Bloomberg — Más de 30 grupos comerciales estadounidenses pidieron al gobierno de Biden que reanude las negociaciones con China y elimine los aranceles, que según ellos están perjudicando a la economía estadounidense.
En una carta enviada el jueves a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y a la representante de Comercio, Katherine Tai, los grupos instaron al gobierno estadounidense a reanudar las conversaciones con China para garantizar que Pekín cumpla sus compromisos en el marco de la primera fase del acuerdo comercial de 2020 y aumente las compras de productos estadounidenses en lo que queda de 2021.
Los grupos incluyen organizaciones influyentes como la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la Federación de la Oficina Agrícola de Estados Unidos y la Asociación de la Industria de Semiconductores.
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“Debido a los aranceles, las industrias estadounidenses se enfrentan a un aumento de los costes para fabricar productos y prestar servicios a nivel nacional, lo que hace que sus exportaciones de estos productos y servicios sean menos competitivas en el extranjero”, según una copia de la carta obtenida por Bloomberg News. “La administración puede tomar medidas inmediatas para aliviar las crecientes presiones inflacionarias y el aumento de los precios para todos los estadounidenses” reduciendo los aranceles de importación, dijeron.
Estados Unidos ha mantenido los aranceles a las importaciones chinas para mantener la presión sobre Pekín para que cumpla con sus obligaciones bajo el pacto comercial. Hasta ahora, China sigue muy atrasada en el cumplimiento de esos objetivos.
“En la primera mitad de este año, la economía estadounidense creció al ritmo más rápido en casi 40 años y se han creado más puestos de trabajo en nuestros primeros seis meses que bajo cualquier otra Administración en la historia”, dijo Adam Hodge, un portavoz de Tai, en un comunicado enviado por correo electrónico.
“Mientras realizamos inversiones históricas en infraestructuras y reconstruimos mejor, estamos llevando a cabo una revisión robusta y estratégica de nuestra relación económica con China para crear una política eficaz que ofrezca resultados a los trabajadores, agricultores y empresas estadounidenses y los sitúe en una posición más fuerte para competir con China y el resto del mundo”.
