios y materias primas. Los bancos centrales, ante la contracción de la demanda, redujeron las tasas de interés para apoyar a las economías afectadas por la pandemia.

Sin embargo, el avance de la vacunación y la reactivación económica ocasionan una subida de precios desde el primer trimestre de 2021.

La inflación está siendo un problema para la población de menos recursos que va al mercado a comprar la canasta básica y se topa con alzas de precios de una semana a otra, pero también lo es para los inversionistas que acuden al mercado financiero y atestiguan la presión en las tasas de interés y el riesgo de encarecimiento del crédito.

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El escenario actual en la región es de una inflación alta frente a las metas objetivo de los bancos centrales. Si bien el repunte inflacionario contiene también un componente relacionado con un efecto estrictamente estadístico que surge a partir de la variación interanual y asociado a una baja base de comparación.

El Banco Central de Brasil fue la primera institución de la región en subir su tasa en 2021, impulsado por temas fiscales. Más tarde siguió el Banco de México y posteriormente el Banco Central de Chile. En junio, México y Brasil reportaron estar en 2,88 y 4,6 puntos porcentuales, respectivamente, por arriba de sus metas de inflación.

Argentina y Venezuela son los países de América Latina con la inflación más alta, con 50,2% y 2.615,5% en junio respectivamente, no obstante, ambas naciones ya presentaban problemas con los precios antes de la pandemia, por lo que la situación no es comparable con el resto de las naciones de la región en esta coyuntura.

Entrado el segundo semestre del 2021, las autoridades monetarias de América Latina pusieron sus ojos en la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos ante el impacto de sus decisiones en el tipo de cambio y en el debate alrededor de la transitoriedad del repunte inflacionario.

La postura de la inflación temporal por parte de los bancos centrales podría comenzar a flexibilizarse toda vez que las economías de la región aún no están completamente abiertas, es decir, en la medida que se reactiven los sectores más rezagados, podría esperarse una inflación subyacente un poco más alta.

El economista senior para América Latina en S&P Global Ratings, Elijah Oliveros-Rosen, dijo a Bloomberg Línea que el problema para los países de la región no solo es que la inflación observada esté arriba del objetivo central, sino que las expectativas están por arriba de las metas para 2021, lo que presiona a los bancos para actuar antes de lo esperado y quizá agresivamente.

“La inflación pone a los bancos centrales en una situación un poco incómoda en la cual tienen que comenzar a subir tasas dentro de un contexto en el que la actividad económica sigue siendo floja, la recuperación sigue siendo débil y existe todavía mucha incertidumbre”.

Elijah Oliveros-Rosen, economista senior para América Latina en S&P Global Ratings

¿Hasta qué punto los bancos van a tolerar los niveles de inflación actuales? Oliveros-Rosen considera que esa es una pregunta que cada país deberá responder. Los bancos tienen la tarea de analizar y encontrar un balance de los factores de la inflación que son transitorios y aquellos que pueden ser persistentes.

“Tendríamos que normalizar las tasas a niveles prepandémicos, pero las tasas no van a subir a niveles altos porque vienen de niveles muy bajos, estamos hablando de las tasas a niveles neutros y eso es un punto importante”, afirmó el economista, reconocido por FocusEconomics como uno de los mejores pronosticadores de la inflación en la región para 2020.

La caída de las tasas reales

La tasa de retorno de inversión real que ofrecen México, Brasil, Perú, Chile y Colombia registra pérdidas históricas a pesar de las decisiones de los bancos centrales por aumentar la tasa de interés referencial, por lo que los inversionistas han optado por instrumentos de mayor riesgo como el mercado accionario.

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En México el nivel de inflación en julio se ubicó en 5,81% frente a una tasa de interés de 4,25%, lo que arroja una tasa real negativa de 1,56%. Con este dato, el indicador acumula cinco meses a la baja; hasta ahora, abril de 2021 es el mes con la tasa negativa más baja desde que se tiene registro.

La economía chilena hila 23 meses con una tasa real negativa, misma que se profundizó en julio de 2021 al marcar una pérdida de 3,3%, esto debido al nivel de inflación que se ubicó en 4,5% en julio y a la subida en la tasa referencial a 0,75%.

