Bloomberg — El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que había transmitido a su homólogo ruso un duro mensaje sobre la necesidad de detener los ciberataques cuando se reunieron en Ginebra el mes pasado. Vladimir Putin dijo que no podía estar más de acuerdo.
Pero menos de un mes después, los piratas informáticos de la inteligencia militar rusa penetraban las computadoras del Comité Nacional Republicano de Estados Unidos, según informó el martes Bloomberg News.
El Kremlin negó estar implicado en el último ataque, como lo ha hecho en todos los anteriores, pero eso no alivió la presión sobre Biden de los críticos de sus esfuerzos por reparar las relaciones con Rusia.
Para Moscú, las armas cibernéticas son solo una de las herramientas utilizadas en el enfrentamiento cada vez más feroz con EE.UU., y las cálidas palabras en una cumbre presidencial no son suficientes para cambiar eso, según exfuncionarios y analistas.
‘Herramienta más sencilla’
La semana pasada, Putin firmó una nueva Estrategia de Seguridad Nacional que aboga por el uso de este tipo de táctica “asimétrica” para responder a las “acciones hostiles” de otras naciones. Una ley rusa aprobada a principios de este año clasifica formalmente a EE.UU. como hostil.
“Los ataques de piratas informáticos son la herramienta más sencilla que Moscú puede implementar”, dijo Gleb Pavlovsky, que trabajó como asesor político del Kremlin durante la primera década de Putin en el poder hasta 2011. Si bien las operaciones sofisticadas para vulnerar la seguridad informática toman tiempo en prepararse, “podrían haber estado listas, simplemente esperando el visto bueno en el momento adecuado”, dijo.
El embajador de Rusia en EE.UU., Anatoly Antonov, dijo el miércoles (7 de julio) que Moscú no estaba involucrado en ataques contra la infraestructura estadounidense y que los problemas de ciberseguridad probablemente serán un tema de discusión cuando los funcionarios estadounidenses y rusos se reúnan la próxima semana para sostener otra ronda de diálogo.
“No hay que olvidar que hay mucha desconfianza entre EE.UU. y Rusia, hay muchos problemas”, señaló Antonov en el programa “Balance of Power” de Bloomberg Television con David Westin. “Estamos en estrecho contacto con diversas agencias de EE.UU.”
Putin acusó el 30 de junio a EE.UU. de desempeñar un papel en la decisión del Reino Unido de enviar al destructor HMS Defender a las aguas del Mar Negro reclamadas por Rusia, lo que desencadenó amenazas de acción militar por parte de Moscú.
“Esta provocación fue a gran escala, fue llevada a cabo no solo por los británicos sino también por los estadounidenses”, dijo en la televisión nacional.
Según Pavlovsky, exasesor del Kremlin, los ataques de piratería informática pueden haber sido una especie de represalia.
‘Nueva arma’
Aunque las capacidades militares rusas están muy por debajo de las de EE.UU., “a los ojos del Kremlin y de los halcones de la seguridad que tienen un papel importante en la política geopolítica, los ciberinstrumentos son una nueva arma en su arsenal”, dijo Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora política R.Politik.
Moscú espera alcanzar una amplia tregua con Washington, dijo Sergei Markov, consultor político del Kremlin. Aun así, “Rusia se está preparando muy activamente para una guerra cibernética con EE.UU., de modo que si EE.UU. le declara esa guerra, Rusia pueda llevar a cabo un ataque de represalia”.
Lo que Moscú puede ver como defensa o como trabajo rutinario de inteligencia puede considerarse ofensivo en Washington.
“Tan pronto después de una cumbre en la que Biden intentaba que los rusos dejaran de entrometerse activamente y vigilaran a su propia comunidad, esto se convertirá en una cuestión política”, dijo Mark Galeotti, miembro asociado senior del Royal United Services Institute de Londres. “Las noticias ahora hablan sobre la actividad cibernética rusa maligna y esto plantea un desafío para Biden”.
-Con la colaboración de David Wainer.