Bloomberg — Los inversores invirtieron más dinero que nunca en energías renovables en el primer semestre del año, pero aún falta mucho por hacer para frenar las crecientes emisiones de carbono.
Según datos de BloombergNEF (BNEF), en este periodo se invirtieron US$174.000 millones en energía solar, eólica marina y otras tecnologías y empresas ecológicas. Aunque es un 1,8% más que un año antes, el nivel es un 7% inferior al de los seis meses anteriores.
El pequeño aumento muestra la resistencia de la industria que lidera la lucha contra el cambio climático a pesar del aumento de los costos por el incremento de los precios de las materias primas este año. Sin embargo, está muy por debajo de lo necesario para que los países y las empresas alcancen sus objetivos de limitación de emisiones en las próximas décadas.
“La inversión en energías renovables ha resistido los efectos de la pandemia mundial, en contraste con otros sectores de la economía energética en los que hemos visto una volatilidad sin precedentes”, dijo Albert Cheung, jefe de análisis de BNEF. “Sin embargo, un aumento interanual del 1,8% no es nada del otro mundo. Se necesita una aceleración inmediata de la financiación si queremos encaminarnos hacia el cero global”.
El crecimiento se vio impulsado por un primer semestre récord en cuanto a la obtención de nuevos fondos en los mercados públicos, que alcanzó los US$28.200 millones, lo que supone un aumento de más de cinco veces con respecto al mismo periodo del año anterior. También aumentaron los compromisos con las empresas de energías renovables por parte del capital riesgo y el capital privado.
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La inversión en proyectos solares aumentó un 9%, hasta alcanzar la cifra récord de US$78.900 millones en el primer semestre. Los proyectos solares en China obtuvieron US$4.900 millones en el segundo trimestre, frente a los US$2.800 millones del primer trimestre.
Sin embargo, la inversión en proyectos eólicos se redujo a US$58.000, más de un 30% menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando los promotores se apresuraron a aprovechar los mecanismos de apoyo que expiraban en China y Estados Unidos.
