La agridulce participación de Venezuela en los JJOO de Tokio

Obtuvo su primera medalla, de plata, pero perdió una bicicleta y uno de sus ciudadanos no podrá regresar a Trinidad y Tobago, donde estaba asilado.

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Caracas — El venezolano Julio Mayora regaló este miércoles una alegría a sus connacionales al alzarse con plata en la división de 73 kilogramos de levantamiento de pesas. Venezuela obtuvo, así, su primera medalla durante los Juegos Olímpicos Tokio 2020 y la segunda en su historia en halterofilia, después del bronce de Israel Rubio, alcanzado en Atenas 2004

El atleta, de 25 años de edad y oriundo del estado La Guaira, levantó 156 kilogramos en el arranque y 190 en el envión, para una marca total de 346. El Comité Olímpico Venezolano (COV) recogió en un trino el sentimiento nacional: “Mayora estamos orgullosos de ti”.

Ell júbilo trascendió de redes sociales hasta el barrio Santa Eduvigis, en la entidad costera en la que Mayora nació y creció, donde, según recogieron medios locales, decenas de personas se congregaron en una cancha para ver la participación del pesista, desde la madrugada, y mantuvieron la celebración durante la mañana.

En conversación con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, Mayora dedicó su medalla al fallecido exmandatario, Hugo Chávez, quien hubiera estado de cumpleaños justamente este miércoles. Esta acción le generó algunas críticas en redes sociales.

No todo, sin embargo, han sido alegrías para Venezuela en estos juegos olímpicos.

Un país para Eldric Sella

Un nocaut acabó el lunes con el sueño olímpico del boxeador venezolano Eldric Sella, uno de los 29 miembros del Equipo Refugiados. Conteniendo las lágrimas, Sella ofreció “disculpas” a su país: “Represento a todos (los venezolanos) y me siento mal por no haber cumplido con ello, y conmigo mismo”.

Pero esto no fue lo único que consternó a los venezolanos. Tras su corta participación en los juegos olímpicos, familiares de Sella denunciaron a una televisora local que le habían negado a este la posibilidad de entrar nuevamente a Trinidad y Tobago, donde el boxeador había pedido asilo en 2018, tras huir de la crisis en su país.

Orlando Viera-Blanco, representante en Canadá del líder opositor Juan Guaidó -quien es reconocido como presidente interino de Venezuela por decenas de países-, informó este miércoles, a través de Twitter, que había solicitado formalmente al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) activar protocolos de reasentamiento humanitario para que Sella fuera recibido en la nación norteamericana.

“Exhortamos a ACNUR a impulsar el proceso por una vida digna”, tuiteó Viera-Blanco.

La agencia de la ONU para los refugiados había confirmado el martes que estaba haciendo gestiones para ayudar al joven boxeador de 24 años de edad. Luego de esto, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, le acusó de “utilizar ideológicamente” al deportista en contra de su país. “No es refugiado, nadie lo persigue”, publicó el funcionario venezolano en Twitter.

A través de su cuenta en la red social Instagram, el deportista venezolano dijo que la suya era “una historia más” de otro venezolano fuera del país intentando lograr cosas, como todos los demás”.

Bicicleta perdida y recuperada

Mientras se debatía la condición de Sella, otro atleta venezolano pasaba este martes por un mal momento en Tokio, aunque este resultó pasajero.

Al ciclista Edy Alviarez le quitaron el martes su bicicleta mientras desayunaba en la Villa Olímpica.

“Para los que son de Venezuela, quiero que sepan que este personaje es de Catia. No lo roban en Catia, no lo roban en Petare, no lo roban en la plaza de Chacao, no lo roban en ningún lugar del mundo, lo vinieron a robar en Tokio”, dijo, con humor, su compañero Daniel Dhers, al dar a conocer la noticia con un vídeo en redes sociales.

Unas horas más tarde, Dhers reveló en otro vídeo que la bicicleta de Alviarez había sido devuelta. La explicación que recibieron fue que otro atleta, cuyo nombre e identidad se desconocen, la tomó pensando que era pública.

Sin embargo, y aquí es donde se piensa que hubo mala intención, subió la bici a su habitación y la guardó ahí. Luego lo agarraron tras ver un video de los ascensores”, acotó Dhers.