Buenos Aires, Argentina — Mientras el interés de los argentinos por radicarse en el vecino Uruguay aumenta, el presidente de ese país Luis Lacalle Pou se mostró abierto a la posibilidad: “A Uruguay le hace falta gente para agrandar el mercado interno y aquí se puede pensar a largo plazo”, sostuvo en una entrevista en LN+.
Las declaraciones se dieron en un contexto de reapertura de fronteras en Uruguay y la necesidad de reactivar el ingreso de turistas, industria que generó un ingreso divisas de US$2.155 millones para el país en 2018, o 3,6% del PBI.
Ver más: Las exportaciones de carne uruguaya a Argentina, en récord
“Se está pensando en que aquellos propietarios extranjeros inmunizados puedan ingresar al país en la primavera mientras que para fines de esa misma época del año aquellas personas extrajeras que tengan la inmunización completa podrían ya visitar Uruguay”. Esta posibilidad se abre con miras de recuperar las visitas al país en el que durante la temporada vacacional 2020-2021 fueron nulas.
Ver más: Uruguay administrará dosis Pfizer como refuerzo a vacuna Sinovac
- En la mira: Uruguay es terreno fértil para los empresarios extranjeros que buscan poner un pie allí en busca de seguridad jurídica o estabilidad económica y política. El caso más resonante fue el del fundador de MercadoLibre Marcos Galperin que vive allí desde 2015. Más recientemente, Martín Migoya de Globant; Gustavo Grobocopatel(Los Grobo) y Facundo Garretón de Yvy Life Sciences también “cruzaron el charco”.
- Relaciones bilaterales: Sobre su relación con Alberto Fernández, Lacalle Pou manifestó que “es buena” y que su objetivo no es pelearse ni criticar a países con los que tiene una buena relación: “Represento a un país, no represento a un partido político ni a una ideología y si yo entro en un ring estoy frito. No vivimos del mal ajeno”, y agregó es necesario “terminar con esa falsa dicotomía de que a uno le tiene que ir bien y al otro mal, con esa lucha de puertos de 200 años”.
- La crítica: Al hablar de Cuba, Fernández había declarado no conocer exactamente la “dimensión del problema” en Cuba. “Desde un lugar de respeto y de no intromisión en asuntos ajenos, tenemos el deber de decir qué sucede en Cuba”, se diferenció. “El que no lo quiere ver tendrá afinidades ideológicas muy fuertes, porque a nadie le cabe la menor duda de que Cuba es una dictadura”, sentenció.
Ver más: Inversores apuestan a espacio de oficinas en Uruguay
