El Gobierno de Venezuela solicitará a un programa de salud de la ONU que le proporcione vacunas contra el covid-19 de Johnson & Johnson, las que podrían no estar disponibles hasta julio, al tiempo que rechazó las vacunas de AstraZeneca a las que se podría acceder antes.
La decisión podría retrasar el cronograma del programa de vacunación masiva en un momento en que los casos llegan a un máximo de seis meses y sobrepasan la capacidad de los hospitales.
La Administración de Nicolás Maduro propondrá la compra de la vacuna de dosis única de J&J a través del mecanismo global Covax respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo con un alto funcionario del Gobierno que pidió no ser identificado porque las conversaciones no son públicas. La solicitud se realizará a través de una mesa técnica de salud formada el mes pasado compuesto por funcionarios del Gobierno y figuras de la oposición.
Si la propuesta es aprobada por la Organización Panamericana de la Salud, afiliada a la OMS, lo más probable es que Venezuela no reciba las vacunas antes de tres meses. Ahí es cuando las vacunas de J&J se entregarán a la organización, dijo la directora, Carissa Etienne, a los periodistas este mes.
Si bien la entidad informó que tiene 2,4 millones de vacunas AstraZeneca listas para enviar a Venezuela, la Administración de Maduro prohibió la vacuna en medio de la preocupación de que cause coágulos de sangre.
También se dice que los funcionarios de Maduro prefieren la de Johnson & Johnson debido a que al ser de dosis única es más sencilla su aplicación y a que su requisito de refrigeración es menos exigente, de 2–8 grados centígrados, en comparación con otras vacunas, un factor importante para un país que enfrenta apagones eléctricos y hospitales mal equipados.
El país está buscando “vacunas seguras, comprobadas y aprobadas científicamente por las autoridades sanitarias de Venezuela, como debe ser”, dijo Maduro en la televisión estatal la semana pasada.
Funcionarios de prensa del Ministerio de Salud de Venezuela y representantes del grupo bipartidista de salud no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Un acuerdo inusual entre el Gobierno y la oposición condujo a la creación de una mesa técnica de salud a cargo de asegurar el acceso al mecanismo global Covax utilizando efectivo de cuentas en el extranjero congeladas por las sanciones de Estados Unidos.
Venezuela ha recibido solo 250.000 vacunas Sputnik-V de Rusia y 500.000 dosis de Sinopharm de China y sigue siendo el país sudamericano con el menor recuento de vacunas administradas, según datos compilados por la Universidad Johns Hopkins. El Gobierno no ha proporcionado cifras nacionales de vacunación y el plan de inmunización del país solo ha cubierto a algunos profesionales de la salud y maestros de escuela hasta ahora.
Si bien el recuento oficial de casos de coronavirus sigue siendo relativamente bajo, con 156.655 en comparación con los 2,3 millones de la vecina Colombia, los centros y laboratorios de salud locales cuentan una historia diferente, con unidades de cuidados intensivos a capacidad máxima en la mayor parte de la capital.
Mientras que la Asamblea Nacional liderada por la oposición aprobó la liberación de US$30,3 millones de fondos congelados en EE.UU. para pagar el primer envío de vacunas y equipos de refrigeración a través de Covax, tomará alrededor de tres semanas para que los fondos estén disponibles, según otra persona con conocimiento de las negociaciones.
Maduro propuso el domingo un plan para comprar vacunas con crudo como alternativa si los fondos congelados en el extranjero no están disponibles.