El ‘rally’ con el que el bitcóin remató el 2020 se ralentizó en lo que va de este año dadas sus características naturales de ser una alternativa altamente volátil y por ende impredecible para los inversores.
Los planes de los bancos centrales de EE.UU. y Europa, además de los férreos avances de China respecto a emitir monedas digitales, han aumentado la volatilidad a niveles que no se habían visto en meses.
Entre tanto, la alta demanda de energía que representa la minería de bitcóin, calculada en 121,36 teravatios-hora de electricidad al año según especialistas del Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge, ha alejado a algunos de sus defensores más reconocidos.
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Aspectos externos a los mercados como un meme publicado por Elon Musk, cofundador de SpaceX e Hyperloop, fue asumido como una de las causas para que la criptomoneda se restara valor a principios de junio.
Los comentarios de Elon Musk, que también dejó de aceptar el bitcóin como medio de pago para los vehículos Tesla, han impacto el avance del bitcóin luego de que él mismo lo avalara en el pasado.
Este miércoles el bitcóin se cotizaba por encima de los US$40.000, mientras que otra criptomoneda popular como etherum alcanzaba los US$2.322.
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