Bloomberg — Christine Lagarde afirmó que el Banco Central Europeo aprendió de los errores de crisis pasadas y no retirará el apoyo de emergencia demasiado pronto porque podría desviar la recuperación económica actual.
La presidenta del BCE habló el jueves cuando el banco central puso en marcha la nueva estrategia de política monetaria que elaboró durante los últimos 18 meses. Revisó la orientación sobre las tasas de interés, vinculando los cambios de política más estrechamente con su nueva meta de inflación del 2%, y dijo que no necesariamente reaccionará de inmediato si el crecimiento de los precios excede dicha meta por un período “transitorio”.
Las medidas ratifican los esfuerzos del BCE para convencer a los mercados de que mantendrá una política muy flexible —incluidas tasas de interés negativas históricamente bajas— durante el tiempo que sea necesario para reactivar la estabilidad de precios.
Las declaraciones de Lagarde repercutieron en todo el mercado de bonos gubernamentales de Europa; inversionistas se enfocaron en la deuda de los países más vulnerables de la región a nivel económico, como Italia y España.
Bloomberg Economics dijo que espera que el banco central inyecte más estímulo a la economía en septiembre con más compras de activos.
El cambio de orientación del BCE significa que incluso si la inflación está en la meta al final de su horizonte pronóstico, hasta dentro de tres años, no se verá obligado a responder con una política más estricta.
Actualmente, las autoridades prevén un crecimiento de precios en promedio de solo 1,4% en 2023, lo que sugiere que cualquier aumento de tasas está a años de distancia.
“Nos basamos en experiencia pasada y en la historia más reciente”, dijo Lagarde a periodistas, explicando que la intención de la nueva orientación es “evitar un endurecimiento prematuro que sería perjudicial para la economía”.
La promesa del BCE de una política continua ultraflexible lo distingue de algunos de los bancos centrales más grandes del mundo. En Estados Unidos, donde la inflación supera el 5%, las autoridades de la Reserva Federal ya están abordando cuándo comenzar a reducir su estímulo. Algunos formuladores de política del Banco de Inglaterra dijeron que pronto se debería considerar una reducción en la compra de bonos.
No todos en el BCE estuvieron de acuerdo con el nuevo lenguaje. El presidente del Bundesbank, Jens Weidman, y el gobernador belga, Pierre Wunsch, se opusieron, diciendo que la redacción puede percibirse como un compromiso a largo plazo con una política monetaria flexible, según funcionarios familiarizados con la reunión. Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios.
Lagarde dijo en su conferencia de prensa que el respaldo al cambio no fue unánime, aunque una “abrumadora mayoría” lo apoyó.
Nota Original:Lagarde Says ECB Has Learned From History, Won’t Tighten Early
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