Bloomberg — Cuba vivió el domingo (11 de julio) su mayor protesta callejera en décadas, en la que miles de personas marcharon demandando libertad y alimentos. La crisis económica más profunda desde el colapso de la Unión Soviética, el aumento de las infecciones por Covid-19, los apagones y el mayor uso de las redes sociales contribuyeron a avivar el descontento con el régimen comunista en poder desde hace 62 años.
Caída de la economía
La pandemia devastó la economía de la isla. Al evaporarse el turismo, la economía se contrajo un 11% en 2020, según el ministro de Economía, Alejandro Gil. Es la mayor caída desde principios de la década de 1990, cuando el colapso del comunismo en Europa del Este privó a la nación de aliados y socios comerciales.
En respuesta, el Gobierno puso fin este año a muchos subsidios y eliminó el sistema de doble moneda, vigente desde hacía décadas. Los cambios eran necesarios, pero también desataron un “espiral inflacionario”, según el ministerio de Finanzas y Precios de Cuba. Algunos economistas estiman que la inflación podría superar el 400% este año.
Brote de Covid-19
Cuba mantuvo a raya los contagios de Covid-19 al principio de la pandemia y creó dos vacunas propias. Pero la tasa de infección se está disparando, a pesar de que la isla de 11 millones de habitantes ha administrado 7,5 millones de dosis. El domingo, el país informó de 6.923 nuevos casos de coronavirus y 47 muertes por Covid-19, ambos récords diarios. El presidente Miguel Díaz-Canel dijo el lunes que tener tantas personas infectadas y aisladas está perjudicando la economía al obligar a la isla a dedicar sus limitados recursos eléctricos a hospitales y centros de recuperación.
Manifestantes Hambrientos
Cuba importa muchos de sus productos básicos y la administración, con problemas de liquidez, ha estado luchando para mantener los estantes abastecidos. Recientemente limitó la capacidad de los ciudadanos para cambiar sus pesos cubanos por dólares estadounidenses, uno de los elementos clave del paquete de reformas de enero, porque el gobierno necesitaba el efectivo para financiar las importaciones. Estos problemas, combinados con la recesión económica general y el aumento de la inflación, hacen que muchos cubanos no tengan suficiente para comer. Junto con los cánticos de “Libertad” y “Abajo el comunismo” que se escucharon durante el fin de semana, uno de los mensajes clave fue “Tenemos hambre”.
Éxodo
La caída de la economía también está acelerando la emigración. Hasta mayo del año fiscal 2021, la Patrulla de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos dijo que detuvo a 23.066 cubanos, mucho más que los 14.015 que había detenido en todo el pasado año fiscal.
Apagones
Los cubanos también están enfurecidos por los continuos apagones. El lunes (12 de julio), el ministro de Minas y Energía, Liván Arronte, dijo que una combinación de averías en las centrales eléctricas, el aumento de la demanda de energía y los problemas para importar combustible debido a las sanciones de Estados Unidos habían provocado un racionamiento de energía. Venezuela, antaño un fiable aliado de Cuba en lo referido al crudo, tampoco ha podido prestar mucha ayuda ya que lucha contra su propia crisis económica.
Embargo y Twitter
Para las autoridades cubanas, las protestas tienen dos motores principales: El embargo comercial de Estados Unidos, que lleva vigente 59 años, y las redes sociales. El embargo se endureció en 2017, asfixiando aún más la economía de Cuba y reduciendo el número de naciones dispuestas a hacer negocios con la isla.
El régimen también dice que Estados Unidos manipuló a los cubanos a través de las redes sociales para que se unieran a las protestas. El número de cubanos con acceso a las redes sociales ha aumentado en los últimos años. El lunes, el gobierno pareció restringir el acceso a algunos sitios, como Facebook, Twitter y WhatsApp.
Con la asistencia de Andrew Rosati.