Sequía histórica empeorará en la Amazonia brasileña, dice un científico

No se esperan precipitaciones en el norte de Brasil, a pesar de que la estación de lluvias comienza a finales de septiembre o principios de octubre

La selva amazónica sufre una dramática sequía
Por Beatriz Amat
21 de octubre, 2023 | 04:04 PM

Bloomberg — No hay alivio a la vista para una sequía histórica en la Amazonia brasileña que ha estado interrumpiendo el transporte fluvial, provocando incendios forestales y matando a la fauna salvaje, según un destacado científico del clima.

No se esperan precipitaciones en el horizonte inmediato en el norte de Brasil, a pesar de que la estación de lluvias comienza normalmente a finales de septiembre o principios de octubre, declaró en una entrevista el físico atmosférico Paulo Artaxo. El cambio climático ha dejado los modelos meteorológicos imprecisos y anticuados, y cualquier proyección sobre cuándo empezará la temporada de lluvias es un tiro en la oscuridad, añadió.

“Deberíamos haber entrado ya en la estación de las lluvias, y esto obviamente no está ocurriendo”, dijo Artaxo. El clima “ya ha cambiado. La mayoría de los países no están preparados para afrontar el aumento de los fenómenos climáticos extremos”.

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El nivel del agua del río Negro, principal afluente del Amazonas, es el más bajo desde 1902, según el Servicio Geológico de Brasil. Harán falta hasta dos meses de lluvias para que los ríos amazónicos suban lo suficiente para que la navegación se normalice, dijo Artaxo. Unos 30 millones de brasileños viven en la Amazonia y dependen de los ríos para transportar productos esenciales como alimentos, medicinas y agua potable. La sequía ha obligado a desviar algunos envíos de soja y maíz a otros puertos del sur de Brasil. Este mes se cerró temporalmente una presa hidroeléctrica en el Amazonas. Aumentan los incendios forestales y mueren delfines de río.

Las olas de calor que asolaron Europa, Estados Unidos y Asia a principios de año demuestran que los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes e intensos en todo el planeta, y los gobiernos deben actuar con rapidez para adaptarse a la nueva realidad, afirmó. Para la Amazonia podría significar encontrar alternativas para el transporte de cosechas y otros bienes debido al bajo nivel del agua.

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