Ciudad de México — Cuando Grupo Televisa decidió retirar de Netflix su acervo de telenovelas y producciones en 2016 para crear Blim, su entrada como competidor en el segmento over the top, la empresa de telecomunicaciones fue la protagonista de una ola de memes en redes sociales que comparaba el contenido que pudiera ofrecer una de las empresas más grandes del mercado de habla hispana contra el gigante del streaming a nivel mundial.
Desde ‘Daredevil’, el héroe oscuro de la serie de Marvel producida para Netflix, contra ‘El Chapulín Colorado’, el personaje cómico más famoso de la televisión mexicana en los años setenta, hasta telenovelas de amplio alcance como ‘Rebelde’ y la serie ‘Sex and the City’.
Netflix, tras casi un lustro en operación, continúa siendo el líder de las plataformas en el mercado mexicano, mientras que Blim ocupa una posición relativamente menor ante la llegada de otros jugadores como Disney+ o HBO Max.
Una encuesta realizada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el máximo regulador del sector en México, reveló que hasta 2020 el 9% de los usuarios de servicios de streaming tenían una cuenta en Blim. Esto la ubica en el tercer lugar de las preferencias, detrás de Claro Video, propiedad de América Móvil y Netflix, que arrasó con el 90% de las menciones.
Otras mediciones como The Competitive Intelligence Unit, una consultora local de asesoría y análisis para el sector, incluso ubica a Blim en una mayor posición de desventaja, la sexta, en el mercado que opera bajo el esquema de suscripción o SVOD en el país.
Su participación es de 1.9% al cuarto trimestre de 2020, por debajo de Netflix, que tendría una participación de 75%, al que le siguen Prime Video, Disney+, HBO Go y Claro Video.
La compañía apuesta sus cartas al streaming como un potencial por explotar al lado de la cadena estadounidense Univision, que desde el anuncio en abril preparan la nueva plataforma que pretende apoderarse del mercado de América Latina y Estados Unidos con contenidos en español, con un modelo de negocio mixto, según Alfonso de Angoitia, codirector general de Grupo Televisa.
“Nuestra plataforma de transmisión estará impulsada por el acceso completo a la biblioteca de contenido profundo y la IP icónica de Televisa, así como a una ambiciosa lista de nuevos originales producidos por los creadores líderes en el mundo de habla hispana”, dijo en una conferencia con analistas e inversionistas con motivo del reporte al segundo trimestre de 2021.
El nuevo servicio aún no tiene nombre, pero comenzará a operar en 2022. Permitirá a los usuarios decidir si eligen pagar para acceder a los contenidos a cambio de ver anuncios publicitarios. Quien opte por una suscripción evitará la publicidad y podrá acceder a una versión premium con historias actualmente en producción, lideradas por escritores como la española María Dueñas o el peruano, Mario Vargas Llosa.
El ingrediente secreto
La propuesta de Televisa-Univision busca aprovechar el negocio de publicidad poco desarrollado en videos bajo demanda, o AVOD, por sus siglas en inglés, un mercado que podría representar entre 3,000 y 4,000 millones de dólares en 2024, de acuerdo con proyecciones dadas a conocer por los directivos de Televisa.
“Básicamente, el mercado de AVOD no existe, así que los estamos creando”, agregó de Angoitia.
Ambas empresas lanzaron recientemente al mercado las opciones AVOD en sus respectivas plataformas de streaming, Blim y Prende TV. Estos servicios se fusionarán posteriormente en una única plataforma con 40,000 horas de contenido, incluyendo deportes.
TV Azteca de Grupo Salinas y competidora de Televisa, anunció en enero del 2020 un acuerdo para integrar contenidos a Tubi, una plataforma estadounidense de AVOD, reforzando con ellos su llegada al mercado mexicano.
El esquema AVOD en Estados Unidos es utilizado por empresas de medios como Comcast, a través de Peacock, pero tiene en YouTube de Google su principal exponente. Google será próximamente un socio de Televisa y Univision.
La plataforma de streaming será el primer producto de la fusión acordada entre el negocio de contenidos de Grupo Televisa y Univision, una operación que las empresas planean concretar a finales de 2021 y que considera una valuación de activos por 4,800 millones de dólares.
La nueva compañía, conocida como Televisa-Univision tendrá como principal accionista a la televisora mexicana. Las tecnológicas Google y Softbank, los inversionistas The Raine Group y Forgelight también tendrán una participación accionaria.
Cuando se estrene el próximo año, el servicio de streaming de Televisa y Univision podría enfrentar a un nuevo ambiente competitivo. Netflix explora ampliar sus opciones y podría comenzar a ofrecer videojuegos dentro de su catálogo de entretenimiento, reportó Bloomberg.
