Bloomberg — Se espera que distintos líderes latinoamericanos, entre ellos el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, intenten evitar cualquier mención a la invasión rusa de Ucrania cuando se reúnan con homólogos europeos este mes. La reticencia a ello de los europeos prepara el terreno para un choque entre ambas en medio de esfuerzos para encauzar su relación.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) está buscando remover cualquier referencia al conflicto de las conclusiones de la cumbre, según personas familiarizadas con el asunto.
Por otro lado, países como Alemania, Polonia, República Checa y los estados del Báltico dijeron que eso sería una línea roja, según las personas, que pidieron anonimidad para hablar de asuntos privados.
La UE ve la cumbre como una oportunidad clave para reiniciar la relación del bloque con la región mientras compite por influencia con China, intenta ampliar el apoyo a Kiev en su defensa contra Rusia y busca asegurar el acceso a materias primas críticas necesarias para sus transiciones digital y de energía verde.
Las discusiones continuarán en los próximos días, pero se prevén difíciles, con desacuerdos también en torno a los derechos de los trabajadores y la creación de una coordinación a largo plazo entre la UE y la CELAC, añadieron las personas.
El proceso es complejo porque los países de la CELAC carecen de una estructura organizativa permanente, y la presidencia la ostenta actualmente la pequeña isla caribeña de San Vicente y las Granadinas, que representa la posición de países con posturas más radicales como Cuba, dijeron las personas.
Una opción sería acordar conclusiones más breves para intentar encarrilar de nuevo las negociaciones.
Sin embargo, Ucrania seguirá siendo uno de los puntos políticos más difíciles de consensuar, según un alto diplomático de la UE. La falta de tiempo y el alcance de las diferencias hacen imposible una declaración conjunta, añadió el diplomático.
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