Santo Domingo — Ante una recesión económica en los Estados Unidos (EE.UU.), América Latina y el Caribe serían los más vulnerables, según el último informe de Perspectivas Económicas Globales de septiembre de 2022, de Fitch Ratings.
La agencia recortó sus proyecciones de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de EE.UU. para 2022 y 2023 debido a la debilidad de los datos recibidos, a un endurecimiento de la Reserva Federal (Fed) mucho más agresivo de lo previsto y a la desaceleración económica en Europa.
Destaca que los principales canales de impacto económico serían: las exportaciones a EE.UU., las remesas, los ingresos por turismo y las materias primas.
En la región hay diferentes características económicas lo que hace que el impacto pueda variar de forma considerable.
República Dominicana se encuentra en el sexto lugar de los países de Latinoamérica con mayor vulnerabilidad ante una recesión en Estados Unidos. El Banco Central prevé que las llegadas de remesas, la actividad turística y las exportaciones, robustecerán la macroeconomía en 2022.
Exportación
Las proyecciones de las autoridades dominicanas es que el año cierre con exportaciones que sobrepasen los US$14.000 millones.
Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones dominicanas.Conforme a los datos de Pro Dominicana, entre enero y septiembre las exportaciones hacia el país norteamericano rondan los US$4.787 millones, el 50,29% del total exportado.
Centroamérica y la República Dominicana, en su conjunto, representan el decimoctavo (18º) socio comercial de bienes de Estados Unidos.
El informe resalta que los países centroamericanos exportan un conjunto diverso de bienes y, por tanto, están expuestos a diferentes sectores de la economía estadounidense. “Por ejemplo, Guatemala y El Salvador tienden a producir manufacturas de bajo valor de bajo valor (maquila) con énfasis en los textiles, mientras que Costa Rica y República Dominicana tienden a exportar productos de alto valor añadido de alto valor añadido en el sector de la electrónica y los instrumentos”.
Una reducción de la demanda estadounidense tendría un impacto directo en la balanza comercial dominicana.
Remesas y turismo dependen del mercado laboral de EE.UU.
El envío de remesas y la actividad turística están correlacionados con los ingresos de los hogares estadounidenses y los niveles de desempleo. Por lo que, Fich puntualiza que, el efecto negativo de las referidas fuentes sobre los países de América Latina, dependerán en gran medida de la magnitud del choque al desempleo a través de la recesión prevista para el próximo año.
Aunque de manera general, el turismo sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia y los viajes internacionales aún no se han normalizado, en República Dominicana la actividad turística se encuentra totalmente recuperada y en expansión, reportando números de llegadas superiores a los previos a la pandemia.
Estados Unidos es el principal emisor de turistas, aporta cerca del 30% de las visitas de extranjeros cada año.
Entre enero y octubre llegaron 5.826.078 turistas, generando US$7.278 millones. Para el cierre del año, las autoridades del sector esperan captar más de US$8.700 millones por la referida actividad.
Remesas
En tanto que, en el caso de las remesas, una de cada seis familias de República Dominicana, Honduras y El Salvador dependen de ella como principal fuente de ingresos, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Además, las remesas constituyen el 50% de los ingresos mensuales de los de los hogares de los receptores, el porcentaje es aún mayor entre los hogares rurales y los hogares encabezados por ancianos o mujeres.
Entre enero y septiembre se recibieron remesas por US$7.309,4 millones, se proyecta un cierre de año cercano a los US$10.000 millones.
“Anticipamos que las remesas ya no crecerán a dos dígitos el próximo año, suavizando su impulso al crecimiento económico. Sin embargo, no esperamos una contracción de los flujos de entrada, ya que prevemos sólo un leve deterioro del mercado laboral en Estados Unidos. Del mismo modo, no prevemos un choque repentino en la actividad turística”, sostiene Fitch Rating.
