Inversores apuestan a espacio de oficinas en Uruguay

Prevén la llegada de empresas y nuevos negocios al país que se caracteriza por su estabilidad económica y política.

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Un grupo de los principales inversores inmobiliarios de Uruguay planea recaudar US$165 millones para apostar a que la demanda de espacio de oficinas está a punto de despegar a medida que los extranjeros acudan en masa a la nación conocida como la Suiza de Sudamérica.

Los inversores, entre los que se encuentra el arquitecto Ernesto Kimelman y el ejecutivo de la construcción Eduardo Campiglia, pretenden vender valores híbridos a través de Fideicomiso Financiero Platinum. El dinero recaudado a través de la venta se destinará a la construcción de dos torres de oficinas y un edificio de departamentos de 98 unidades que se espera albergue a residentes y a recién llegados a la nación de 3,5 millones de habitantes.

“Estamos en medio de un barrio donde lamentablemente se están produciendo muchos incendios. Hay problemas en Chile, en Argentina, en Perú. En Brasil, las cosas no están bien”, señaló Kimelman en una entrevista. “Eso probablemente haga que muchas empresas o trabajadores independientes piensen en Uruguay como un lugar” para hacer negocios.

Situado entre Argentina y Brasil, Uruguay ha aprovechado su estabilidad económica y política para convencer a empresas como el productor de productos químicos BASF SE y el gigante del comercio de petróleo Trafigura Group para que abran oficinas locales. El Gobierno también ofrece generosas exenciones fiscales para atraer a inmigrantes calificados y reactivar la inversión y la economía en general.

Kimelman dijo que espera que la pequeña nación capte más empresas extranjeras en el negocio de los servicios globales, lo que significaría una mayor demanda de oficinas y espacio para vivir por parte de los inmigrantes. Uruguay exportó servicios globales como contabilidad, TI y consultoría por casi US$1.900 millones en 2018, según datos del Gobierno. El mes pasado, Google compró una propiedad de 30 hectáreas cerca de la capital, Montevideo, para construir un centro de datos.

Uruguay vio surgir en las últimas semanas a los primeros multimillonarios del sector con la oferta pública inicial de la plataforma de pago en la nube Dlocal Ltd. La compañía, que permite a empresas como Amazon.com Inc. y Microsoft Corp. facturar a clientes de mercados emergentes, ahora cotiza con una capitalización de mercado de alrededor de US$14.000 millones.

No cabe duda que la pandemia está lejos de haber terminado en Uruguay, país que, según una medida, acaba de ceder su liderazgo mundial de muertes per cápita. Su programa de vacunación ha administrado dos dosis a más del 42% de la población.

El COVID-19 motivó a Kimelman y sus socios a agregar más ventanas y ventilación a su proyecto. Pero Kimelman no comparte las visiones más pesimistas de que la pandemia ha dejado obsoletas las oficinas. Señaló la tensión emocional y logística que supone conciliar el trabajo y la vida familiar en los pequeños departamentos normales de Montevideo.

Dos años y medio después de que el proyecto se presentó por primera vez a los fondos de pensiones locales, el banco central autorizó el 16 de junio a Fideicomiso Financiero Platinum a vender hasta US$165 millones en valores conocidos como títulos mixtos que pagarán intereses y distribuirán utilidades.

“Esperamos que haya uno o dos inversionistas institucionales importantes”, señaló Kimelman.

Los patrocinadores del proyecto, entre los que se encuentra Kimelman, planean comprar hasta un 30% de los valores. Ya han gastado varios millones de dólares para comprar y excavar una propiedad de aproximadamente 10.000 metros cuadrados al lado del World Trade Center en Montevideo, que será el emplazamiento del proyecto.