Las aerolíneas pagarán por la contaminación de sus aviones en la Unión Europea

La Comisión del bloque quiere obligar a los proveedores a mezclar un nivel cada vez más alto de combustibles sostenibles con combustibles existentes vendidos en los aeropuertos.

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Bloomberg — Las aerolíneas en el mercado de carbono más grande del mundo eventualmente tendrán que pagar por toda la contaminación de sus aviones, al tiempo que la Unión Europea fortalece sus políticas climáticas bajo el Pacto Verde Europeo.

La propuesta de la Comisión Europea incluye la eliminación gradual de los derechos de emisión para los transportistas, y será parte de las medidas que se darán a conocer el 14 de julio, según una persona con conocimiento del tema. El paquete de medidas también introducirá exigencias más estrictas a las empresas del sector del transporte para que utilicen un combustible más limpio.

La UE tiene como objetivo hacer de su Pacto Verde y la ambiciosa reforma medioambiental, una nueva estrategia de crecimiento a medida que su economía se recupera de la pandemia. El impulso limpio planificado incluye también fortalecer y expandir el mercado de carbono del bloque, crear un nuevo programa de comercio de emisiones para edificios y transporte por carretera, y establecer nuevos estándares de emisiones para los automóviles.

La Comisión quiere obligar a los proveedores de combustible a mezclar un nivel cada vez más alto de combustibles sostenibles con el combustible existente vendido en los aeropuertos de la UE, dijo la persona, que pidió no ser identificada porque las conversaciones sobre los proyectos de ley son privadas. Además, el ejecutivo de la UE tiene previsto fomentar la adopción de combustibles sintéticos bajos en carbono en el marco del llamado paquete de medidas “Objetivo 55”.

Los combustibles más limpios también recibirán un trato preferencial en el nuevo marco fiscal de energía de la UE.

El impulso legislativo busca alinear la economía europea con el nuevo objetivo de reducir los gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, desde los niveles de 1990. La meta anterior era un recorte de 40%.