Perú acumula 18 meses con pérdidas; al igual que Chile, julio ha sido el mes con mayor minusvalía al establecerse en 3,55% ante una tasa referencial de 0.25% frente a un nivel de inflación observada de 3,81% en dicho mes.

Brasil es el país emergente de la región con la inflación más alta, al situarse en un nivel de 8,35% en junio de 2021, sin embargo, el banco central subió su tasa referencial el pasado 4 de agosto a un nivel de 5,25%, con lo que bajó la diferencia real a 3,1%.

El caso en Colombia no es menor, acumula cuatro meses en retornos negativos y se profundiza en 2,22% al cierre de julio, siendo el peor registro en más de una década.

“China y EE.UU. son los principales consumidores de materias primas, de los famosos commodities, como el acero, cobre, madera, petróleo. Lo que está generando es que el precio de esos insumos incremente mucho impactando a las economías porque son precios internacionales”, comentó el socio fundador de SNX Consultores, Carlos Ponce.

El profesor de la Universidad del Pacífico de Perú, Marco Ortiz, subrayó que la caída en las tasas reales contamina las decisiones de los bancos centrales por revertir la inflación, sumado a que el escenario de inversión en algunos países como México, Perú y Colombia también está siendo afectado por temas políticos.

La tasa de interés en medio de nuevas olas de COVID-19

El economista en jefe para América Latina de Credit Suisse, Alonso Cervera, dijo que no todos los países de la región están sufriendo igual la inflación. En Chile el repunte inflacionario ha sido modesto, pero en México y Brasil ha sido más marcada la inflación.

Cada banco central debe desmenuzar de dónde viene el problema del alza en precios, si es de los commodities, de un problema de producción de bienes o un efecto de la reapertura económica, o del incremento en la demanda por mayor movilidad de las personas.

Cervera pone el foco en otro efecto que no se debe dejar fuera: la propagación de la variante Delta del virus del COVID-19 y su repercusión en el número de contagios y posibles efectos sobre la actividad económica.

Si el virus vuelve a acelerar en la región, como ya lo está haciendo en México con la tercera ola de casos activos, la gente puede volver a quedarse en casa, lo que repercutiría en la demanda.

“El problema de la inflación no es generalizado en la región, no sabemos si lo vaya a ser, hay un grado enorme de incertidumbre, como nunca la habíamos vivido. Hacia adelante tal vez el riesgo de la persistencia en la inflación haya disminuido en el margen por el regreso del virus y por lo que pueda hacer en expectativas del consumidor por dejar de comprar o dejar de salir”, expuso.

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El codirector de Inversiones en Franklin Templeton Investments, Luis Gonzali, apunta que las decisiones de algunos bancos centrales por modificar su política monetaria local no estarían fuera de lugar, ya que serían aumentos preventivos.

“Creo que lo que estamos viendo son subidas de tasas preventivas. No creo que a nivel global comience a ver un ciclo restrictivo continuo. Considero que son decisiones para volver anclar las expectativas de inversión”, estimó.

Marco Ortiz, el profesor de la Universidad del Pacífico de Perú, subraya que un factor a considerar en el control de la inflación es la expectativa sobre el nivel futuro, elemento que, en el caso de México y Perú, resulta complicado porque están por cambiar a los gobernadores de los bancos centrales, Alejandro Díaz de León y Julio Velarde.

“Es un poco más complejo hacer que el control inflacionario pueda sufrir y con eso el director o gobernador actual sabe que la política que aplique en este momento no tiene un impacto tan fuerte ante las posibles decisiones que el nuevo funcionario pueda tomar”, dijo Ortiz.

Hacia el cierre de 2021, los bancos centrales saben que la carrera contra la inflación persiste, existe el riesgo de que acelere en los países donde ha estado relativamente baja.

En otro carril corre la expectativa del mercado, el cual parece haber descontado que en América Latina habrá ajustes de por lo menos 25 puntos base en cada una de las reuniones de política monetaria del resto del año. En adelante, acercarse a la meta de inflación, dependerá de la velocidad a la que avancen los bancos centrales.