Bloomberg — Chevron Corp. e importantes compañías estadounidenses de servicios petroleros lograron una extensión para mantener una presencia limitada en Venezuela a pesar de las sanciones de Estados Unidos destinadas a privar de petrodólares al régimen del presidente Nicolás Maduro.
En la primera renovación concedida por la administración del presidente Joe Biden, el Departamento del Tesoro de EE.UU. extendió hasta el 1 de diciembre su autorización para que Chevron, Halliburton Co., Schlumberger Ltd., Baker Hughes Co. y Weatherford International Plc realicen negocios que son esenciales para preservar sus activos, proteger a empleados y reembolsar a contratistas. El plazo límite anterior era el 3 de junio. Desde el año pasado, las empresas han tenido prohibida cualquier actividad relacionada con la producción de petróleo.
Venezuela, que alberga las reservas de crudo más grandes del mundo, ha visto cómo su industria petrolera, que alguna vez fue enorme, ha colapsado con las sanciones impuestas al régimen de Maduro. Aunque los precios del crudo han aumentado a medida que la economía mundial comienza a recuperarse de la pandemia de Covid-19, la producción de petróleo del país sudamericano apenas ha aumentado.
La prórroga se produce en medio de medidas del régimen de Maduro que podrían conducir a un eventual descongelamiento de las tensiones entre Washington y Caracas. Maduro llegó a un acuerdo para permitir que el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas comience a operar en Venezuela y trasladó a ejecutivos estadounidenses de Citgo Petroleum Corp. desde una prisión a arresto domiciliario, mientras que la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó un nuevo directorio electoral que incluye a oponentes de Maduro. En mayo, el líder de la oposición, Juan Guaidó, propuso flexibilizar gradualmente las sanciones como incentivo para que Maduro programe elecciones libres.
Chevron llego a Venezuela en la década de 1920 y desde entonces se ha convertido en una de las mayores petroleras privadas que operan en el país. Es socia de Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) en cuatro empresas del sector, que en 2019 produjeron 34.000 barriles de crudo.
EE.UU. incrementó las sanciones contra Caracas a principios de 2019 al imponer una prohibición de facto a PDVSA, seguida de sanciones a dos filiales de Rosneft PJSC y varias empresas menos conocidas que ayudan al país a exportar petróleo. El miembro fundador de la OPEP produjo 445.000 barriles diarios en abril, alrededor de 20% de lo que solía producir hace cinco años.