Bloomberg — En el auge de la energía limpia en Chile, la deuda en dólares con mejor desempeño de este año es la de una generadora que quema el más sucio de todos los combustibles.
El operador de la planta a carbón Guacolda Energía SA ha entregado a los inversionistas un retorno del 70% en momentos en que una avalancha de proyectos solares y eólicos deja a las termoeléctricas restantes como respaldos esenciales y lucrativos en la compleja transición de Chile hacia la carbononeutralidad.
Las distorsiones de precios y los déficits en la transmisión eléctrica están perjudicando a un mercado de energía solar congestionado en el norte del país, donde opera Guacolda. Los decrecientes costos del carbón le dan un impulso adicional a la carbonera. Sumado a ello, las tensiones en un sistema de energía regulado concebido décadas antes del auge de las energías renovables han socavado una propuesta de parlamentarios para el cese de operaciones de todas las plantas a carbón para 2025, aliviando aún más la presión sobre Guacolda. Además, un nuevo propietario redujo la deuda.
“Con problemas en la red, y dada su ubicación, Guacolda se convirtió en un activo importante para cubrir la generación en horas donde no hay energía solar”, dijo Martín Arancet, analista de Balanz Capital en Buenos Aires.
Los retornos de los bonos de Guacolda con vencimiento en 2025 aumentaron un 70% este año, según datos compilados por Bloomberg, alcanzando los 47 centavos por dólar después de tocar un mínimo histórico de 27 centavos en noviembre.
La caída más pronunciada de los bonos coincidió con un aumento en los precios del carbón a raíz de la pandemia. Pero un indicador de los precios de este combustible, que se cuadruplicó con creces en 2021 y 2022, ha bajado un 67% este año, lo que ha reducido los costos. Los ingresos netos de la empresa se duplicaron con creces en el primer trimestre con respecto al año anterior.
Además, si un acuerdo firmado con Mitsubishi para investigar la combustión conjunta de amoníaco en una central de carbón arroja resultados favorables, “abriría un nuevo ciclo para Guacolda”, dijo Manuel Mondia, analista de Aquila Asset Management AG.
Oferta de recompra
La baja de los bonos también se vio impulsada por las incertidumbres en torno a la estrategia que tomaría Capital Advisors, una firma local de gestión de activos que adquirió Guacolda a mediados de 2021. “Pero hasta ahora, los dueños han reducido sustancialmente la deuda y están mejorando gradualmente la rentabilidad, contribuyendo a una renovada confianza”, dijo Mondia.
La compañía completó una oferta pública en abril, pagando alrededor de US$60 millones en efectivo por US$132,5 millones de las notas.
“La recompra señala que los mismos accionistas deben creer en que Guacolda puede seguir aprovechando esta posición en los próximos años, y por eso eligieron usar la liquidez para recomprar deuda barata”, dijo Arancet de Balanz. El analista ve margen para una mayor recuperación.
Ciertamente, no todo el mundo es optimista. La gerencia no ha sido clara sobre el refinanciamiento de Guacolda y la estrategia comercial, dijo Sandra Loyola, analista de renta fija de Credicorp Capital en Santiago. “Una mayor apertura sobre estos temas podría jugar positivo para el bono, pero no esperamos que esto cambie. Hoy no veo catalizadores claros que me hagan prever un mejor performance para el bono”.
S&P elevó la calificación crediticia de Guacolda de D a CCC+ luego de la recompra de deuda. Pero la clasificadora de riesgo dijo que todavía enfrenta un déficit de efectivo para pagar la deuda con vencimiento en abril de 2025 debido a la “estructura de capital insostenible”.
Capital Advisors rechazó una solicitud de comentarios.
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