Biden fija el objetivo de autos limpios para 2030

Ford, General Motors y Stellantis Señalaron en un comunicado conjunto su “ambición común de alcanzar” este objetivo.

Una estación de recarga EVgo en el estacionamiento de Union Station en Washington.
Por Bloomberg
05 de agosto, 2021 | 06:43 AM

Bloomberg — El presidente Joe Biden tiene previsto solicitar que la mitad de los vehículos vendidos en Estados Unidos puedan circular sin emisiones a finales de la década, un objetivo ambicioso que, según los fabricantes de automóviles, sólo puede alcanzarse con una mayor inversión del Gobierno en estaciones de recarga y otras infraestructuras.

Biden se reunirá el jueves (5 de agosto) en la casa Blanca con representantes de los fabricantes de automóviles de Detroit y del sindicato United Automobile Workers (UWC) para presentar una orden ejecutiva que establece el objetivo de que la mitad de todos los autos vendidos sean eléctricos a batería, híbridos enchufables o de celda de combustible para 2030, según altos funcionarios de la Administración y un folleto informativo de la Casa Blanca.

limpios al acelerar la innovación y la fabricación en el sector automotriz, potenciar la cadena de suministro nacional y aumentar los empleos del sector con buenos salarios y beneficios”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.

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Biden también anunciará que su Administración está elaborando estándares de reducción de gases de efecto invernadero y requisitos de ahorro de combustible para vehículos, incluidos camiones de carga pesada y media, según la Casa Blanca.

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Los mandatos son una pieza central de los planes ambientales de Biden y marcan el primer gran esfuerzo de su Administración para utilizar la regulación para reducir los gases de efecto invernadero que calientan el planeta. Las agencias federales están elaboran normas adicionales dirigidas a las emisiones de metano de pozos petroleros y las emisiones de dióxido de carbono de las plantas de energía, después de que la Administración Trump flexibilizara los requisitos.

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Los fabricantes de automóviles dicen que cuentan con la ayuda del Gobierno para cumplir con los nuevos objetivos para los vehículos, incluso cuando algunos ambientalistas dijeron que no eran lo suficientemente duros como para enfrentar los problemas ecológicos manifestados en sequías, incendios forestales y el derretimiento del hielo ártico. La industria del transporte representa la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de EE.UU., según datos de la Agencia de Protección Ambiental.

“Un cambio drástico”

“Esto representa un cambio drástico para el mercado estadounidense actual que solo se puede lograr con el despliegue oportuno del conjunto completo de políticas de electrificación comprometidas por la Administración”, dijeron Ford Motor Co., General Motors Co. y Stellantis NV en un comunicado. “Nuestros anuncios recientes de productos, tecnología e inversiones ponen de manifiesto nuestro compromiso colectivo de ser líderes en la transición de EE.UU. a los vehículos eléctricos”.

El presidente de la UAW, Ray Curry, dijo en un comunicado publicado por la Casa Blanca que el esfuerzo es necesario para “construir los vehículos del futuro”. Los vehículos eléctricos representaban solo el 2% de las ventas de turismo en 2020, según un análisis de BloombergNEF.

“Estamos quedando detrás de China y Europa mientras los fabricantes vierten miles de millones en el crecimiento de sus mercados y la expansión de su fabricación”, dijo Curry. “Tenemos que efectuar inversiones aquí en EE.UU.”

El director ejecutivo de Tesla Inc., Elon Musk, dijo en Twitter que el fabricante de automóviles eléctricos no está en la lista de invitados para el evento del jueves.

Los fabricantes de automóviles estadounidenses han anunciado planes para invertir miles de millones en la producción de vehículos neutrales en carbono. GM, por ejemplo, se comprometió a vender solo modelos que generen cero emisiones para 2035. Ford dijo que espera que el 40% de su volumen global de vehículos sea totalmente eléctrico para 2030 y Stellantis ha dicho que apunta a que más del 70% de las ventas en Europa y más del 40% en EE.UU. sean “vehículos de bajas emisiones”, es decir, eléctricos o híbridos, para 2030.

En la primavera, Biden solicitó al Congreso US$15.000 millones en gastos para construir una red de costa a costa de 500.000 estaciones de carga. El paquete de infraestructura bipartidista que dio a conocer el Senado el domingo proporcionaría solo la mitad de ese monto.

En la actualidad hay unas 41.000 estaciones de recarga a disposición del público en EE.UU., según datos del gobierno.

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“Para hacerlo bien, se necesitan entre US$20.000 y US$30.000 millones en los próximos 10 años”, dijo Joe Britton, director ejecutivo de la Asociación de Transporte de Emisiones Cero, que ha dicho que se necesitarán 4,5 millones de cargadores para cuando EE.UU. pase a vender vehículos totalmente eléctricos.

Los US$7.500 millones incluidos en el proyecto de ley de infraestructuras del Senado son suficientes para pagar unos 735.000 cargadores, si se trata de una mezcla del 90% de cargadores de nivel 2, que utilizan el mismo voltaje que un secador doméstico, y el 10% de cargadores de nivel 3, que pueden cargar un coche en 15-20 minutos pero son considerablemente más caros, dijo Britton.

Podrían construirse más si hay un reparto federal de costo por parte de los estados, añadió.

La Casa Blanca estima que los estándares, junto con los objetivos de venta de vehículos, pondrán a la nación en el camino correcto para reducir las emisiones de los vehículos nuevos en un 60% en 2030 en comparación con el año pasado.

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La Alianza para la Innovación Automovilística, que representa a los fabricantes de automóviles, dijo en un comunicado que es necesario un apoyo gubernamental adicional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero “a la vez que se mantiene un sector vital de fabricación de automóviles en EE.UU. y los millones de puestos de trabajo que sustenta”.

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Algunos grupos ecologistas, como el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, se muestran optimistas de que el país “tenga los enchufes que necesitamos para electrificar nuestros vehículos”.

“Las empresas privadas ya han instalado más de 100.000 estaciones de recarga públicas en EE.UU. y las empresas de servicios públicos (propiedad de inversores) están invirtiendo US$3.000 millones para ayudar a desplegar la infraestructura de recarga para coches, camiones y autobuses”, señaló Max Baumhefner, abogado principal del consejo. “Con las nuevas inversiones federales y los avances en la tecnología de las baterías, la angustia por la autonomía debería desaparecer pronto como el carruaje tirado por caballos”.

Los requisitos de ahorro de combustible y de emisiones propuestos por el Departamento de Transporte de EE.UU. y la EPA reforzarían los mandatos suavizados por la administración de Trump y, con el tiempo, marcarían el regreso a un camino más riguroso trazado por el presidente Barack Obama en 2012.

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La Casa Blanca estima que las normas, junto con los objetivos de venta de vehículos, pondrán a la nación en camino de reducir las emisiones de los vehículos nuevos en un 60% en 2030 en comparación con el año pasado.

Dudas de los ecologistas

Algunos ecologistas afirmaron que las normas propuestas supondrán menos reducciones reales de la contaminación que calienta el planeta que el plan de Obama, sobre todo a corto plazo, ya que la administración trata de recuperar el tiempo perdido.

La propuesta de Biden “ofrece menos reducciones de la contaminación por carbono que las normas de la era Obama e incluye desafortunadas lagunas que socavan el progreso”, dijo Simon Mui, subdirector de vehículos y combustibles limpios del NRDC.

Con asistencia de Jennifer A. Dlouhy.