Panamá, abrumada por la multiplicación de los migrantes que cruzan el país para llegar a EE.UU.

El creciente flujo de migrantes, algunos de los cuales provienen de países lejanos como Senegal y Nigeria, está comenzando a causar el colapso de los refugios del país.

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Bloomberg — Panamá está enfrentando dificultades para lidiar con el aumento en el número de migrantes que caminan durante días cruzando su densa selva al sur del país con la esperanza de llegar a Estados Unidos. Según la máxima diplomática del país, la cifra se ha multiplicado por cinco.

El creciente flujo de migrantes, algunos de los cuales provienen de países lejanos como Senegal y Nigeria, está comenzando a causar el colapso de los refugios de Panamá, dijo la canciller Erika Mouynes.

“La situación de los migrantes ha empeorado mucho”, dijo Mouynes el miércoles (2 de junio) en una entrevista en Nueva York. “Les damos comida, los instalamos en campamentos donde se realizan pruebas biométricas y de covid. Eso está bien si los números son manejables, pero si de repente esa cantidad se quintuplica, se vuelve difícil”.

La autoridad migratoria del país reportó en abril el cruce de 5.818 extranjeros indocumentados desde Colombia hacia Panamá, un aumento de 477% en comparación con enero. Los principales países de origen son Haití y Cuba, pero muchos otros llegan desde Bangladesh y Uzbekistán en su intento de llegar a EE.UU.

El flujo de personas comenzó a aumentar a medida que disminuían las restricciones de viaje en todo el mundo, luego de que la pandemia incrementara el desempleo y la pobreza en los países en desarrollo. Los migrantes ingresan a Sudamérica a través de países que tienen normativas de visaje favorables, luego se dirigen hacia el norte, a Colombia, antes de cruzar a Panamá por la peligrosa tierra de nadie conocida como el Tapón de Darién.

Mouynes dijo que está intentando sostener conversaciones con gobiernos de Sudamérica para ayudar a controlar el flujo o, al menos, vacunar a los migrantes mientras viajan.

El problema es más fácil de solucionar que el más visible flujo migratorio hacia EE.UU. desde el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, compuesto por El Salvador, Honduras y Guatemala, indicó Mouynes.

Inmunidad colectiva

América Latina ha estado entre las regiones más afectadas por la pandemia, tanto en términos de muertes como de perjuicios económicos. Panamá se ha quedado a la zaga de sus pares regionales en su campaña de vacunación, pero Mouynes sostiene que el Gobierno apunta a un programa de vacunación “masiva” en el tercer trimestre para lograr inmunidad colectiva para septiembre.

El gobierno del presidente Laurentino Cortizo, que asumió el cargo en 2019, está vacunando a las poblaciones de edad más avanzada y en riesgo y comenzará la vacunación masiva en julio, dijo.

A diferencia de la mayoría de los países de América Latina, que se apresuraron a adquirir vacunas donde pudieran, Panamá puso casi todos sus huevos en la canasta de la vacuna de Pfizer-BioNTech.

Mouynes se reunió con Pfizer durante su viaje a Nueva York y dijo que recibió garantías de que Panamá recibiría las vacunas que ordenó.

“Queremos que Pfizer reconozca que la gran apuesta de Panamá por Pfizer, en términos de que no tener cobertura con otras farmacéuticas nos pone en cierto riesgo si no entregan los suministros”, señaló Mouynes. “Nuestro objetivo es la vacunación masiva en julio. Si eso no sucede, tendremos un gran problema”.

Diplomacia de vacunas

Las vacunas también podrían desempeñar un gran papel en la política exterior regional, dijo Mouynes. Ofrecer vacunas a Venezuela podría ser una forma de conseguir que el presidente Nicolás Maduro se siente a dialogar con la oposición. Hasta ahora, ninguna otra cosa que se ha intentado ha funcionado, agregó.

“El alcance de la crisis humanitaria allí es similar a la de Siria”, dijo. “Cuanto más rápido reconozcamos que el camino que hemos tomado no ha tenido éxito, mejor, porque hacer más de lo que estábamos haciendo no va a marcar una diferencia”.