Bogotá — Las juntas directivas en Latinoamérica tienen entre 4 y 6 integrantes en promedio, por lo que suelen ser pequeñas en tamaño en comparación a las de Europa y Norteamérica, en donde estas se componen de entre 8 a 10 miembros, de acuerdo al reporte “Board Members LATAM 2023-2024″, de Page Executive.
El informe muestra que las agendas de las juntas directivas en la región continúan enfocadas en rentabilidad, sustentabilidad y evaluación de riesgos.
No obstante, sobresale el hecho de que en su agenda también cobran relevancia otras temáticas como los asuntos relativos a ESG; la diversidad, equidad e inclusión; ciberseguridad y gestión del talento.
En Latinoamérica, el 37,3% de los integrantes de las juntas tienen entre 51 y 60 años, en tanto que en mercados como Colombia el 19,6% son menores de 40 años, de acuerdo al reporte Board Members.
En la región casi la mitad tienen entre 5 y 10 años de experiencia trabajando en consejos de liderazgo.
Y en Colombia el 46,5% de los integrantes encuestados han tenido experiencia ejerciendo en empresas multinacionales.
Page Executive señala que los conocimientos más valorados en los miembros de las juntas directivas son finanzas (62,5%), ESG (Ambiente, Sociedad y Gobierno Corporativo) (48%), gestión de riesgos (44%) y experiencia en la industria específica (38,1%).
El 74% de las mesas directivas tienen una composición tanto por hombres como mujeres, lo cual plasma una reducción de la brecha de género que había en años anteriores. Los conocimientos financieros son los que en su mayoría se demandan por las organizaciones por su importancia en temas estratégicos.
Jeisson Andrés Balaguera, experto en Banca y CEO financiero de Values AAA - Investment Banking.
El reporte Board Members se elaboró con base en las respuestas de más de 900 miembros de juntas directivas en América Latina acerca de las características y modelos para identificar oportunidades de mejora.
En cuanto a la remuneración, se explica que el honorario mensual y por sesión no son las únicas formas de pago para los miembros de las juntas.
También hay otras que están dadas a través de una renta anual o en la participación en bonos o stock options.
No obstante, en algunos casos, no reciben ninguna remuneración adicional al salario que obtienen por ocupar otro puesto dentro de la empresa.
De hecho, indica Page Executive, algunos CEO pueden participar en el board sin recibir honorarios adicionales por esta responsabilidad.
“El 41% de los miembros de los boards en Latinoamérica reciben un honorario fijo mensual, mientras que el 32% recibe una compensación ad honorem”, es decir, sin ninguna retribución económica, según el documento.
Casi la mitad de ellos se reúne entre 9 y 12 veces al año y un 20% de ellos sesiona hasta 13 veces o más.
Brasil
En el gigante sudamericano, el rango de honorarios por sesión es de entre US$2.033 y US$6.097.
Bienes de consumo y retail; servicios financieros y de contabilidad; tecnología y telecomunicaciones; infraestructura, propiedad y construcción; y agroindustria están entre los que más pagan.
Además, el rango de pago mensual se ubica entre US$2.000 y US$6.346 sin importar la facturación de la empresa y para casi todas las industrias.
México
En este país, los honorarios por sesión van desde los US$2.588 a US$3.738, siendo el sector de servicios financieros y contabilidad el que más paga (US$2.600 a US$3.800), seguido por agroindustria y manufactura y salud.
Entre tanto, el pago por mes se ubica entre US$650 y US$5.800, siendo la industria de los bienes de consumo una de las que mayor remuneración ofrece, con un promedio de US$5.750 mensuales.
Chile
En Chile, el rango por sesión va de US$1.269 a US$3.800. Las empresas consideradas grandes (que facturan más de US$200 millones anuales) realizan pagos por sesión mayores a los US$2.600.
Los sectores financiero y contable (US$3.801); tecnológico y telecomunicaciones (US$2.601-US$3.800) y el de propiedad (US$1.300-US$2.600) son los que mejor pagan a sus miembros de junta.
De acuerdo a Page Executive, los encuestados reciben un pago mensual en el rango de US$2.550 a US$6.400.
La minería, ingeniería e infraestructura son las áreas que mejor pagan a los miembros de juntas directivas por mes, con más de US$6.346.
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Colombia
En Colombia se tiene que la mayoría de los miembros de juntas directivas obtienen honorarios mensuales (41%).
Otros tipos de remuneración incluyen un tipo honorario de acuerdo con la asistencia a sesiones (18%).
Mientras que el 32% de los integrantes realizan su labor de manera ad honorem.
Allí el rango de los honorarios por sesión va de US$479 a US$2.395. Por su parte, el rango mensual se ubica entre US$380 a US$2.400.
Argentina
Los pagos por sesión van desde los US$800 a US$1.700 en sectores como agroindustria y energía y recursos naturales.
Entre tanto, el rango mensual se ubica entre US$825 y US$2.475.
Aunque, según los autores del reporte, en la mayoría de las industrias el pago mensual es de más de US$2.475.
Perú
Los pagos por sesión en este país se ubican entre los US$366 y US$2.700.
Por ejemplo, en servicios financieros y contabilidad el pago por sesión ronda entre los US$1.050 y los US$2.700, en cambio, en energía y recursos naturales entre US$370 a US$630.
Por mes, los pagos pueden ir desde US$650 a US$2.700.
Salarios aún bajos de miembros de las juntas en LatAm frente a otros mercados
Margarita Maldonado, associate manager en PageGroup, dijo a Bloomberg Línea que los salarios de los miembros de las juntas directivas de Latinoamérica en relación con Norteamérica y Europa son considerablemente más bajos.
Esto responde a varios factores como la profesionalización de las juntas y la consciencia de que las buenas prácticas en torno al gobierno corporativo tienen un impacto positivo en el desempeño de la organización.
Afirmó que las organizaciones y accionistas de Latinoamérica hasta ahora están empezando a tomar consciencia respecto al tema: “Es muy reciente que empiecen a utilizar como referentes información y mapeos de mercado respecto a estos temas porque tampoco se evalúa el impacto que la junta directiva está teniendo para la organización. Como no se conoce ese impacto no se identifican o se ven las razones por las que una junta directiva tenga que ser remunerada”.
Para Maldonado, “cuando no hay profesionalización, no hay consciencia en términos de responsabilidad y tiempo de lo que implica para un miembro de junta el estar dentro de un órgano de estos, lo que ha llevado que estas decisiones sean muy confidenciales. Mientras que en Estados Unidos y en Europa las organizaciones ya han avanzado en este tema, cuentan con estudios de remuneración más sofisticados”.
“Sin duda alguna, en la región hemos avanzado, pero aún nos falta recorrer un amplio camino respecto a cómo se demarcan unos buenos procesos de gobierno corporativo en términos de selección, inducción y evaluación de juntas, por ende, el marco de remuneración aún no se encuentra bien establecido”, apuntó.