Bloomberg — El presidente electo, Donald Trump, está recurriendo a Scott Turner, exjugador de la NFL y veterano de su primer mandato, para dirigir el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano.
Turner fue anteriormente director ejecutivo del Consejo de Oportunidades y Revitalización de la Casa Blanca. El presidente electo elogió en un comunicado el trabajo de Turner en ese puesto, diciendo que ayudó a "liderar un esfuerzo sin precedentes que transformó las comunidades más afligidas de nuestro país."
Turner es el primer estadounidense negro elegido para un puesto en el Gabinete en la segunda administración de Trump.
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De ser confirmado por el Senado estadounidense, Turner dirigiría un departamento responsable de coordinar la política nacional que aborda las necesidades de vivienda del país, incluidos los programas para reforzar la vivienda asequible, proporcionar asistencia a los estadounidenses de bajos ingresos, prevenir la discriminación en el mercado y estimular el desarrollo urbano.
Antiguo cornerback, Turner jugó en la NFL durante nueve temporadas con Washington, San Diego y Denver. Posteriormente fue miembro de la Cámara de Representantes de Texas.
Trump desató una tormenta con su primera elección para la agencia, el afamado neurocirujano Ben Carson, y los críticos señalaron que no tenía experiencia previa ni conexión con la política federal de vivienda. Carson sigue siendo uno de los defensores más acérrimos de Trump, ayudando al presidente electo a amplificar su acercamiento a los votantes negros durante la última campaña.
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Bajo el mandato de Carson, el HUD utilizó las llamadas Zonas de Oportunidad, que ofrecían incentivos para atraer inversiones a comunidades con dificultades económicas. Ese esfuerzo suscitó la oposición de quienes decían que las exenciones acababan beneficiando predominantemente a los promotores ricos. Bajo Trump y Carson, la agencia también finalizó una norma que los grupos de derechos civiles dijeron que socavaba los esfuerzos para prevenir la discriminación en la vivienda.
Durante su campaña, Trump arremetió regularmente contra las ciudades gobernadas por demócratas, tachándolas de acosadas por la delincuencia y la falta de vivienda. Trump ha prometido “prohibir las acampadas urbanas” y crear “ciudades de tiendas de campaña” en “terrenos baratos” y traer médicos y trabajadores sociales.
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