Bloomberg Línea — El aeropuerto internacional de Haití reabrió sus puertas este 11 de diciembre tras un mes de cierre por el recrudecimiento de la guerra entre pandillas en Puerto Príncipe.
“Esta decisión se enmarca en un enfoque estratégico destinado a restablecer un entorno seguro y relanzar las actividades económicas, esenciales para el desarrollo del país”, explicó la oficina del primer ministro haitiano, Alix Didier Fils-Aimé, a través de un comunicado.
La apertura fue posible gracias al incremento de la fuerza policial nacional en el aeropuerto, así como a la presencia de uniformados keniatas, desplegados en Haití el pasado junio con el respaldo de la ONU y el objetivo de ayudar a restablecer el orden.
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Pese a la entrada en vigencia del aeropuerto, gracias a un vuelo de prueba que permitió verificar las condiciones de seguridad, hay incertidumbre respecto a las aerolíneas internacionales que continuarán operando. La razón: la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) prohibió a las compañías estadounidenses volar rumbo a Haití durante 30 días, periodo que concluirá el próximo jueves.
El cierre del aeropuerto Toussaint Louverture fue ordenado tras un ataque de fuego perpetrado por las pandillas contra un avión de Spirit Airline, en el que una auxiliar de vuelo resultó impactada por las balas, aunque las heridas no fueron de gravedad.
La situación, sin embargo, solo es una pequeña muestra la cruenta situación en la que está sumida Haití, en poder de las pandillas desde 2021, tras el magnicidio de Jovenel Moïse, si bien la situación empeoró en 2024.
Se estima que hoy las pandillas tienen el control en 80% de Puerto Príncipe, con una agravante: están integradas en un 50% por menores de edad reclutados generalmente bajo amenazas, documentó la Unicef el 25 de noviembre.
El aeropuerto volverá a operar en medio de luto por masacre
La reapertura del aeropuerto es anunciada en un contexto difícil para el país: menos de una semana atrás, 184 ciudadanos, la mayoría mujeres y adultos mayores, fueron masacrados en uno de los barrios más azotados por la violencia, Cité Soleil.
Monel Mikano Félix, el líder de una coalición pandillera llamada Viv Ansanm, ordenó la matanza, asegurando que las víctimas habían hecho vudú a uno de sus hijos hasta enfermarlo y asesinarlo, noticia que llamó la atención de la comunidad internacional.
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“Decidió castigar cruelmente a todos los ancianos y practicantes de vudú que, en su imaginación, serían capaces de enviarle mala suerte a su hijo (...). A pesar de estas acciones, el niño murió el domingo por la tarde”, informó la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH, por sus siglas en francés).
Lo cierto es que los asesinatos se han vuelto pan de cada día en el país centroamericano, según el alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, en diálogo con la prensa el pasado lunes.
“Los últimos asesinatos elevan el número de muertos en Haití este año a la asombrosa cifra de 5.000 personas”, expuso.