Bloomberg — Las filántropas MacKenzie Scott y Melinda French Gates unieron fuerzas este jueves para donar US$40 millones a cuatro organizaciones que promueven la igualdad de género.
Los ganadores formaron parte del desafío “Equality Can’t Wait” (la equidad no puede esperar, en inglés) que fue anunciado el año pasado por Scott y French Gates y que también fue financiado por la fundación familiar de la multimillonaria Lynn Schusterman. Cada uno de los proyectos ganó US$10 millones y fue seleccionado de entre un grupo de más de 500 solicitantes que trabajan en campos que incluyen tecnología, educación, atención y comunidades indígenas. Adicionalmente, se repartieron US$8 millones entre dos de los finalistas.
“Los premiados son equipos sólidos que trabajan en primera línea y desde dentro de las comunidades para ayudar a las mujeres a construir poder en sus vidas y carreras”, dijo Scott en un comunicado. French Gates dijo que esperaba que la financiación ayudara a “romper los patrones de la historia y promover la igualdad de género”.
Ver más: Las mujeres siguen siendo dejadas atrás en los fondos de inversión de América Latina
Scott es la tercera mujer más rica del mundo, con una fortuna de US$64.100 millones, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg, mientras que French Gates tiene un patrimonio neto de US$3.200 millones.
Ambas mujeres retomaron el control sobre la dirección de sus fortunas después de separarse de sus maridos en los últimos meses y años. También han hecho del apoyo a la igualdad de género una pieza central de sus esfuerzos caritativos.
Donaciones récord
El desafío, lanzado un año después de que Scott y el cofundador de Amazon.com Inc., Jeff Bezos, se divorciaran, fue uno de los primeros grandes esfuerzos filantrópicos de Scott, solo para ser eclipsado un mes después cuando anunció que había donado US$1.700 millones a 116 organizaciones sin fines de lucro. Desde entonces, Scott ha distribuido más de US$6.800 millones a cientos de otras organizaciones en lo que probablemente sea un récord anual para una persona viva. Los beneficiarios incluyen grupos que se enfocan en la salud y educación de la mujer.
A principios de este año, French Gates anunció su propio divorcio, cuestionando el futuro de la fundación familiar privada más grande del planeta.
Ella y el cofundador de Microsoft Corp., Bill Gates, inicialmente insistieron en que su separación no afectaría a la fundación, pero desde el anuncio de mayo se han hecho varios cambios importantes. Entre ellos se incluyen un plan para agregar más fideicomisarios y un acuerdo de que French Gates podría salir en dos años si la expareja no logra trabajar en conjunto.