Bloomberg — El 8 de julio, Gigi y Glenn Moss recibieron el regalo de su 40 aniversario: un par de Rolls-Royce.
El Rolls-Royce Phantom Tempus blanco y el Rolls-Royce Dawn Black Badge rojo son los primeros autos que la pareja de Riverside, California, ha tenido de la marca histórica. Pero aparentemente son los primeros de muchos: durante el almuerzo en el concesionario de Orange County en el que los recibieron, la pareja ya discutía de manera pícara sobre el color adecuado del próximo Rolls-Royce que quieren: un SUV Cullinan.
Tendrán que conformarse con algo que no sea totalmente nuevo a menos que estén dispuestos a esperar; la agenda de pedidos de Rolls-Royce ya está llena para los próximos seis meses.
El aumento de dos y tres dígitos en los precios de autos usados en el mercado masivo está bien documentado. En junio, los precios promedio de los autos usados subieron casi un 30% con respecto al año pasado, según la consultora automotriz Edmunds.com. El alza representó más de un tercio del aumento en el índice de precios al consumidor, que el mes pasado subió al ritmo más rápido en 13 años.
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Más que nunca, miembros de la élite de Rolls-Royce optan por comprar vehículos del programa “Provenance” de la empresa, o modelos seminuevos altamente selectivos. “Antes, uno de cada tres vehículos que vendíamos era de Provenance”, dijo Gerry Spahn, jefe de comunicaciones de Rolls-Royce Norteamérica, durante un almuerzo para periodistas para presentar los nuevos autos. “Ahora, está más cerca del 75%”.
Rolls-Royce no es el único fabricante de alta gama que observa incrementos significativos en el negocio de los automóviles usados. En Bentley, las ventas aumentaron un 150% de enero a mayo. Las ventas de vehículos usados certificados en McLaren han aumentado solo un 2% en lo que va del año frente a 2020, un año récord, pero los precios de esos superdeportivos usados son más altos que cuando eran nuevos. “Los cupés McLaren 765LT se venden en el mercado de vehículos usados hasta un 40% por encima del precio sugerido por el fabricante, lo cual es asombroso”, dice Nic Brown, presidente en funciones de McLaren Norteamérica.
La pandemia trajo a los consumidores ricos un excedente de tiempo y dinero, además de una buena dosis de energía de “solo se vive una vez”. Los aficionados a los autos de lujo de todo tipo están ansiosos por obtener algo divertido de conducir lo más rápido posible. Incluso si eso significa que el automóvil es nuevo solo para ellos.
Valor de compra
Los autos usados certificados no son una novedad, incluso en el negocio de los automóviles de lujo. Si un Rolls-Royce Wraith de US$345.000 pierde 20% en el momento en que sale de la sala de exhibición y pierde el 40% de su valor después de cinco años de propiedad, comprar un Rolls-Royce de dos años de un programa confiable del fabricante puede ayudar a ahorrar bastante dinero cuando se trata de valores residuales.
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Los programas también son buenos para los fabricantes. Refuerzan las ganancias de marcas como Aston Martin y Lamborghini e incluso convierten a los compradores de autos usados curiosos sobre la marca en clientes leales de nuevos modelos. “Es una muy buena oportunidad simplemente para atraer nuevas personas a la marca”, dice Brown. Alrededor del 75% de los compradores de leasing cambiarán a un nuevo McLaren después de 18 a 22 meses, dice.