Bogotá — Colombia destinó $14.000 millones para la compra de 25 camiones para el Ejército que serán utilizados para mejorar la operatividad en “áreas de atención prioritaria” en Chocó, Urabá, Putumayo y Caquetá, informó este sábado el Ministerio de Interior.
Según el Ministerio, a esta entrega se suman 10 buses y 50 camiones que en días pasados realizó ese despacho a la Escuela de Cadetes General José María Córdova para reforzar las capacidades de los uniformados.
El anuncio fue hecho por el ministro del Interior, Daniel Palacios, en el marco de la conmemoración de los 202 años de la Batalla de Boyacá y los 211 años del Ejército colombiano.
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“Esto hace parte de un paquete sin precedentes y que ningún Gobierno lo había hecho desde el Ministerio del Interior”, afirmó el jefe de ese despacho durante el evento.
El ministro también destacó que se han “fortalecido las capacidades” de la Policía gracias a un convenio con Cotecmar para “poder tener unos botes de bajo calado que sumaron una inversión de más de $7.000 millones”. Estos botes les permitirán a las autoridades “llegar a los ríos en donde asesinan a los líderes sociales”, afirmó Palacios Martínez.
El pasado 20 de julio el Gobierno colombiano radicó un nuevo proyecto de reforma tributaria en el marco de la instalación de la nueva legislatura en el Congreso.
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Esto en un nuevo intento por equilibrar las finanzas públicas tras el fracaso del anterior proyecto que provocó una ola de protestas sin precedentes en el país suramericano en los últimos años.
La nueva reforma apunta a recaudar unos $15,2 billones de pesos y tiene un componente basado en la austeridad del gasto público para ahorrar $1,9 billones anuales.
Justamente, la forma en la que se maneja el presupuesto público, la gestión durante la pandemia y la fallida reforma tributaria fueron los detonantes de la explosión social que se inició el pasado 28 de abril, con focos de violencia en Bogotá, Cali y Medellín.
Hasta finales de junio, el Gobierno había reconocido 25 muertos durante las manifestaciones, varios de ellos por disparos de la Policía, mientras que organizaciones de DDHH cifran hasta 74 fallecidos.
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