Bloomberg — El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo, sin ofrecer pruebas, que el Tribunal Superior Electoral del país robó votos en elecciones anteriores y lo volverán a hacer en los comicios presidenciales de 2022 a menos que el Congreso apruebe su propuesta de reintroducir el voto impreso.
Las acusaciones son las más recientes de una serie de denuncias de fraude electoral sin fundamento realizadas por el líder de extrema derecha, y se producen justo cuando encuestas de opinión muestran que su popularidad cayó a mínimos récord en medio de escándalos relacionados con la compra de vacunas contra el covid-19.
“El fraude está en el Tribunal Superior Electoral, no hay duda”, dijo el viernes Bolsonaro a un grupo de simpatizantes frente a su residencia oficial. “Esto sucedió en 2014”, señaló, refiriéndose a la reelección de la presidenta izquierdista Dilma Rousseff con el 51,6% de los votos en una segunda vuelta contra el candidato de centroderecha Aécio Neves.
El presidente calificó al ministro del Supremo Tribunal Federal, Luís Roberto Barroso, quien también preside el Tribunal Superior Electoral, de “imbécil”. Barroso, que no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios, está en contra de agregar votos impresos que podrían contabilizarse manualmente si hubiera problemas con el sistema electrónico. Él dice que, en realidad, el cambio reabriría la posibilidad de fraude a través de la interferencia humana y sostiene que el sistema actual es seguro.
Brasil ha utilizado votos electrónicos desde 1996, y el propio Bolsonaro fue elegido cinco veces como legislador a través de ese sistema. También ganó como presidente en 2018 en una segunda vuelta, pero dice, sin ofrecer pruebas, que no obtuvo una victoria absoluta en la primera vuelta debido a un fraude electoral.
El mes pasado, autoridades electorales pidieron a Bolsonaro presentar evidencia de las acusaciones de fraude electoral, pero el presidente hasta ahora se ha negado a hacerlo.