Bloomberg Línea — El presidente de Colombia, Iván Duque, le pidió a su par panameño Laurentino Cortizo buscar una solución conjunta a la crisis que se vive en la frontera entre ambos países por los miles de migrantes que esperan continuar su tráfico hacia el norte del continente.
En una entrevista con el canal TVN, Duque aseguró que ya dio “instrucciones muy claras” para que Migración Colombia recopile la información necesaria de los migrantes junto a las autoridades panameñas. “Esto lo tenemos que resolver entre los dos”, dijo el mandatario colombiano.
En la entrevista, Duque insistió en que “hay que resolver de inmediato la crisis” y se mostró dispuesto a entregar la información requerida. Además, aseguró que la premisa de la cooperación es realizar una “interdicción temprana para que no se presenten estos fenómenos y saber quiénes están detrás de esta movilización”, pues los migrantes están llegando por barco y hay personas que les cobran por hacerlo.
“Hay que ser muy claros: aquí no se trata de migrantes flotantes, sino se trata también de un fenómeno que se ha ido agravando con la pandemia, que tiene que ver por un lado con trata de personas o tratar de facilitar migración irregular de personas”, añadió.
Durante el fin de semana, el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, anunció que continuará la declaración de calamidad pública en Necoclí y Acandí para atender la situación de salubridad y de orden público. Además, dio a conocer que Migración Colombia abrirá un punto de atención en Necoclí para “información y registro de migrantes y que puedan hacer el tránsito temporal por Colombia”.
Como parte de las medidas, también se habilitó un nuevo embarcadero en Necoclí para que se pueda movilizar a los extranjeros a Acandí para acelerar su salida.
“Se acordó establecer un nuevo embarcadero desde el cual podrán salir, de manera organizada y con el registro previo, los migrantes que hacen su tránsito por Necoclí”, explicó Molano.
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Según las cifras de la Defensoría del Pueblo de Colombia, más de 15.000 migrantes buscan su ingreso a Panamá desde la frontera. Las autoridades panameñas calculan que entre junio y julio han cruzado la selva del Darién cerca de 30.000 migrantes con un flujo récord pues en un solo día se están recibiendo entre 800 y 900 personas.
