Las horas cumbres de la mina de cobre más grande del mundo

Hasta el sábado los líderes sindicales de Escondida votarán si paralizar operaciones de la minera o llegar a un acuerdo con BHP.

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Santiago — El sector minero espera con expectativa la resolución del conflicto laboral de Escondida, el mayor yacimiento mundial de cobre y controlada por la anglo-australiana BHP Billiton. El Sindicato número 1 de trabajadores de la mina, localizada al norte de Chile, convocó a sus más de 2.300 socios a votar entre el jueves y el sábado el rechazo de una millonaria oferta de la compañía, y declarar una huelga que podría ser costosa para la industria.

Los dirigentes del sindicato dieron el ultimátum mediante un comunicado, donde expusieron que tras analizar las condiciones de la empresa se había “constatado” que se “busca aumentar los tiempos de trabajo, disminuir descansos, modificar las jornadas” laborales, entre otros aspectos. Hasta el jueves el pulso se mantenía entre los empleados y la compañía que sostenía que su oferta “mejora las condiciones actuales e incorpora nuevos beneficios en materias altamente valoradas por los trabajadores”.

Un eventual paro de la mina supone un mal pronóstico para Chile que experimenta una acelerada recuperación económica, en parte por una buena racha del cobre. De Escondida depende el 24,5% de la producción de cuprífera del país y aporta un 6,8% al mundo. Es la mina más importante a nivel global.

El contratiempo es seguido a nivel internacional, dado que la minera comercializa el metal rojo en 17 mercados, de los cuales seis concentran el 96% de las ventas. Su mayor cliente es China, donde venden hasta un 60% de sus importaciones. El ingeniero minero Gustavo Lagos, académico de la Universidad Católica, piensa que un posible paro puede impactar sobre otras mineras chilenas. “Siempre se crean expectativas superiores cuando hay negociaciones de este tipo”, explica.

El jueves, dos sindicatos de la División Andina, productora de cerca del 3% del cobre, rechazaron una oferta de la estatal Codelco y adelantaron la posibilidad de un paro.

Marco Correa, economista jefe de BICE Inversiones, el impacto de eventuales paralizaciones de estas mineras depende de su nivel de producción y extensión de las mismas. Explica que la minería en Chile, donde el grueso es la extracción y producción de cobre cercana al 80%, tiene un peso alrededor del 10% de la actividad total del país de manera directa. “Una paralización de estas faenas, donde se deje de producir todo o gran parte, podría tener un impacto negativo en el Imacec cercano al -2%, si se extendieran por todo el periodo. Probablemente, la caída en la producción no sería total, con lo que su efecto se podría ver atenuado”, dijo.

Según el profesor Lagos, el aporte de la producción anual de Escondida al PIB de Chile oscila entre 1,5 y 3,5% dependiendo del costo del metal rojo. Para 2020 contó con una capacidad de producción de 1,2 millones de toneladas métricas. “Está previsto que este año produzca menos toneladas de cobre que el anterior debido a temas geológicos”, acota.

El año pasado, la industria del cobre aportó el 5.9% de los ingresos del país, según la Dirección de Presupuestos de Chile. Pero contar con la mina más importante globalmente puede ser un traje pesado cuando existen conflictos laborales como el actual.

Ya en 2017 los trabajadores del yacimiento detuvieron actividades durante de 44 días, sacudiendo al mercado del cobre y generando pérdidas por hasta US$780 millones a la empresa. Para Chile, entretanto, significó una contracción del 1,3% del PIB. También efectuaron un paro de 24 horas en 2013 con pérdidas cercanas a 30.000 toneladas del metal.