Bogotá — Colombia instaló una nueva legislatura del Congreso y desde ya se prepara para abordar discusiones polémicas como la que promete dar el proyecto de ley sobre el uso adulto y responsable del cannabis.
En la lista de prioridades este será el siguiente gran paso que busca dar el país en la materia luego de que eliminara la prohibición de exportar flor seca de cannabis con fines medicinales, un reclamo de la industria que por fin se concretó, y ahora apunta al uso adulto tras los avances de México, que despenalizó el consumo lúdico, pero no su comercialización.
En el Congreso de la República han cursado cinco iniciativas relacionadas al cannabis y este proyecto podría ser el único que tenga luz verde luego de que los otros que seguían su curso perdieran impulso con el decreto del Gobierno colombiano sobre flor seca.
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La discusión alrededor de la industria legal ha cobrado protagonismo en los últimos años en la medida en que su importancia económica crece con la llegada de nuevas empresas.
Según la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), el mercado del cannabis legal podría generar 7.772 empleos agrícolas formales para el 2025 y 26.968 para el 2030. En 2019, calculó que esa industria generaba en promedio 17,3 empleos agrícolas formales por hectárea.
Todo aquello que se pueda extraer del producto, que no tenga efectos psicoactivos, también puede agregar valor en otras industrias y podemos hacer retos de innovación para que, con apoyo de las empresas en los componentes no psicoactivos, podamos desarrollar por ejemplo cervezas artesanales que tengan estos componentes, como se hace en otros países, y llevarlo a otra escala en la industria de alimentos
Presidente colombiano, Iván Duque.
El proyecto del senador opositor Gustavo Bolívar “establece un marco de regulación y control del cannabis de uso adulto, con el fin de proteger a la población colombiana de los riesgos de salud pública y de seguridad asociados al vínculo con el comercio ilegal de sustancias psicoactivas”, según la descripción.
Este proyecto, que ha sido debatido y aprobado en su primer debate, busca revivir la discusión luego de que una iniciativa de Juan Carlos Losada que pretendía modificar artículo 49 de la Constitución Política de Colombia para regular el uso recreativo del cannabis fuera archivada.
Entre tanto, otra iniciativa que buscaba reglamentar el uso industrial del cáñamo fue retirada por su autor. Así las cosas, sobrevive una iniciativa para “crear el marco legal para el uso industrial y comercial del cáñamo en Colombia” y en el período legislativo del 2020 se radicó “un proyecto de ley por medio del cual se busca modificar la Ley 1787 de 2016 para autorizar el uso nutricional e industrial de las semillas y de la planta de cáñamo”, explicó a Bloomberg Línea el director corporativo de Procannacol, Rafael Amador.
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No obstante, el ejecutivo considera que “estas dos últimas iniciativas fueron incluidas” en el nuevo decreto reglamentario 811 firmado por el presidente Iván Duque el 23 de julio, “en cual se contempla la exportación de flor seca y regula el uso del cannabis para usos industriales, amplía los usos cosméticos y permite el uso de cannabis en alimentos y bebidas”.
“Este nuevo decreto permite que Colombia continúe consolidando sus ventajas comparativas y competitivas, permitiendo que consolide su posición como una potencia a nivel mundial en el sector cannabis”.
Dado que el decreto contempla usos de las fibras, hortícolas o para alimentos, bebidas, suplementos dietarios y usos cosméticos del grano, componente vegetal y de los derivados no psicoactivos de cannabis para uso humano y veterinario, esas iniciativas tienen dos opciones, “o cambian de rumbo, o se detienen”, según fuentes consultadas por Bloomberg Línea de la Cámara Colombiana de Cannabis Medicinal e Industrial.
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