Buenos Aires, Argentina — Primero fue la partida de Walmart del Dot Baires Shopping en 2018, luego vino la pandemia y un cierre de nueve meses en total, donde en el medio del lockdown la tienda departamental chilena Falabella decidió abandonar el país.
El escenario resultó propicio para encarar la transformación del paradigma de centro comercial tradicional. En eso se encontraba IRSA previo a la llegada del COVID-19. La concreción de una nueva idea de shopping center se plasmó en Dot Baires Shopping, donde la compañía propietaria de 14 shoppings en todo el país desembolsó unos US$3 millones para reconvertir las superficies que habían quedado libres y sumar más servicios a su propuesta.
La inversión estuvo centrada en realizar la obra civil y la infraestructura en la superficie donde antes estaba el Walmart, para poder darle lugar a los nuevos locatarios, quienes a su vez invertirán alrededor de US$2,5 millones cada uno de los 13 comercios que allí se emplacen.
De esta manera, Dot sumó un área bruta locativa cercana a los 20.000 m2, lo que semeja a la superficie de dos Distrito Arcos, el shopping a cielo abierto también propiedad de IRSA. Por eso, desde la empresa no temen en decir que se trata de “un nuevo shopping para la compañía”.
Por otro lado, la novedad radica en el desembarco de empresas y proyectos impensados en este tipo de centros. Tal es así que, en la planta baja se podrá encontrar consultorios externos (Swiss Medical), un banco (Santander) un vacunatorio Vacunar, un Farmacity. un pequeño premium market, un gimnasio, un restaurante y hasta dos canchas de fútbol 5, entre otros servicios.
“Las nuevas marcas y rubros que se incorporan están dentro de la tendencia de crear una experiencia cuando se va a un centro comercial, más allá de la simple compra”, indicó Juliana Monsalvo, gerente de Marketing de IRSA CP. “Apuntamos al ‘one stop shopping’, o sea que el cliente encuentre en un solo lugar lo que necesita en materia de compras, entretenimiento, servicios, gastronomía, etc.”.
En esta superficie no se contempló la instalación de ninguna marca de indumentaria, dado que buscaron darle prioridad a los servicios y a las firmas emergentes.
En el resto de los tres pisos que dejó Falabella se encuentra Perfumerías Rouge en la planta baja, mientras que en el segundo se unieron Fontenla, Patagonia Flooring y Grupo A2 para crear un espacio de lifestyle que se distribuye en los 12.000m2. Mientras tanto, el primer piso de similares características es aún una incógnita en cuanto a su nuevo locatario.
Esta idea que comenzó en el Dot prontamente tomará forma en otros shoppings de la compañía, acorde cada espacio lo permita. Esto se relaciona directamente en el cambio de hábitos de los consumidores quienes desde hace ya unos años exigen experiencias de compra. El crecimiento del comercio electrónico, por su parte, también está cambiando la manera en que las personas consumen, trayendo consigo replanteos en la logística, la distribución y hasta en la exhibición de los productos.
Ante este cambio de paradigma, los centros comerciales buscan volverse un “lugar vibrante”, con entornos y propuestas dinámicas y atractivas. En esa redefinición en las nuevas apuestas comerciales empiezan a impactar la incorporación de conceptos y cuestiones de la vida cotidiana.
Camino a la recuperación
Los shoppings y centros comerciales se vieron fuertemente afectados por la restricción para abrir. Así sufrieron el cierre, primero por siete meses y luego un segundo por dos. En ese período Dot experimentó una vacancia de alrededor del 20%. Hoy, según indican desde IRSA, la tasa de crecimiento en ventas es mejor que la de la primera apertura y la vacancia ronda el 7%, la cual tenderá a disminuir próximamente ante nuevos contratos de locación.
Cabe recordar que, según la última medición del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), las ventas totales de los shoppings y centros de compra a precios corrientes en mayo de 2021 alcanzaron un total de $7.467,1 millones, lo que representa un incremento de 729,2% respecto al mismo mes del año anterior, cuando la actividad era casi nula.