Bloomberg — El Congreso debería promulgar un estándar de energía limpia que obligue a las empresas de servicios públicos a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero si los legisladores no cumplen, el gobierno de los Estados Unidos está preparado para actuar por su cuenta, dijo a Bloomberg la asesora nacional sobre clima del presidente Joe Biden.
Una directiva de electricidad limpia es fundamental para catalizar la reducción de las emisiones, dijo la asesora nacional sobre clima, Gina McCarthy, durante una discusión grabada para la Cumbre de Negocios Sostenibles de Bloomberg que se inauguró el martes (13 de julio). Pero McCarthy se negó a decir que este requisito es un ingrediente imprescindible para un amplio proyecto de ley de impuestos y gastos destinado a apuntalar una iniciativa bipartidista de infraestructura.
“No quiero decir que nada representa una línea roja, porque, francamente, gran parte del trabajo que se hizo en el plan de infraestructura bipartidista implicó la construcción de una base tremenda para que crezcamos a partir de ella”, dijo McCarthy. “Tenemos mucha autoridad reguladora y tenemos intención de utilizarla, y seguiremos adelante con esos esfuerzos para hacer frente a la crisis climática”.
Biden se ha comprometido a descarbonizar el sector eléctrico para 2035, y un estándar de energía limpia se considera una herramienta vital para lograr ese objetivo, así como la promesa de EE.UU. en virtud del acuerdo climático de París de reducir al menos a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero del país para 2030. Pero la directiva quedó fuera del paquete de infraestructura bipartidista negociado con los republicanos, y ahora funcionarios de la administración están presionando para incluirlo junto a una serie de incentivos de energía renovable como parte del plan separado de impuestos y gastos.
Los comentarios de McCarthy se dan en un momento en el que algunos demócratas están redoblando su empeño para que las principales iniciativas climáticas sean parte de esta próxima legislación.
“El cambio climático y la infraestructura no pueden ser temas separados”, dijo el martes (13 de julio) en el pleno del Senado el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer.
McCarthy destacó la importancia de que el Congreso impulse una serie de políticas climáticas, incluidos créditos fiscales renovables más duraderos y efectivos que complementen una directiva centrada en los servicios públicos. Ampliar los incentivos fiscales “significa que los negocios están listos”, dijo McCarthy.
“Sin ello, va a tener que haber una estrategia regulatoria para avanzar”, dijo McCarthy. “Y creo que todos podemos estar de acuerdo en que un estándar de electricidad limpia puede ser ese primer factor de motivación inicial que nos permitirá obtener el tipo de impactos a gran escala que ahora necesitamos tener”.
Incluso sin el apoyo del Congreso, la administración Biden se está moviendo para redactar normas que castiguen las emisiones de gases de efecto invernadero que generan los autos, las plantas de energía y los pozos de petróleo. Y se están considerando otras políticas, entre ellas un arancel en la frontera sobre los productos importados basado en su contenido de carbono. Este sería similar al enfoque que la Unión Europea (UE) está planeando introducir. Aún así, una directiva de EE.UU. para energía limpia sería difícil de construir solo a través de la regulación federal.
La Administración enfrenta desafíos tanto procesales como políticos para promulgar una directiva de energía limpia a través de un proyecto de ley de reconciliación presupuestaria de vía rápida que permita que algunas medidas de impuestos y gastos avancen con un voto de mayoría simple. La alternativa probablemente sucumbiría a manos de una obstrucción republicana en un Senado que se encuentra dividido en partes iguales.
Contorsiones
La elaboración de una directiva para la industria eléctrica que se ajuste a esos limitados requisitos procesales (para no ser descartada como un asunto ajeno al presupuesto) podría requerir que los demócratas hagan contorsiones en cuanto a estas políticas. Algunos ambientalistas se están uniendo a una alternativa que implicaría imponer objetivos anuales de energía limpia a empresas eléctricas y crear un sistema de incentivos y sanciones para las mismas en base a su éxito a la hora de cumplirlos.
La administración también debe mantener a los demócratas unidos detrás del plan. Entre ellos se cuentan senadores como Kyrsten Sinema de Arizona y Joe Manchin de Virginia Occidental, un estado rico en carbón. La financiación de las transiciones de empleo y la garantía de un futuro económico activo para esas las comunidades que están sintiendo los efectos de mercado ante el declive de ese combustible fósil son fundamentales, dijo McCarthy.
“Creo que ha sido muy importante para el senador Manchin ver que se está construyendo un futuro aquí que él puede apoyar para revitalizar la industria manufacturera y traer desarrollo económico a su comunidad”, señaló McCarthy. “Creo que existen todas las oportunidades en el mundo para que el Senador Manchin no solo comunique esto, sino que se sienta conforme con las inversiones que se están realizando. Su estado necesita esto tanto como cualquier otro, si no es que más”.
Con asistencia de Steven T. Dennis.