Bloomberg — Israel se enfrentó este jueves a un ataque sostenido desde Líbano, el mayor desde la guerra de 2006. El ataque se produjo un día después del aumento de tensiones en Gaza y Jerusalén durante las fiestas religiosas. Se dispararon al menos 34 cohetes contra el norte de Israel. Los informes iniciales del ejército israelí sugerían que 25 cohetes fueron interceptados con éxito, mientras que 5 cayeron en el territorio del país.
El ataque causó heridas a dos personas en la región de Galilea. Un hombre fue alcanzado por la metralla y una mujer resultó herida mientras corría hacia un refugio, según la sociedad israelí de ayuda médica Magen David Adom. El general de división Amos Yadlin, ex jefe de la inteligencia militar israelí, describió el ataque como la mayor descarga de cohetes desde Líbano desde 2006.
Respecto a cómo respondería Israel, Yadlin dijo que la decisión se tomaría en las próximas horas, y que probablemente se evitaría una “guerra a gran escala”. Mientras tanto, el ataque coincidió con una escalada en la guerra en la sombra de Israel con Irán, su principal enemigo regional. Irán apoya a grupos militantes como Hezbolá en Líbano y la Yihad Islámica en los territorios palestinos, ambos comprometidos con la destrucción de Israel.
“Seguimos extremadamente preocupados por la violencia continuada e instamos a todas las partes a evitar una nueva escalada”, declaró un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. El presidente Joe Biden ha sido informado y los funcionarios estadounidenses continúan dialogando con sus homólogos israelíes sobre este y otros asuntos, añadió el portavoz.
Hezbolá, así como grupos palestinos, han estado detrás de anteriores ataques con cohetes desde Líbano. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunirá más tarde el jueves con el gabinete de seguridad interior, según informó su oficina. Este gabinete establece la política exterior y de defensa, y tiene autoridad para ordenar actividades militares serias.
Las tensiones han ido en aumento con la semana de Pascua judía, que coincide con el mes sagrado musulmán del Ramadán. A última hora del miércoles se produjeron nuevos enfrentamientos entre la policía israelí y los palestinos en el interior de la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén, uno de los puntos más conflictivos.
Según la agencia de noticias estatal libanesa, Israel respondió con fuego de artillería. Sonaron sirenas en las localidades de Shlomi y Moshav Betzet y en la región de Galilea.
Anteriormente, siete cohetes tierra-aire explotaron en el aire sin ser interceptados tras ser lanzados desde Gaza hacia el sur de Israel y el mar de la Franja de Gaza, informó el ejército israelí.
La policía israelí empleó la fuerza para desalojar el miércoles por segunda vez a personas que se encontraban en Al-Aqsa, situada en la ladera de una colina sagrada tanto para musulmanes como para judíos y que ha desatado conflictos en el pasado. Dijeron que intervinieron en el recinto después de que hombres, en su mayoría enmascarados, intentaran atrincherarse en su interior, lanzando piedras y fuegos artificiales.
El último conflicto con Hamás fue un enfrentamiento de 11 días que tuvo lugar en mayo de 2021.
Los cohetes volaron el miércoles hacia la ciudad israelí de Sderot y fueron derribados por Israel. Hamás denunció la acción de la policía israelí en Al Aqsa, tras haber instado antes a los palestinos a ir al lugar sagrado y atrincherarse para impedir la entrada de los judíos que quisieran entrar con motivo de la celebración de la Pascua judía.
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