Bloomberg — Los casos iniciales de covid-19 rastreados hasta los mercados de Wuhan, China, replican la propagación inicial del SARS 17 años antes, escribieron científicos en un artículo que concluye que un contagio animal es la explicación más probable de la génesis de la pandemia.
La historia epidemiológica del SARS-CoV-2 es comparable con brotes anteriores de coronavirus asociados a los mercados de animales y ofrece una ruta simple para la exposición humana, dijeron el miércoles Edward Holmes, Andrew Rambaut y otros 19 investigadores en una revisión de la evidencia científica relacionada con los orígenes de la pandemia.
El artículo se publicó el miércoles (7 de julio) en Zonodo antes de su revisión por pares y está siendo preparando para ser enviado a una revista para su publicación, dijo uno de los autores. El documento ofrece una explicación detallada de los marcadores genéticos del SARS-CoV-2, su epidemiología preliminar y la investigación realizada en el Instituto de Virología de Wuhan.
El debate sobre el surgimiento del covid se ha concentrado en torno a dos ideas en competencia: un escenario de un “escape de laboratorio” y un contagio desde animales. Los autores, que también incluyen al premio Nobel Peter Doherty y el director de Wellcome Trust, Jeremy Farrar, dijeron que no hay evidencia de que el SARS-CoV-2 tenga su origen en un laboratorio, y la sospecha surge de la coincidencia de que el virus se detectó por primera vez en una ciudad que alberga el laboratorio de máxima bioseguridad del instituto que estudia coronavirus y enfermedades mortales, como el ébola.
La teoría del accidente de laboratorio “no puede descartarse por completo”, pero es muy poco probable, según los autores, en comparación con “los numerosos y repetidos contactos entre humanos y animales que se producen habitualmente en el comercio de animales vivos”.
No investigar y comprender el origen viral del contagio a través de estudios colaborativos y cuidadosamente coordinados “dejaría al mundo vulnerable a futuras pandemias que surjan de las mismas actividades humanas que repetidamente han hecho que nos enfrentemos a nuevos virus”, escribieron.
Wuhan, la ciudad más grande de la zona central de China, tiene una serie de mercados de animales y es un importante centro de viajes y comercio, bien conectado con otras áreas tanto dentro de China como internacionalmente, dijeron los autores. Por lo tanto, es más probable que el vínculo con Wuhan refleje el hecho de que los patógenos a menudo requieren áreas densamente pobladas para establecerse.
Aunque hasta ahora no se ha encontrado ningún reservorio de murciélago ni huésped animal intermedio para el SARS-CoV-2, es probable que la transmisión del virus de una especie animal a otra no llegue a ser detectada, señalaron los autores.